Suscribirme

ISSN 2684-0626

 

Aquí puede hacer su aporte para la revista La Papa: 

1/4 KILO
1/2 KILO
1 KILO
5 KILOS

«está comprobado que una comunidad que apoya su literatura tira menos papeles en el piso»

Libros Tucuman

libros tucuman

 

 

 

 

 

 

 

Entrevista a Mario Casacci

Por Ana Lía Madrigal |

Mario Casacci, conocido también como “El maestro” o “El troesma Casacci”, es un personaje que deambula, noctámbulo y transgresor, las calles y bares de la ciudad de San Miguel de Tucumán, nunca de la provincia porque “aborrezco el pisar las calles de los pueblos. Yo soy urbano, del centro”, dice.

Su particular modo de caminar y algunos detalles de su vestimenta, lo muestran como a un ciudadano que está de paso por esta urbe que, salvo  en los lupanares y piringundines periféricos, no suele verse ocupando una mesa céntrica para beber café. Su otra singularidad está en el modo de hablar, mezcla de castellano con lunfardo o argot tucumano orillero.

Como único equipaje, cuando deja su morada, lleva un fajo de papeles en blanco y, cuando posee, algunos cuadernillos fotocopiados y armados por él, donde brillan sus poemas de inmejorable factura.

Aunque suele vérselo acompañado, no es de brindar su amistad a cualquiera y es casi seguro que está preparando a una inocente víctima que terminará pagando los cafés, la cerveza, el wiski o comprando algunos de sus humildes librillos fotocopiados. Eso ocurrirá con jueces, abogados, actores, vecinos o con quien se ponga a tiro.       

Lo único que a veces lo entretiene es el hallar un bar silencioso e iluminado, ámbito donde hará su permanente escritorio, previo simpatizar con el encargado que en pocos días lo llamará “maestro” y hasta le servirá el café sin costo.

Es cantor de tangos y valses. Con una gestualidad goyenecheana y un repertorio ídem, arremete intentando tocar el órgano de las sístoles y diástoles de quienes son sus escuchas.

Mario, contame algo de vos…

¿Dónde naciste, quiénes fueron tus padres, y cuándo comenzaste a escribir?

Yo nací en Tucumán, en la Av. Sáenz Peña; no donde después fue mi casa paterna,  sino cerca de ahí. Nací en el año 1949, un 25 de setiembre.

Mi padre era mecánico, se llamaba Ricardo Anselmo Casacci, y mi mamá Olimpia Borigen; ella nació en Metán.

Mi padre es descendiente de inmigrantes. Mi abuelo se llamaba Amadeo, vivía en la calle Moreno, frente al Club Centro Ferroviario; él vino de Italia, de un pueblo que se llama Ancona. Mi abuela era santiagueña, de esa mezcla de italianos con santiagueños salieron 14 hijos, uno de ellos, mi padre.

Él trabajó en muchas partes, tenía una característica: cuando no le gustaba algo se iba, renunciaba; trabajó con Medici, en la calle San Juan, y después, cuando yo tenía 10 o 12 años, trabajó en Germani, en la calle Crisóstomo Álvarez.

¿Desde joven te iniciaste en la escritura?

Sí, yo empecé a escribir poesías a los 12 años. Escribí muchísimas poesías y las rompí casi a todas, pero empecé a escribir, más o menos bien, ya en grande, 35 o 40 años. Empecé con más seriedad, a encarar a la poesía con más respeto para que sea entendible lo que yo quiero transmitir.

¿Cuál es tu inspiración?

Me inspiran las vivencias de la calle, yo soy un poeta de barrio, del café de la noche, eso me ha dado la característica de ser un poeta urbano, y traté siempre de ser lo más claro y popular posible y, fundamentalmente, el poema que yo escriba, que no solamente lo entienda yo. Eso me llevó mucho tiempo, darme cuenta que no podía quedarme en la subjetividad de la poesía personal.

¿Hiciste algún libro?

El primer libro me lo publica el Museo Timoteo Navarro, y se llamó “Los pájaros del polen”,una antología junto a seis poetas del NOA[1].

Yo escribo el poema, “Saltar el muro de la razón, alucinado por las rosas, solo lo hace un temerario e inocente corazón”, desde este poema en adelante, yo empiezo a escribir con más seriedad, con más habilidad.

¿Después qué otro libro publicaste?

Cuando gano el concurso del Centro Cultural Virla, el premio era la publicación de un libro; ese libro se llamó “Entre la espada y la rosa”[2].

La próxima publicación la hace la Universidad de Cádiz, en Sevilla, se llamó “Tucumán, palabras y cuentos”, en el año 93; después publiqué poemarios cortos. También incursioné con la revista “La máscara” tratando de ser lo más amplio posible, publicando poemas a los desaparecidos… diferentes tipos de poemas.

¿Ahora que estás haciendo?

Ahora estoy por escribir una novela, considero que va ser una novela corta. La intención es que sea llegadora,  se llama “Chalao por los recuerdos”, “chalao” quiere decir loco.

¿Algún cd?

Acabo de grabar unos poemas con la gentileza de Carlos Carrizo, quien me lo grabó; un compact de poesías, que se va a llamar “El canto de la palabra”… es una motivación más.

Yo tengo una forma particular de trabajar, dejo que las cosas vayan penetrando en mí; no todas me quedan en la memoria, a veces un poema nació en una mesa… mirando una mesita donde mi amigo pone las botellas de cerveza, coca, y yo mirando la mesa, parece que la mesa me hablara a mí; una mesa una cosa que todo el mundo ve, un detalle. A veces ocurren otras cosas que no me quedan en la memoria, y una mesa me permite decir a mí, escribir:

Lo más fuerte que decimos es lo que callamos.  

En todas las mesas algo se apuesta aunque no lo digamos.

Un cubilete de vidrio pasa de mano en mano,

Y la suerte dirá cuánto vales cuando se detengan los dados; sí

 Todas las mesas son alegres o tristes,

Como el alma de un paño,

Algo se apuesta siempre aunque no lo digamos;

Todas las mesas todas, no importa su tamaño,

Tienen un solo destino, nacieron para juntarnos,

Unas se visten de fiesta, otras de llanto,

Mientras la vida pasa y se aleja, al final nos quedamos

Entre nosotros mismos con el corazón en las manos.


[1]A esta antología la integran, además de Casacci, Roberto Reynoso, Alejandro Carrizo, Francisco Galíndez, César Guzmán y José A. Scrimini.

[2]Fue editado por la Universidad Nacional de Tucumán en 1986. La edición estuvo al cuidado del poeta Juan E. González.


Imagen 1: Mario Casacci y Ana Lía Madrigal (archivo privado de Ana Lía Madrigal y Néstor Soria).

Imagen 2: Manuscrito del poema «No importa», de Mario Casacci (archivo privado de Ana Lía Madrigal y Néstor Soria).

Una respuesta a “Entrevista a Mario Casacci”

  1. Carlos Enrique Moreno dice:

    El maestro . siempre vigente . muchas veces en cada encuentro el me recordaba a la barra de mi tios . El Bebe y el pila . por ahy yo le parafraseando a Benedeti Mario , tomate un tente en pie y el me preguntaba como se prepara eso amigo charli . gran recuerdo tengo de el y de toda la barra amiga de mis tios .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *