Unos cuantos años después
Por Aníbal Costilla |
Mi Aporte a que el puerto no importe es un espacio que visibiliza la poesía del NOA. En esta entrada, su curador, Aníbal Costilla, hace un balance de estos años de trabajo.
Escucho un río
cruzar sobre las altas ramas.
Jorge Boccanera
Mucha agua ha corrido ya por estos ríos. Y el pronóstico es más que confiable, se revelan abundantes corrientes que irán a cubrir tierras de otras regiones –y esto es profecía– para fertilizarlas de manera cabal y sustanciosa. No importa hasta dónde deban ir estas aguas, importa más bien lo que trasladan en sí, el limo germinal que portan. Si es cierto que el agua purifica, las que aquí se mueven, facilitan un flujo energético cada vez más efectivo y tajante. Para simplificar, hablamos de lo siguiente: desde el primer momento tuvimos en claro que el puerto no importaba si hacíamos nuestro aporte desde la poesía norteña, que desde nuestra propia capacidad creadora podíamos encauzar las corrientes poéticas con sobrada facilidad (condición que hoy en día se le endilga al arte poético, pero que nosotros no concedemos, al contrario, hacemos de él el intento por prestigiar un cultivo y floreciemiento genuino). Digo que el puerto no importa, y es cierto. En estos ríos poéticos existe una potencia que ha sido puesta en valor y pensada como un “arte técnicamente al alcance de todos”, como bien lo dijo Montale.
Desde aquella tarde en Salta, al fluir de la charla del grupo de escritores del NOA que formábamos en ese momento en una lejana feria del libro, hasta hoy, mucho de esa conversación y las proyecciones que teníamos con respecto al quehacer de difusión de obras y autores en espacios que aún no terminaban de configurarse, se ha concretado. Y lo hemos hecho con el apoyo irrestricto de quienes sumaron su aporte de manera desinteresada para que el puerto siguiera sin importar en absoluto. Lo que sí importaba era fluir, sortear los desafíos propios de los espacios autogestionados, en donde todo ocurre por obra y gracia de la fe puesta al servicio del bien común, por la acción fraterna de un grupo de personas que, desde distintos ámbitos y profesiones, unidos por una virtualidad siempre al alcance de un click, siguieron con la tarea ad honorem de abrir los diques para que el agua de la poesía pudiese abrirse paso en diversas direcciones. Cosa que hemos sostenido con verdadera pasión desde el año 2019. Tal es así que en la actualidad hemos sumado a la región de Cuyo y, en breve, haremos lo propio con otras de toda Argentina. Creemos que esta acción nos dará un nuevo impulso, permitiéndonos difundir a poetas que, de otra manera, nunca llegaríamos a conocer de forma inmediata, como lo hacemos desde la fanpage de Mi aporte a que el puerto no importe.
Hoy, luego de varios años, seguimos alimentando la esperanza de poder concretar la publicación (aunque sea en formato epub) de una antología que represente a la totalidad de los poetas que han pasado por la página. No nos detendremos hasta lograrlo, está decidido. Nos une la utopía y la fe. Esperamos que quienes fueron invitados y ya forman parte de esta inmensa comunidad del “Aporte”, nos permitan publicar sus poemas y difundir aún más sus producciones en las ocasiones que sean necesarias, en los distintos eventos que tienen lugar a lo largo del año en estas –y en otras también– latitudes. Es nuestro deseo poder sumar a más colaboradores para el trabajo en la página de las distintas regiones para abarcar mayor cantidad de producciones y, de esa manera, acercar las distintas poéticas (consagradas y noveles) que van dando forma al mapa nacional de la poesía argentina.
En estos momentos somos un grupo de curadores y editores que tiene como único objetivo propiciar la difusión genuina de la poesía del Norte, de Cuyo y también de Argentina, dentro de poco tiempo. Abrimos los márgenes de nuestros propios ríos y exultamos de un entusiasmo que nos hace confiar en que el barco encallará a salvo y prodigará a las nuevas generaciones la revelación de un futuro mucho más auspicioso y afable en cuanto al arte literario-poético se refiere.
Imagen de portada: Rio Salado, Santiago del Estero.
Nació en El Mojón, Dpto. Pellegrini, Santiago del Estero, Argentina, en 1980. Es escritor y docente. Escribe poesía y cuento. Ha publicado los libros de poesías “Mojonerías” (2008), “Historia del Vacío” (2009), “El árbol de los pájaros secos” (2011), “Los días solitarios” (Subsec. de Cultura de Santiago del Estero, 2016) y “De este lado del río” (Equinoxio, 2018), “Memoria del canto” (Camelot América, 2018), Colección “2 Poemas” (Ed. Arroyo, 2018), “Dejarse llevar” (Niña Pez Ediciones, 2019), “Esto parece eterno” (Caleta Olivia, Rangún, 2019). Fue incorporado a la “Antología de Poetas Santiagueños” de Alfonso Nassif (2013). Integra la “Antología Federal de Poesía, Región Noroeste” del Consejo Federal de Inversiones (2017). Publicó textos en diferentes revistas literarias y en los diarios El Liberal y Nuevo Diario (Santiago del Estero, Argentina).
Se encuentran en prensa los libros de poemas “El paraíso podría esperar” (Camelot América) y “La urdimbre del miedo” (Buenos Aires Poetry).-