Selección a cargo de Mónica Cazón |
La Papa pregunta:
¿Qué es para usted el microrrelato?
El microtexto en sus variantes: microrrelato, micro poema, micro prosa lírica, hasta el estrambote de algunos sonetos (sobre esta cuestión escribí un ensayo que presenté en un Congreso) me llevan por asociación no tan libre a la semilla de la mostaza. Una semilla ínfima que produce un enorme árbol.
Para que esto suceda, deben confluir dos factores: un escritor, una escritora, virtuosos y un lector, una lectora, despiertos.
Cada día me siento más cerca de este subgénero (si me es permitido llamarlo así). Creo que las ínfimas semillas están dando frutos grandiosos, llevándose las palmas y copando muchos de los espacios dedicados a la literatura, sobre todo en las redes.
MICROTEXTOS
ROSA EN LA CINTURA
Grito mío que estás en el Cielo, en la Tierra, bajo mi almohada, a la vuelta de la esquina, en la boca cuando se llena de agua o cuando se desertiza. El día que todo cese y la vida diga basta también gritarás.
Hoy sos más rojo que nunca, más vigoroso que en ningún otro instante de mi vida. Al fin soy sólo gritadora, escritora apasionada, decidora pase lo que pase, y sobre todo cuando pasa lo que pasa. Hemos decidido venir muy elegantes, con cara de pronunciar: Señoras y Señores, feliz navidad y próspero año nuevo, pero vos te empeñas en el rojo furioso, en rodearme la cintura, en ser una rosa sobre el punto central de lo que me constituye.
SINCERICIDIO
A Louise Bourgeois y sus arañas gigantes.
Entiendo, sí…. hablar de mamá de “maman” como dicen los franceses es muy fácil, siempre que se usen frases vacías, de revés de estampita. Pero poder mirarla sin cerrar los ojos, aceptar que de ella viniste, que creciste bajo sus temibles patas… es otra cosa. Tarea heroica aceptarla tan araña, potencialmente cargada de huevos que no serán vos, de tantos ojos que lo miran todo sin ser una el objeto elegido por su primera mirada. O por la última; la que sucede unos minutos antes de su partida.
Al fin quererla como es: fea, admirable, aterradora, bellísima, gigante, parada en medio de la lozanía de tu nueva vida.
FAUNA SINGULAR
“Ha soñado una cuarta dimensión
y la fauna singular que la habita”
Jorge Luis Borges.
Sólo espectros pueblan la realidad | en la que vivo, | en la que latimos. | Yo, un ser de piel aún, | de huesos, de sangre, de deseos… |De miedo también. | Él, | ella, | todos, | simples endriagos, seres de sombra, entelequias, | fantasmas sin contorno ni estilo. | Hay una mujer | quizás mi madre| gárgola infeliz mirando por siempre el mundo |¿qué mundo? | desde la fachada de Notre Dame. |Y un ser |tibio y contingente, |sólo cuerpo astral, sin voluntad ni injerencia sobre las cosas |¿qué cosas?| después de la inevitable corrupción de la carne, | rondando la casa que nos ha cautivado. | También veo a un hombre, | a quien amé | y me amó, | y que insiste en portar un aura | que aún enceguece.
MATICES
“Ser, estar, semejar y parecer admiten exigen predicativo obligatorio”, dice la profesora de Lengua. Me permito, entonces, ser al fin una tremenda a pesar de estar asustada o triste (o las dos cosas); semejar una mujer fuerte (casi una tigresa) y parecer una criatura serena, feliz.
Esto último es lo que realmente deseo, ser una criatura serena, feliz, lo admita o no lo exija o no el predicativo obligatorio.
¿TROPOS… TROMPOS… TRAMPAS?
Y ahora que las metáforas han sido desmontadas, aislados sus componentes, medidos los términos de sus dos planos, olfateados los adjetivos antepuestos, gustados los pospuestos, desarticuladas las paradojas y las alegorías, expurgados cada oxímoron y todas las metonimias, reelaboradas las comparaciones, calculados los efectos onomatopéyicos de ciertas anáforas, vapuleados los calambures, rodeadas las erífrasis, buscadas y rebuscadas nuevas sinestesias, he quedado exhausto, viejo, seco, sin la tibieza de un buen hipérbaton a mano, sin la energía de un vehemente apóstrofe, sin la profundidad meridional de una pregunta retórica. Muero aquí, bajo todo lo que sé, abrumado de recursos estilísticos, devorado por horribles y fosilizados tropos.
IMPUDICIA
Tafí del Valle en verano es impudicia, desmesura. Imposibilita al pintor su tarea, marea al fotógrafo y al cineasta, enloquece a los habilitados para mirar… Los estetas le ruegan “Basta no podemos con tanto”. Entonces Tafí se ríe en marejada de sol y verde intenso, de flores por todos lados, de perfume a campo. Y acaricia, como un amante satisfecho, la cabeza, las manos, el cuerpo en éxtasis, de sus adoradores.
VOCES DEL FINCIPIO
Yo, la escuchante, recibo estos mensajes. No agrego ni cambio. A veces, intervengo sutilmente, como quien arregla una flor en un ramo hecho por otro.
Ya sabes de qué se trata. Cómo se hace. Lo que se siente. La única recomendación es soltarse. Soltar. Pase lo que pase, oigas lo que oigas, veas lo que veas. Solo sonreír, apaciguar el corazón y preparar las manos, las yemas de los dedos, también los labios. El resto del cuerpo se ocupará de movimientos mínimos.
