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ISSN 2684-0626

 

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Los poetas no tienen miedo a sus corazones

Sobre Historia de amor no correspondido con una montaña de Flor Méttola

Por Cecilia Vega |

Recuerdo que la primera vez que leí los poemas de Flor fue en el taller de poesía de Ezequiel, leímos una selección de poemas de su libro Deseo y decepción, y quedamos todas fascinadas con esos poemas de apariencia simple e irónica que, a la vez, nos transmitían mucha ternura. En esa clase, nos reímos leyendo un título que decía algo sobre oler las bombachas de tu mejor amiga y nos conmovimos mucho cuando alguien leyó el verso: “porque cuando estoy bien con vos el corazón está en reposo” seguido de un “que gaaaaaayyyyy”.

Cuando salió el libro Historia de amor no correspondido con una montaña, yo estaba justamente en la montaña y me pareció muy tierna, casi cursi la coincidencia y quise comprarlo inmediatamente. El libro, como dice su título, narra una historia de amor poema a poema. Una historia de amor y muerte entre montañas, mar y animales peludos. Hay un poema en particular que condensa o atraviesa todo el libro, y que me gusta pensarlo como una especie de guía de lectura:  

“Composición-Montaña / Un cangrejo, una concha, un corazón / Un caballo, una montaña, un fantasma / Un lobito, una bala, un alma / Un futuro, una llanura, un poema / Un color, una forma, un territorio / Un fuego, una constelación, un cuadro / Un cerebro, una mano, un muerto / Te doy mi sangre, mi ternura, mis últimos deseos / Me destruyo”.

Hay algo en la manera de escribir de Flor, en los temas que trata y su relación con el lenguaje, que me llevó al poema de Mariano Blatt: “hay que escuchar música de ahora porque la música está hecha para resolver problemas. Así, la música de ahora, resuelve problemas de ahora. De modo que quien no escuche música de ahora, quedara con muchos problemas que resolver”. Como la música de ahora, estos poemas narran una historia de amor de ahora y creo que hay que leerlos para vivir un amor ahora. Los considero un poco como esas canciones a las que solo podemos acceder cuando estamos enamoradxs, o que solo comprendemos enteramente cuando estamos enamoradxs y al escucharlas, sus letras y música vuelven nuestras emociones más reales.

El amor de ahora es un amor que un poco se caracteriza por los cuestionamientos a las ideas tradicionales. Un cuestionamiento que no busca respuestas claras y que conlleva mucha incertidumbre, pero pienso que nos invita a vivir en el momento, habitar los instantes. El poema Cuento de Hadas, un poema-cuento sobre escritoras princesas, ilustra un poco esto: “Este es un cuento de hadas sobre escritoresas / y es todo triste azul y brillante / y es sobre el amor y la escritura / y sobre el dulce-amargo Eros / pero los cuentos de hadas tienen finales felices / y aunque no sé si vamos por ese camino / supongo que tendremos uno / ya sea feliz / o lo que sea mejor para las dos”.

Lo personal se vuelve material para lo poético. Los poemas son casi como un diario íntimo o confesiones donde Flor vuelca esos pensamientos y sentimientos vergonzosos que tenemos cuando estamos enamoradxs. Pienso de nuevo en el poema que mencioné al principio sobre la amiga y las bombachas y en estos versos en especial: “Hay algo muy del orden de lo caliente en la poesía / tal vez sea porque podés hablarle a alguien / hablarle a alguien / como si él o ella estuviera en la palma de tu mano”. En Historia de amor no correspondido con una montaña siempre hay un vos al que le habla el poema, cuestión que contribuye a esta sensación de cercanía e intimidad, como si le habláramos a nuestro enamoradx. Pero los poemas de Flor ironizan los lugares comunes del amor, utiliza un tono lírico sutil que se ríe un poco de sí mismo y le da a su poesía esa actualidad, esa familiaridad que divierte y conmueve. Como en el poema Quiero que me quieras: “Hay una estrella que se prende / y se apaga justo ahora en frente mío / El canto de los grillos / quiero todo lo que quieras vos / pero no por una suerte de brote psicótico / sino por puro deseo de estar cerca tuyo / no separarme más”.

Cuando terminé de leer Historia de amor no correspondido con una montaña, me quedé exaltada, atravesada por una emoción casi aplastante, como lo que sentí cuando me enamoré de la montaña este año por primera vez. Estos poemas me llevaron por todas las etapas del amor, desde el enamoramiento con su emoción inicial, hasta la muerte y el duelo, pasando por el miedo y las contradicciones características de este sentimiento. Al final creo que el amor, el amor de ahora con sus preguntas y su incertidumbre -y siento que es un poco lo que deja la lectura de este libro-, es una fuerza hermosa y valiosa, como resume uno de mis poemas favoritos: “no importa lo que hagamos / no importa lo que digamos / somxs poetas / y no tenemos miedo de nuestrxs corazones / yo no tengo miedo de mi corazón / no importa lo que él haga / él sabe mejor que yo que hacer”.


Imágenes: Flor Méttola

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