Por Pablo Toblli |
El poeta Marx Bauzá residente en Las Talitas (Tucumán) conversó con La Papa sobre el proceso de composición de su último libro Treinta poemas para ser leídos a bordo de la Estación Espacial Internacional.
—Tu nuevo poemario es un acontecimiento curioso en la poesía contemporánea, ya que logras un equilibrio entre formas más tradicionales, como la poesía conceptual, los tropos líricos, el tratamiento de temas universales, a través de un lenguaje fresco, que no suena para nada remanido o anacrónico. Contanos sobre esta intención, cómo se fue dando durante el trabajo del proyecto y en qué se diferencia de tus otros libros, ya sea en el proceso de concepción o resultado.
—Si estuvieron atentos a todo lo que he escrito, y he publicado en el espacio mínimo que nos otorga la poesía, habrán podido percatarse que la búsqueda de ese equilibrio está desde siempre acercando posibilidades estéticas que en apariencia son distantes. Mi intención ha sido siempre conmover, interrogar, movilizar sensaciones o pensamientos y en este sentido hablo incluso de mi cuerpo de obra conceptual como artista contemporáneo, de mi proceso como cantante de trap o incluso mi gestión al frente de proyectos artísticos de distinto índole. Siempre intento arriesgar, generar diálogos posibles, alimentar multiplicidad de visiones en derredor de un tópico, como si orbitase esos temas y de ese modo fuese construyendo un discurso.
—Los poemas giran alrededor de la simbolización de un espacio exterior y están atravesados por la ciencia, puntualmente por la física y la astrología. ¿Tuviste que estudiar algunas de estas cuestiones para escribir, o los textos y la temática fueron producto de tus incumbencias y conocimientos previos?
—Mi formación universitaria empezó en el ámbito de la ciencia. La química, la física, la biología, la matemática no me son ajenas en absoluto. Luego en diferentes claustros tuve la posibilidad de acercarme a otros campos exquisitos del pensamiento como la filosofía, la psicología o la pintura. Quiero imaginar que voy dando pinceladas en el espacio mientras el lector o lectora expande el diafragma al ritmo de la respiración. Imagino que la estructura de un átomo se replica como ley en el espacio / tiempo, repitiéndose, multiplicándose. Imagino que es bueno para cualquier poeta / artista imbuirse de temas que llamen su atención; para luego deslizar poemas u obras atravesados por un decir. Este libro puede parecer científico o astrológico, pero es sobre todo espiritual.
—Me llama la atención que cada poema esta precedido por un epígrafe y que además estos son de una diversidad notable: Borges, Carl Sagan, William Blake, Einstein, Deepak Chopra, pero también Federico Moura, Luis Miguel, David Bowie, etc. ¿Cómo fuiste definiendo esto? ¿Los tenías seleccionados, es decir, eran frases que ya te gustaban, que las tenías apuntadas y a partir de eso escribiste los poemas, tipo experimentalismo lúdico de taller literario? ¿O más bien los buscaste una vez que estaban los poemas escritos?
—Desde un principio, cuando definí que iba a homenajear los títulos de grandes obras de Oliverio Girondo o Pablo Neruda, intenté generar una suerte de palimpsesto que remita a la postmodernidad y la cultura universal. Confieso que en dicho proceso me he concentrado en señalar tanto a científicos como artistas o filósofos, para de alguna manera mostrar que todo lo que pertenece al ámbito de lo humano puede conmover fibras internas sensibles, sacudir, inquietar, dejar pensando o sintiendo.
El proyecto no surgió como consigna de un taller literario, sino de mi sensibilidad ante la situación de encierro de la pandemia y la necesidad de expandirme más allá de los límites de lo posible. Sin embargo, reconozco que la intención del FNA de invitarnos a pensar la literatura a partir de la ciencia ficción o el terror fue importante en la activación de la idea. Cosa que por cierto no concreté en los tiempos que hubiese querido, sino en los que mi sensibilidad sintió necesarios. Tres años de producción me llevó el poemario y en el medio mi amiga María Belén Aguirre ganó el premio que posibilitó este deseo de pensarme más allá de una realidad agobiante; como lo fue la pandemia de covid 19.