El escenario del Universo se arma en una fracción de segundo tal como lo concebiste, exacto a lo que pre – creaste desde tu estado de beatitud.
Ahora, todo brilla… increíblemente. Igual que tus ojos.
NI ANTES NI DESPUÉS
“Los monstruos son un abismo de ternura»
Lorenzo Verdasco.
Anfisbena…. musité. Anbisfena de anfisbena, monstruo de un monstruo. El olor dulce y nauseabundo me sofocaba y me impedía la respiración. Las patas o las manos o los apéndices flácidos de la creatura se adelantaban como colgajos hacia mi rostro. Aún no veía sus caras, si es que la tenía o las tenía. Hasta que sucedió la brusca torsión de la hidra. Recordé a Victor Hugo: «l’ hydre universtordant son corpecaillé d’astres». El ser colocó deliberadamente sus múltiples ojos a escasos centímetros de los míos. Nada antes ni nada después en mi vida fue más bello que esa belleza. Lo juro desde donde ahora estoy, desde donde ahora existo: el tibio vientre del ser.
CONFIESO
“Tengo un cierto miedo de mí; no soy de confianza,
desconfío de mi falso poder” C. L.
Somos de la misma estirpe, Clarice Lispector. Ambas desconfiamos de nosotras mismas; admitimos nuestra condición de apariencias, de dobles, de impostoras. El mundo no nos conoce. Somos mucho menos de lo que mostramos y también más. De noche, cuando dejamos sobre la mesa de luz la mirada seductora, los dientes apretados, el pelo tumultuoso, las manos todo pudientes, nos descubrimos pura lágrima, luciérnagas heridas en el centro mismo de nuestra luz.
PLEGARIA A JORGE LUIS BORGES
Padre Borges que estás en las Letras: Vengan a nosotros la hondura de tus búsquedas, el cuchillo de tus osadías. Son catorce las palabras irrefutables en el pelaje del jaguar. Que yo las encuentre y también los otros. «Lo que le ocurre a un hombre les ocurre a todos». Amén.
Biografía de Mercedes Chenaut
Nací el 19 de Junio de 1957 en la provincia de Tucumán, Argentina. Doy fe de que 63 años es nada porque mi vida intensa, que espejo en mis textos, pasó como un suspiro. Procuraré seguir suspirando y escribiendo por un buen tiempo más. Estudié la carrera más cercana a aquello que amaba desde la infancia: la literatura. (Soy Licenciada y Profesora en Letras). Fui una lectora precoz y una escritora precoz. Publiqué en La Gaceta Literaria (en ese entonces Página Literaria del diario La Gaceta de Tucumán), desde mis 17 años y durante tres décadas, en forma ininterrumpida. Ahora, «hago de las mías» en libros propios, redes sociales, revistas, antologías, otros diarios y publicaciones digitales. Fundé y coordino, desde hace más de un cuarto de siglo, el grupo literario «Animarse a Gritar”. Fui cofundadora de la revista literaria «A Turucuto», que está llegando a su sexto número. Mi lugar en el mundo es Tafí del Valle, donde pusimos en valor, con mis hijos, la amada casa heredada de los antepasados, Estancia Los Cuartos, hoy un pequeño hotel con historia y un museo experiencia. Mi dios literario es Jorge Luis Borges. Practico y difundo esa religión desde hace más de cuarenta años a través de publicaciones, charlas, cursos, talleres y experiencias ortodoxas y heterodoxas, como el programa «Borges por radio» (idea y conducción compartida con Carlos Duguech) que se emite por Radio Universidad Tucumán (94.7 Mz) y que ganara el Martín Fierro Federal 2017 y el 2019 en el rubro Educación y Cultura.
Pienso mi país desde el MANIFIESTO ARGENTINO.
LIBROS
- TESTIMONIO DE UN ELEGIDO
- ENFERMEDAD, MAESTRO EFÍMERO (edición corregida y aumentada de Elegí un tumor)
- TREMENDAS
- MADRES TERRIBLES Y OTROS RELATOS huérfanos.
- RESPUESTAS A FACEBOOK y otros textos impúdicos
Mónica Cazón (Tucumán). Escritora, Lic. en Ciencias de la Educación y Especialista en Literatura Infantil/Juvenil. Se desempeña en la UNT en Educación No Formal. Docente en PLAT. Coordina la Asociación Literaria Lagmanovich. Fundó el CIDELIJ Tuc (Centro de Investigación, Estudio y Lectura de la Literatura infantil/juvenil -Ente Cultural-UNT- y el Laboratorio de lectura crítica e investigación “MicroLee”. Gestora cultural. Colabora en La Gaceta Literaria y otros. Lleva editos 12 libros de diferentes géneros.
Gratitud y fruición con mayúscula! GRACIAS!
Que buenos micros Mercedes!!!! Sincericidio y Confieso me han fascinado!!!
Muy bien, Mercedes. Gracias, Mónica.
Qué decir que no haya dicho de Mercedes, «La Borgeanita». Incluyo un breve poema en su homenaje. Ella lo conocía muy bien, camino hacia su «Lugar en elo Mundo» que es Tafí del Valle.
RÍO «LOS SOSA»
Agua arriba,
río que bajas
y te olvidas
de cumbres y deshielos.
Agua arriba quiero hallarte,
nacimiento,
niño en cuna,
agua arriba
y preguntarte
¿Cómo cantas cuesta abajo
si es tu muerte?
Río, dime,
¿o te expandes agua dulce,
agua fresca
en la sal de los mares,
de los océanos
inmensos como el cielo
y conoces, al fin,
la plenitud?