Por Mónica Cazón |
Mientras continuamos tirando migas de pan a través del largo camino que recorrió la literatura infantil juvenil hasta acercarse a estos horizontes, destaco a ilustres tucumanas que colaboraron con la lectura, escritura, y la protección a la infancia en Tucumán. En ese Tucumán carente de salud y educación. Desvalido.
La mujer cobra un protagonismo trascendental en la vida de los niños y jóvenes. Observamos las obras de Doña Elmina Paz de Gallo (1833-1911) dama sensible a las necesidades de su entorno. En 1886, cuando una epidemia de cólera azota a Tucumán, funda el primer Asilo de Huérfanos de la Provincia, asistiendo a los niños que perdían a sus familias. Esta asistencia no sólo se limitaba a casa y comida, sino contemplaba una atención integral de sus necesidades. Relatan las dominicas, que ella en persona arropaba a los niños enfermos y les contaba cuentos. Junto a un grupo de mujeres, funda la primera Congregación religiosa autóctona de Tucumán, las Hermanas Dominicas (Colegio Santa Rosa, Colegio Santa Catalina), entre muchas más obras de caridad. Otra mujer para señalar es Doña Guillermina Leston de Guzmán (1863-1947). Don Alfredo Guzmán y su esposa doña Guillermina Leston (1863-1947) diseñan un plan coherente, que atendía los requerimientos de las tres etapas de la vida. Para la niñez costearon, entre 1904 y 1930, la Sala Cuna, cuyo soberbio edificio de un cuarto de manzana se levantó en la calle Congreso al 300. Para la adolescencia, donaron (1937) el terreno y la construcción del monumental Colegio “Guillermina Leston de Guzmán”. Para la vejez, los terrenos y edificios del Hogar San José para Ancianas “Trinidad Méndez de Guzmán” (1942), y el Hogar de Ancianos “San Roque” (1945). El trabajo de ambos culminó con la construcción del santuario de Nuestra Señora de La Merced.
¿Tendrá esto algo que ver con la literatura infantil juvenil?
Desde luego que sí, porque una niñez y adolescencia cuidada desde la alimentación, la contención y el techo, permitía que esos infantes y jovencitos sean introducidos en la lectura. Como no destacar entonces, al Dr. Juan B. Terán (1880-1938) fundador de la Universidad Nacional de Tucumán, autor de Voces Campesinas, libro que marcó el punto de partida de la Historia de la Literatura Infantil Juvenil de Tucumán, en donde dialoga con los más jóvenes, y, durante la reforma de la Constitución Provincial de 1806 logra que se incluya en un texto constitucional argentino el mandato de la protección laboral de mujeres y niños. Estamos ante generaciones preocupadas por la educación, la palabra, la lectura y la protección de la infancia, los jóvenes y las mujeres. En la actualidad, existe un valioso libro de la escritora investigadora Honoria Zelaya de Nader, “Juanito. El hacedor de fuentes” (novela histórica sobra la vida de Terán).
Docente y escritora pionera
En Tucumán la dama de las letras y la docencia fue la poeta y maestra Doña Tránsito Cañete de Rivas Jordán (Tafí Viejo, 1885), así lo documenta Zelaya de Nader. En la galería de animadores culturales de la primera mitad del siglo que pasó, merece un fuerte recuerdo. Le dio gran prestigio, en 1921, el triunfo de los Juegos Florales de ese año, donde obtuvo el primer premio su «Canto al Dolor». De modo simultáneo, se dedicó con intensidad a la docencia. Enseñó durante tres décadas en las escuelas Mitre, Muñecas Sur y Miguel Lillo de esta ciudad, y en las escuelas Congreso de Tucumán y Superior General Mitre de Tafí Viejo, donde residía. Animó la más variada serie de iniciativas de formación para niños y adolescentes. Su aliento al periodismo escolar fue reconocido con premios en la I Exposición de Periódicos Escolares de 1937, en Buenos Aires. Fundó la Colonia de Jóvenes para el Cultivo del Algodón y del Girasol, cuyo producto cosechado obtuvo, ese mismo año, el primer premio y medalla de oro.
Se multiplicó escribiendo dramatizaciones históricas, rondas y oraciones patrióticas para alumnos, así como creó teatros de títeres, clubes de jardinería, de ahorro.
Conferencista, socia fundadora y secretaria de la Biblioteca «Unión», sus poemas y cuentos aparecieron con frecuencia en los diarios y revistas. Exaltaba incansablemente la historia de nuestra provincia y sus valores tradicionales. Publicó «De nuestra tierra», en 1938, primer libro para chicos, y dejó muchos otros inéditos.
Falleció en Tafí Viejo, el 13 de julio de 1968, querida y respetada por todos.
Cuenta su bisnieto Franco Ramiro Rivas Jordán que también escribió el Himno a Miguel Lillo, el Himno a la Cooperación y el Himno a Tucumán, declarado de interés provincial por la legislatura y cantado por el coro estable de la provincia. Proyecto elevado y aprobado por el legislador Mario Saracho. Aun así, sostiene, nadie lo recuerda ni canta incluso las docentes no lo conocen, se lamenta. En el Tucumán de la década del Centenario y después, mucho se había llevado a cabo en el área de la educación, pero como expresaba el Dr. Ernesto Padilla en su mensaje a la Legislatura de 1916 “…el Estado cumplirá bien un deber hoy incompleto cuando con la enseñanza que dé en las escuelas devuelva al niño a su hogar, vigorizado por un aprendizaje (sic) practico que contribuya a aumentar, o prometer aumentar su bienestar, o contribuir a su levantamiento moral y material…” (Mensaje a la Legislatura 2/5/1916) La educación, la lectura y la escritura en niños y jóvenes comenzaba a tomar vigor.
Comenzaba a divisar el horizonte, a tomar contacto con la punta del ovillo.
INVOCACION A LA LUNA
Luna, luna, lunita
que estas, hora tras hora,
como una cabrita
topando con las nubes
o siendo su pastora.
Y muestras, curiosilla,
tu faz, ancha y burlona
de traviesa chiquilla
o tu barbilla en punta
de viejita fisgona.
Tránsito Cañete de Rivas Jordán
Mónica Cazón (Tucumán). Escritora, Lic. en Ciencias de la Educación y Especialista en Literatura Infantil/Juvenil. Se desempeña en la UNT en Educación No Formal. Docente en PLAT. Coordina la Asociación Literaria Lagmanovich. Fundó el CIDELIJ Tuc (Centro de Investigación, Estudio y Lectura de la Literatura infantil/juvenil -Ente Cultural-UNT- y el Laboratorio de lectura crítica e investigación “MicroLee”. Gestora cultural. Colabora en La Gaceta Literaria y otros. Lleva editos 12 libros de diferentes géneros.
Gracias licenciada en esta botella lanzada al ciberespacio, encontre el mensaje que buscaba .Una semblanza amable y vigoroza de una mujer de que hizo mucho por la educación de nuestra provincia , su niñez y nuestro acervo cultura, Dña Maria del Tránsito Cañete de Rivas Jordan. Gracias