—Creo que los grandes tópicos del libro son la correspondencia interior/exterior y dicotomías como luz/oscuridad, contracción/expansión, visible/invisible, etc. Las corrientes esotéricas o de la poesía simbolista sostuvieron la hipótesis del “como es adentro es afuera, como es afuera es adentro”. ¿Por qué surgieron estas series y cuáles son los sentidos que van tomando dentro del libro?
—Siempre he amado usar diferentes estructuras de pensamiento al que tradicionalmente se ha instalado buena parte del siglo XX en la poesía, como son los diferentes tipos de metáforas. Confieso que amo usar oxímorons y adoro las sinécdoques, las bonitas metonimias o las asombrosas alegorías. Considero importante reflexionar sobre las diferentes posibilidades del lenguaje como campo de conocimiento y expandirlas o contraerlas hasta dónde sea posible. Hay una cuestión performántica en esto de inspirar / expirar, conectar con el cuerpo o las ideas. Me parece que las series aparecen cuando el poeta está inspirado. Los sentidos siempre se multiplican, se amplían en potencias. Cuando decrecen es importante oír lo que el cuerpo tiene para decir a través del silencio. Atender esa quietud, esa nada, lo invisible, el vacío para poder vernos luego en otra posición orbital. Siempre estamos moviéndonos, aunque la quietud.
—Al leer tu libro me da la sensación de una cosmogonía de buena vibra. Hay ciertos coqueteos con la autoayuda, pero estetizados en trazos poéticos. Existe un sujeto que intenta decantar muchas cosas a través de la escritura, después de un proceso de experiencias y relecturas del interior más profundo, y me parece que esto es el núcleo duro del libro. ¿Coincidís? ¿Cómo te sentiste vos a medida que lo escribiste?
—Buena vibra siempre, bro. No queda otra, rey. La vida es lo bastante horrible como para andar soportando ciertas cosas a esta altura del partido. Yo opto por construir relaciones desde un lugar afectivo y creciente. En algún punto, escribir tiene que servirnos para exorcizar traumas, situaciones irresueltas o construir posibilidades o mundos en torno a un eje. Ese eje siempre muta pero ser consciente de las yuxtaposiciones, aprendizajes, luchas o búsquedas nos hace infinitamente libres, como la cantidad de estrellas en el firmamento. Confieso que este libro está atravesado por la idea de ir hacia lo profundo: de mí mismo, del cosmos, de mi relación con lxs otrxs. Coincido con tu punto de vista y confieso que soy un fan de Star Wars y Star Trek. Ya habrán podido apreciar eso en mi música.
—Para terminar, contanos sobre la gira de presentación del libro y tus objetivos de promoción con él.
—Por lo pronto, saldré de gira por tres lugares presentando el libro: ciudad de Buenos Aires, San Miguel de Tucumán y La Rioja. Seguramente, luego asistiré a algunas escuelas talitenses, como hice el año pasado, para incentivar a los niños, niñas y adolescentes a escribir. Esto es algo que hago con mucho amor y a modo de retribución voluntaria, ya que el Municipio de Las Talitas financia y promueve el libro que publica Letras de Fuego ediciones y me parece propicio generar intervenciones que devuelvan un poco de lo que el estado propicia. Seguramente Manuel Rivas y Romi Carrizo me estarán acompañando en alguna de estas actividades. Me interesa mucho hacer pensar a lxs jóvenes y desarrollarse a partir de lo que evocan las palabras en sus cavidades de resonancia: pulmones, cráneo, diafragma. Yo que sé. Un pibe, una piba, una adolescente pensante es un ser humano despiertx, que puede vibrar diferente. Flasho eso. Flasho espiritualidad compartida en comunidad.
