Por Pablo Toblli |
¿Cómo te encontraste con la poesía?
Cuando era chica mi abuela materna me recitaba poemas de Amado Nervo y Rubén Darío. Me regaló cuando cumplí 8 las Rimas y Leyendas de Bécquer. En su biblioteca, ya un poco más grande, encontré a Alfonsina Storni, Mario de Lelis y José Pedroni. Alrededor de los 18, un gran amigo y gran poeta, Eduardo Robino, me mostró a Pizarnik y a Cortázar poeta, y a partir de ellos a un sinfín de latinoamericanos diferentes de los clásicos que yo leía, y se transformaron en las lecturas que más me marcaron.
¿Tenés escritores que admirás?
Hay un canon tradicional que nombramos todos y son infaltables: Borges, Cortázar, Pizarnik, Gabriela Mistral, Silvina y Victoria Ocampo, Oliverio Girondo, César Vallejo, Nicanor Parra, Rilke, Poe, etc.
Mis preferidos y admirados son Kundera, Calvino, Handke, Camus, Lispector, Woolf.
En poesía, Ana Ahjmatova, Wislava Zymborska, Anne Sexton, Mary Oliver, Olga Orozco, Rosario Castellanos. Tengo un cariño especial por Emily Dickinson, y mucha simpatía por Vera Pavlova. Me gusta muchísimo la poesía de Héctor Viel Temperley y Juan Manuel Inchauspe. De Alfonsina prefiero los poemas de su último periodo y las columnas periodísticas que escribía. También incluyo a Sara Gallardo y a Josefina Delgado en narrativa y biografía.
Ahora se nombra mucho a Chantal Maillard, Sharon Olds, Idea Vilariño; también me gustan y he leído, naturalmente a Irene Gruss, Paulina Vinderman, Tamara Kamenszain.
¿Adherís a alguna corriente estética de la poesía?
A ninguna. Sólo a la libertad como premisa.
¿Existe alguna poesía que no te guste? ¿Por qué?
No me gusta la poesía que reviste intolerancia o agresividad. Tampoco me gusta la poesía cursi o los lugares comunes, el uso excesivo de adjetivos, ni la que busca estar en consonancia con las exigencias del momento más que con el poema en sí mismo. No me gusta la poesía que persigue el éxito más que el acto poético en sí. Creo que eso da origen a que muchos grandes poetas que han escrito poemas maravillosos lleguen a escribir obras no tan buenas que de cualquier manera circulan y se repiten porque responden a un nombre que se ha consagrado, sin importar demasiado ya el poema.
¿Qué cuestiones, estados de percepción, objetos o temáticas te disparan a escribir?
La pregunta existencial, la contemplación de la belleza, la naturaleza, lo efímero (la muerte), la irrupción de lo eterno en lo cotidiano, mi hijo, mis amigos, mi familia. Siempre digo que soy autobiográfica y no sé disimularlo cuando escribo.
¿Qué lugar crees que ocupa tu obra dentro de la poesía de Tucumán?
Mmmmm. Nunca se me ocurrió pensarlo. La verdad que no lo sé. En Tucumán he participado de diversas lecturas y encuentros de poesía mayormente en el ámbito académico. El año pasado me convocaron a la feria del libro. En este sentido siempre estoy agradecida con Mónica Cazón y Guillermo Siles, que me han convocado a sus espacios, y con Rogelio Ramos Sigues, quien me nombra entre las mejores poetas tucumanas actuales. Pero las antologías y festivales internacionales de poesía en los que me han incluido siempre han sido en otras provincias. Te diría casi con seguridad que nunca me han incluido en la edición de alguna antología de poetas hecha en la provincia o compilada por un tucumano (sí, en cambio, en microrrelato). Tampoco he recibido nunca invitaciones a festivales nacionales o internacionales que se hayan hecho en Tucumán.
Esto no incide en absoluto en mi escritura. Yo me siento enteramente poeta, y me identifico plenamente con escribir poesía. Lo lindo de las lecturas es que tu obra llega en directo a otras personas, y compartís espacios espléndidos con otros poetas, pero la poesía va mucho más allá de eso.
¿Buscás cambiar alguna cuestión existencial personal o del mundo en general cuando escribís poesía?
Cambiarlas no. Creo que sólo me interesa la belleza en la creación, y vencer al tiempo con la poesía. De alguna manera eso tiene un efecto existencial que me trae respuestas, o al menos me tranquiliza cuando no las tengo.
