Sobre Esto que regresa, de Liliana Massara (Puerta Roja Ediciones, 2024)
Por Felipe Quiroga |
A veces no alcanza con recordar. Con los microrrelatos que integran Esto que regresa, Liliana Massara busca una manera de asir el tiempo. La literatura se transforma entonces en un puente o portal, que también es un destino en sí mismo: la escritura aparece no sólo como un vehículo para navegar a través de ese flujo de la memoria, sino que la ficción convierte el tiempo en materia maleable. Y quizás esa sea la mejor forma de enfrentarse al olvido.
En el prólogo, María Rosa Lojo encuentra las palabras precisas para definir esta obra: El tiempo, nos revela Liliana Massara, no es una línea sino un giro ondulante, un caleidoscopio de formas que se resignifican, un misterio siempre a punto de ser descifrado que se cierra cuando estamos cerca de aprehenderlo y que deja la huella de una fascinante irradiación. Los textos de Esto que regresa son esa huella”, afirma.
El libro, dividido en dos partes e integrado por más de 70 microrrelatos, propone un recorrido por un universo femenino en el que tienen lugar el amor, la pasión, los recuerdos de la infancia, la literatura y la vejez. En algunas piezas, lo cotidiano se despliega con sensibilidad y sutileza; en otras, irrumpe lo fantástico o la barrera entre lo onírico y lo real se difumina. La prosa, insuflada con delicadeza lírica, se destaca por sus descripciones precisas y sus simbolismos, como así también por las preguntas que quedan flotando sin respuesta como parte del juego sugerente que habilita la brevedad de los textos.
La primera parte del libro, titulada “Tiempos de extravíos”, abre, a modo de epígrafe, con una cita de Alejandra Pizarnik que echa luz sobre la búsqueda de Massara: “Tal vez las palabras son lo único que existe / en el enorme vacío de los siglos / que nos arañan el alma con sus recuerdos”. Se suceden historias de amantes, de desamor y de ensoñaciones. Las fotografías se repiten en varios relatos como elementos simbólicos que representan ese intento por conservar hechos pasados.
En la segunda parte, “Esas otras distancias del tiempo”, un mundo infantil se convierte en el principal escenario: la acción se traslada al patio de la escuela, a la plaza y a las calles de un pueblo reconstruido con la memoria.
Como ya había sucedido con “Cuadernos de Penélope” (La aguja de Buffon Ediciones, 2021), este nuevo libro permite apreciar la gran destreza de Massara como escritora de microficción, género que ha abordado en numerosas antologías e incluso en su faceta como investigadora académica. En los relatos de Esto que regresa, la autora logra condensar, en pocas líneas, imágenes potentes en torno a la inevitabilidad del paso del tiempo a la vez que explora la densidad de las emociones y las huellas de la nostalgia.
Lo autobiográfico está presente en las menciones a Frías, ciudad santiagueña de la que Massara es oriunda y a cuyos habitantes les dedica el último microrrelato, que lleva un título con guiño borgeano incluido: “‘Fundación mítica’ de Frías”. Aparecen en el libro, además, algunos personajes (Lilia, Lina, Lía) que, por sus nombres, parecen funcionar como variaciones o alter ego de la misma Liliana en su recorrido por ese laberinto en el que los recuerdos y la literatura se funden y confunden. ¿Es la ficción una forma de rescatar la memoria o es acaso la memoria una de las formas de la ficción? ¿Podemos confiar en la objetividad de lo recordado o los recuerdos no son más que historias teñidas de subjetividad que nos contamos a nosotros mismos?
En el microrrelato “Implacable”, una mujer manipula el mecanismo de un reloj para hacer retroceder el tiempo, pero este, por supuesto, continúa con su marcha inexorable. Ese es también el impulso que guía a Massara en su escritura: una y otra vez, con valentía, con disfrute y con poesía, busca algo que sabe imposible. Pero no por eso deja de buscar.
Nació en 1985 en San Miguel de Tucumán. Es licenciado en Comunicación Social y máster en Periodismo. Con sus relatos participó en las antologías Umbrales y crepúsculos (2015), 5×5 (2016), Les inquilines (2021) y La casa de los enanos (2021), entre otras. Es autor del libro de cuentos El ruido que hacen los loros (2022) y de la novela Chikito (2023).
Estimado Felipe Quiroga, solo agradecer tu lectura de mi trabajo escriturario.
Has destacado una serie de elementos que son parte de mis obsesiones, de mis formas de narrar la brevedad que contradictoriamente empuja a la expansión; donde, bien lo dices, busco siempre el impulso lírico.
Nuevamente gracias.
Liliana.