Sobre Marx Bauzá
Nací en San Miguel de Tucumán, Argentina, un caluroso y lluvioso domingo de noviembre de 1980, el mismo año en que asesinaron a John Lennon, en medio de la más sangrienta dictadura militar argentina. Vivo en las colinas de Las Talitas, cerca de un bosque de yungas. Mi obra orbita en torno a una constelación que incluye a la poesía, la narrativa, el arte contemporáneo, el humor, la música y el cine.
Me gusta el verde turquesa como el de los crayones, el Campari con jugo de naranja y el helado de chocolate amargo, maracuyá y quinotos al whisky.
La poesía vive en mí. Se manifiesta a través de diversas formas, voces y texturas. Es en el cotidiano donde cada una de esas voces se desliza para expresar una búsqueda.
Mi experiencia personal muestra matices donde el eros y el tánatos se cruzan a través del lenguaje de lo inefable. Es una forma de sublimar la experiencia humana.
Escribir poesía es arrojar molotovs en tiempos de crisis. Escribir poesía es una forma de resistencia ante lo establecido. No siempre hay amor o tristeza.
En mi poesía también convoco a la ironía y la comedia, porque reír es necesario para huir de la violencia del mundo. Somos el río, dirían Borges o Heráclito. Yo río. Yo lluevo. Yo me evaporo.
Formé parte de varias antologías poéticas a nivel local, nacional y latinoamericano. Entre las más importantes destacan: Se tens um dom, seja! Antología de poesía en portugués compilada por Bruno Black (Río de Janeiro, Futurama, 2021), Poetas de Tucumán (1960 – 1990) compilada por Guillermo Siles y Soledad Martínez Zuccardi (Tucumán, Humanitas, 2021) y La lira marica; una antología de poesía homoerótica argentina compilada por Enzo Cárcano y Jorge Luis Peralta (Boulogne, Saraza, 2022).
Publiqué Reverso (La Plata, Club Hem, 2013), Los ideales y las flores (Las Talitas, Pensamientos, 2016) y Efervescer (Arroyo Leyes, Arroyo, 2020).
Leí en importantes festivales de poesía; tales como: FILT (Tucumán), FIDEO (Tucumán), Festival Sumergible (Jujuy), Festival de poesía joven (La Rioja), FIPR (Rosario).
Fui jurado para la Antología Literaria por la Diversidad, organizada y coordinada por la Secretaría de Estado de las Mujeres, Diversidad y Género del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Tucumán y el Ingenio Cultural. El texto curatorial de la obra conjunta estuvo a mi cargo. El volumen fue publicado por Ediciones del Parque (2022).
Soy curador de poesía para Tucumán en Mi aporte a que el puerto no importe. Dirijo Vamos Viendo, ciclo de poesía. Pertenezco a algunas Bibliotecas Populares como la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer y fui miembro activo de la Biblioteca Parlante Haroldo Conti. También soy miembro ejecutivo de Writers International Foundation con base en India y Grecia, y también formo parte del comité de trabajo del Festival Internacional de Literatura Panorama que es el mayor evento mundial de poesía alrededor del mundo, apoyado por la UNESCO y la Universidad de Kerala.
Es Licenciado en Letras por la UNT. Publicó los libros de poemas Nace en lo próximo (Ediciones Magna, 2015), Lucero de ruinas (Ediciones Último Reino, 2017) y el libro de ensayo Una lectura del imaginario poético de Tucumán (2000-2020) (Fundación Artes Tucumán, 2022). Es editor de La Papa Revista y redactor en Indie Hoy. Nació en Tucumán, en 1987. Su e-mail es pablotoblli@gmail.com, por cualquier contacto.
Quiero agradecerle a mi amigo Pablo Toblli por la excelente entrevista que me realizó, con motivo del lanzamiento de mi más reciente libro «Treinta poemas para ser leídos a bordo de la Estación Espacial Internacional».
Un cálido abrazo a quiénes hacen La Papa revista y editorial.