Sobre Nadie quiere ser Beth, de Eugenia Campero (La Papa Editorial, 2023)
Por Sofía Viaña |
Conozco de cerca la manera en que Eugenia Campero acarició esta criatura recientemente publicada: con anhelo, dedicación y pasión. Rumiando las historias durante el día, escribiéndolas durante la noche para someterlas a opinión de talleristas o participantes del mundial de escritura hasta que nació este primer libro de sus cuentos.
En esta compilación, hay cuentos que surgieron de un hecho tan aleatorio como girar el globo terráqueo hasta frenarlo con el índice en un punto que sería escenario de la historia (Las flores de Dingle); hay relatos más o menos largos (El quinto piso, El bolsillo izquierdo, Fantasmas y camelias) que vienen de las memorias familiares o las siestas de la infancia. Hay también cuentos breves, cuya longitud determinada por los 3000 caracteres reglamentarios de la maratón olímpica, se pulsan tanto al ritmo de lecturas clásicas (El mago de Oz, Mujercitas y otros) como al de los recuerdos de la niñez, el encuentro con fantasmas o chamanas o la misma tragedia humana. Todos componen un mosaico de hechos cotidianos o fantásticos tan llenos de detalles, alusiones a programas de televisión, ropa y costumbres de consumo local que nuestra propia experiencia interactúa con los registros de Campero.
No es una narradora inocente, no escribe sólo para entretener. Evita las zonas en que descansan narrativas planas en las que el autor se aferra, como marinero que no sabe nadar, al tablón del tema. Elabora los argumentos con aciertos verbales y el tratamiento minucioso de los detalles, al construir metáforas pero al mismo tiempo narra con tanto desparpajo y soltura que nos parece que anda despeinada y en pantuflas por los rincones de sus cuentos. Su prosa se cruza con el humor, justo antes que suceda lo fatal, de manera que consigue desarmar cualquier desventura aunque deja una clave para pensar por detrás de la subversión (la otra versión) que descubrimos en sus notas de ironía, los dislates de los personajes, las palabras insolentes o las frases osadas puestas en boca de los protagonistas de sus cuentos.
Atrapada desde chica por las letras, lectora voraz de la biblioteca de su padre a la que ella añadió -en algún estante- volúmenes de Luisa M. Alcott, Lewis Carrol, El Tesoro de la Juventud, Intervalo y cd’s de películas de terror. Fanática del cine y las series de TV (Cuentos Asombrosos de Spielberg, estará seguro entre sus favoritas), la autora alimenta con ellos sus interpretaciones de una visión del mundo, que aquí deja por escrito en cuentos desconcertantes que caminan por las orillas, cuentos conmovedores, cuentos que hablan de personajes universales, cuentos que recogen tradiciones locales, todos, cruzados por sus lecturas, sus curiosidades, sus vivencias.
Entre sus páginas se mezclan la irracionalidad y el pensamiento científico, la fantasía y la realidad, las tradiciones familiares, el misticismo, lo local y lo universal.
Lewis Caroll no podría haber imaginado a esta Alicia moderna, con su mundo onírico no exento de cuestionamientos desde el humor y lo simbólico. Para decirlo en “clave Campero”: gracias por estas historias gloriciosas! No pierdas tu muchosidad Eugenia (Alicia) Campero!
Arquitecta tucumana, hizo su carrera de grado y posgrado en la UNT. Socia de Viamo SRL constructora y desarrolladora local. Alterna su pasión por la arquitectura con la literatura y la pintura (paso por los talleres de Fabián Soberon y Blanca Machuca), también concurre al Ateneo de filosofía coordinado por Julio Santillán y Yenny Alonso de Plaate, quien intenta enseñarle a cantar. Ha publicado papers de Congresos de Arquitectura (Arquitectura Antillana/; relatos en El Viejo Tucumán en la Memoria I y II (Ediciones del Rectorado) y reseñas en la página literaria de La Gaceta y en revistas online como Viceversa y La Papa.
Bravisimo.por esta reseña que refleja el talento y frescura de Eugenia ( Alicia) Campero!!en sus primeros cuentos publicados. DESEAMOS LEER MÁS
Muchas gracias Susana!
Qué buena recensión!!! Felicitaciones para Eugenia!!!
Muchas gracias Salustiano