Por Gabriel Gómez Saavedra | Uno creería que el acto neuronal de elaborar recuerdos implica un proceso de reunificación de pedazos dispersos en un limbo —que también parecería algo perdido—, que actúa por necesidad del recordante o atacando a traición por la espalda de las emociones. Pero, a partir de la lectura de “El sabor de la fruta” de Guillermo Siles, descubrimos una nueva forma de recordar: la de la
Gabriel Gómez Saavedra
Haciendo
Muestra de poesía tucumana inédita Por Gabriel Gómez Saavedra | A los poetas incluidos en esta selección para “La papa en la literatura tucumana” sólo los aglutina una característica: la de no haber publicado un libro personal de poesía, hasta la fecha; ese hito desde donde podemos hacer base e interpelar hacia atrás, con más o menor tensión, el devenir de nuestra escritura. Ricardo H. Herrera escribió, exponiendo su propia
Vocear al olvido
La poesía de Pablo Dumit Por Gabriel Gómez Saavedra | Dos changuitos juegan adentro de una siesta en Rumi Punco (que aún no saben perdida); intentan terminar con la construcción de una choza. Para eso, uno de ellos se aleja en busca de materiales que podrían serles útiles; levanta un pedazo de madera que está sobre unos escombros, y queda paralizado. Debajo, una serpiente contraída está lista para lanzar su
En el nervio del canto
Por Gabriel Gómez Saavedra | En “La luna en el umbral”, Flavio Cruz logra que el espacio interno y el que lo rodea se fusionen y se repelan, se contraigan y se dilaten hacia rincones entrañables, por lo cercano de la luminosidad y también por lo íntimo del filo del dolor. Juego que el autor opta por asumir tamizándolo con un tono claro donde cada verso pareciera llegar al lector
Agua que quema
Por Gabriel Gómez Saavedra | Tarea en el lote de la dispersión ésta de encarar una antología de la actual poesía tucumana. Nuestra provincia, en el particular destino y diseño de su espíritu, dio y da recepción al alzamiento, caída, permanencia y discontinuidad de innumerables fuerzas sociales, políticas y estéticas, que han izado una cada vez más ingobernable bandera del eclecticismo. Aquí, la fidelidad a los límites locales, nunca se
Libro del caos o no libro
Sobre Polimorfismos, de René Carlos y Gonzalo R. Roncedo Por Gabriel Gómez Saavedra | ¿Debe el contenido de la obra definir la forma que lo contendrá o se debe enfrentar el surfeo de la creación teniendo, como blanco de su flecha, a la forma? En “Polimorfismos” los autores parecieran haber optado por el segundo camino; el de la forma como objeto de búsqueda por sobre el contenido. Camino duro y
Bocanada
Sobre Pueblada, de Dardo Solórzano Por Gabriel Gómez Saavedra | En fluir amplio e imparable están escritos los versos en “Pueblada”. Como si cada uno debiera cumplir un decir percutor, para quedar grabado como sombra de compañía en aquellos que los lean. El libro asume tres tópicos bien marcados: el amor, la infancia, y la cara sociopolítica en Latinoamérica (con sus luchas y resistencias). A su vez, los tres están
El lenguaje como materia histórica. Sobre Los cuerpos del lenguaje, de Amira Juri
Por Gabriel Gómez Saavedra | “Tus palabras se parecían a la palabra pan” reza, en blanda sentencia, un verso de Manuel J. Castilla. Y es que, si se busca un inabarcable y, a la vez, íntimo juego de espejos que nos refleje a nosotros —y a los nuestros— en la historia, indudablemente caeremos sobre los terrenos del lenguaje. Heidegger, al abordar la obra de Hölderlin, deduce que la palabra llega
Camino oscuro pero apropiable. La Gota, de Candelaria Rojas Paz
Por Gabriel Gómez Saavedra | Como salido de los «Cantos de inocencia» de William Blake, un niño señala exaltado a la luna y balbucea luz grande, traduciendo su estado emocional frente a la presencia del satélite ante una noche que parece invencible. Pero, a continuación, el frágil dedo de su señalamiento nos advierte que la superficie lunar está incrustada de golpes; evidenciados por cada uno de los cráteres que porta
Tocar imperceptiblemente la poesía
SOBRE BROZA, DE LUCIANA GARCÍA BARRAZA Por Gabriel Gómez Saavedra | Qué extraño ritual el celebrar la noche colada entre las copas de árboles altos. Pero no la noche despejada, que acomoda la armonía de los sonidos y sus olores en un paisaje aséptico; sino una noche de lluvia torrencial, donde los celebrantes abren al máximo sus bocas frente al cielo, para beberla sin escándalo. Esa celebración es la colección