¿Qué opinas del panorama histórico y actual de la poesía en Tucumán?
Creo que ha crecido enormemente la cantidad de poetas buenos que tiene Tucumán. Antes los poetas admirados eran personas mayores, con largas trayectorias que se posicionaban en cierto lugar inalcanzable y formal. Hoy en día la poesía es algo más accesible, con mucha participación de jóvenes, con cierta irreverencia. Sin embargo creo que los poetas tucumanos estamos bastante disgregados.
¿Te gusta la obra de algún poeta tucumano?
Siii, por supuesto. Te puedo nombrar a Inés Aráoz, Rogelio Ramos Signes, Emilia Gutiérrez, Gabriel Gómez Saavedra, Javier Foguet, Guillermo Siles, Ricardo Gandolfo, y por supuesto, Víctor Redondo. Pero no puedo dejar de incluir a los salteños Eduardo Robino, Teresa Leonardi, Geraldine Palavecino y a Santiago Sylvester. Mis lecturas y mi obra están profundamente ligadas a ellos aunque no sean tucumanos.
¿Pensás que la poesía es solo un género literario o algo más?
Para mí es mucho más que un género literario. En mi experiencia personal es algo del orden de lo epifánico. Leer y escribir poesía es una manera de vivir que ordena mi mundo, de inscribir mi pequeño mundo personal en lo universal.
¿Buscás algún tipo de trascendencia cuando escribís?
Tal vez busco que trascienda el acontecimiento que le dio origen al poema. Como dije antes, vencer al tiempo, nada más. Uno no sabe verdaderamente qué de todo lo efímero de la existencia puede volverse perdurable. Creo que hay experiencias comunes a todos, inherentes al ser humano. Eso es lo que busco cuando escribo. Transmitirlo con belleza, que llegue a lugares en los que otro pueda encontrarse en lo que he escrito, y que imágenes o sensaciones queden congeladas sin que el tiempo las pueda cambiar.
¿Qué opinás de las siguientes frases?
La poesía es el lenguaje de lo inefable.
La poesía es el entendimiento con lo sagrado.
La poesía es un estado de conciencia alterado.
La poesía es la alerta por lo humano a punto de perderse.
La poesía es el reverso de las cosas.
La poesía es resistencia de los órdenes hegemónicos.
La poesía es evasión.
La poesía es comedia.
La poesía es libertad.
La poesía se escribe en la discontinuidad.
La poesía nos hace sentirnos apartados del resto.
La poesía es para unos pocos.
En mi experiencia personal, la poesía representa el entendimiento con lo sagrado, el lenguaje de lo inefable y la libertad.
Pero el mundo poético es muy vasto y la poesía nace desde lo que convoca al propio ser. Hay voces que nacen de experiencias diferentes. En cada uno la poesía se enciende con un fuego propio. Podría nombrar a un poeta que representa a cada una de esas frases, y creo que eso da al universo poético mucha riqueza. Sólo no concuerdo con las dos frases finales. La poesía no puede ser algo que nos aparte del resto; respecto de la última soy ambigua: la poesía sí es para todos, pero no cualquiera es poeta.
Sylvina Bach nació en Tucumán en 1975. Es Psicóloga y escritora, lugares desde los que aborda el conocimiento de la vida y la naturaleza humana.
Autora de los libros de poemas Cuadernos de Jonás (La aguja de Buffon Ediciones, 2012) y Niña de Humo (Ediciones en Danza, 2017). Integra numerosas antologías de poesía y microrelatos.
Es Licenciado en Letras por la UNT. Publicó los libros de poemas Nace en lo próximo (Ediciones Magna, 2015), Lucero de ruinas (Ediciones Último Reino, 2017) y el libro de ensayo Una lectura del imaginario poético de Tucumán (2000-2020) (Fundación Artes Tucumán, 2022). Es editor de La Papa Revista y redactor en Indie Hoy. Nació en Tucumán, en 1987. Su e-mail es pablotoblli@gmail.com, por cualquier contacto.
Excelente!Felicitaciones a ambos!
Sylbina me llegaron tus palabras y de paso recordar a Nervo y Dario, a tu abuela me encantó y a Santiago Sylvester,lo sigo..
Felicitaciones a vosvy al entrevistador!!!