Sobre un encuentro con la escritora Ildiko Nassr
Por Cecilia Rocabado |
Mi segundo encuentro con la escritora Ildiko Nassr, sucedió en el ámbito de la Feria del Libro de Jujuy. Pienso en algunas postergaciones como necesarias, pienso en que los encuentros se dan cuando deben y donde deben. Recuerdo nuestras charlas por teléfono, aun sin conocernos y la sensación de reconocer la otra voz, de sentirla cerca. Pienso en cómo la Pandemia también propicio estas cercanías, con pantallas y voces que toman forma, como salidas también de alguna historia que se está escribiendo.
Ildiko no es como la imaginé, es más. Me plantea un desafío sin saberlo, no el de la escucha, sino el de la voz. Esas mil ideas que no alcanzo a verbalizar, esa búsqueda de “sacar la voz” que entiendo es la de cada persona.
Comenzamos hablando de la literatura y sus alcances, de la labor escrituraria y su “minimización”, de si se puede o no “vivir de escribir”. Me empieza a relatar un poco más de su vida, sus cotidianos placeres, el hartazgo de las burocracias y las precariedades, esos otros lugares comunes; algunos hilos dorados van tramando sincronías, siento que empiezo a conocerla.
Luego (¿o siempre?), los libros. Este año, la presentación de Diosas Andinas, una pequeña obra preciosa de hojas plegables. Me cuenta que sus textos son el “resultado de como seis cuadernos de notas diarias… deben haber algunos de la cuarentena y de la precuarentena pero son todos nuevos, breves y entra un texto por página”[1]. Consulto sobre la edición, “absolutamente casero” enfatiza, y continúa “se fundamenta en algo que está buenísimo, en No-cosas de Byung-Chul Han y en otro libro de Lujan Cambariere, El alma de los objetos… en esta época de tanta tecnificación y tanta tecnologización hacer algo con las manos es revolucionario” en eso se basa y sustenta la idea de las Diosas Andinas.
Pregunto, entonces, ¿y el libro que vas a presentar en el Congreso?[2]
Sonríe. Se ilumina como si estuviera comenzando a describir un sueño, dice “es un libro de poemas bordado… tomo textos míos, poemas y voy jugando con esta idea de la construcción colectiva”. Me embarco en el entendimiento de tamaña empresa, explica “en este caso la producción es individual pero si está el sentido colectivo; los poemas van de la hoja en blanco, una palabra, dos palabras, voy jugando con esta estructura de ir sumando palabras a los poemas y tomo dibujos que hizo mi abuelo y los bordo. Entonces junto voces de mis abuelos, de mis antepasados y les voy sumando palabras para ir construyendo textos que son independientes pero que se pueden leer en conjunto”. Atino a acotar que se trata de una construcción colectiva y también familiar, mueve el rostro asertivamente “familiar porque retoma esa idea y me ayudan en la construcción del objeto libro, mi madre y mi hermana…porque hay que cocerlo, el bordado y la escritura son mi parte, el armado es de mis mujeres de ojos grandes”.
Relata una experiencia previa de articulación entre bordado y escritura, sus vivencias en la cuarentena “encontrarme con mis raíces permite que otras personas vean ese eco que aparece en todos, porque todos tenemos raíces que son raíces para construir alas”.
Hablamos de las fronteras, de vivir en Jujuy, de las migraciones, de nuestras propias raíces, comparte “nos parecemos más de lo que queremos reconocer…la historia de mis abuelos de parte de padre es tremenda, mi abuelo la compro a mi abuela cuando era bebé y cuando tenía 13 años la mandaron en un barco de carga a encontrarse con su futuro esposo, como una cosa y ella vivió para parir hijos porque tuvo 16 hijos y el día que murió mi abuelo, la libertad …que es algo que se repite mucho en mi literatura”. De las ramas árabes pasamos a las húngaras, voy siendo testigo de un camino recorrido de kilómetros de tiempo y vida, “los padres de mi madre vinieron de Hungría en el 49’, con un hijo pequeño y mi madre en el vientre; mi abuelo volvió a Hungría y le retuvieron el pasaporte y no pudo regresar hasta la Caída del Muro así que también es una historia de abandono y de cómo encontrarnos…”. Me descubre su encuentro con Hungría, en un viaje con su hermana en el año 2017, hablamos de rebozos y colores, vamos encontrando similitudes con mis raíces bolivianas, regresamos a los bordados “una de las propuestas turísticas de Hungría es hacer la ruta del bordado, cada pueblo tiene su propio bordado, su propia estética”.
Bordar, el libro por venir, me continúa planteando interrogantes. Ella afirma “el bordado y la escritura tienen esa relación, la escritura es mucho más que acomodar dos palabras y el bordado es mucho más que atravesar la aguja por la tela, los procesos creativos son similares, las herramientas son distintas”. La imagino cuidadosa y paciente, revela “en cada bordado pones un poco de tu alma y en cada texto un poco de vos”.
Pregunto, ¿y por qué el nombre Bordar? Refiere:”cuando trabajaba en la docencia, en secundaria, a los chicos les costaba entender las formas no personales del verbo, venían aprendiendo que el verbo es acción, entonces me pareció buenísimo jugar con eso…que el titulo no te diga nada de lo que te vas a encontrar en el texto y me parece interesante el nombre genérico de la acción que puede ser realizada por cualquiera”.
Un libro para mundos distintos, una obra intima que interpela y conmueve. Bordar para saber “quien soy en función de esta familia, es mi homenaje y reconocimiento, a esta familia de la que vengo”. Veo a Ildiko, se asoma cada vez más y más, y presiento que este es solo uno de nuestros encuentros. Siento que cada frase dicha puede transformarse en algo más grande, siento que no hace falta decir para saber, ni escribir para decir, cada trama entreteje sus propios designios y cada voz, su propia voz.
[1] De aquí en más todos los entrecomillados son citas textuales de palabras de la escritora.
[2] XXI Congreso Nacional de las Literaturas de la Argentina, que se realizará en la provincia de Jujuy, desde el 28 de septiembre al 1 de octubre de 2022.
Nació en Jujuy, en octubre de 1981 y vivió 18 años en San Miguel de Tucumán, donde estudió y trabajó en distintas instituciones. Profesora y Licenciada en Letras (UNT), retornó a su provincia natal en enero de 2019. Actualmente, es docente de Nivel Superior y realiza trabajos de investigación en la FHyCS de la UNJu. Además, promueve y distribuye libros de La Papa y Edunt en Jujuy.
Me gusta muchos leerlo
Felicitaciones, querida Ildiko por tu tareA de nombrar y de bordar. Ambas acciones conjugadas en la acción de crear pequeños universo. De alguna manera profetizar el mundo.
Gracias a la profesora Cecilia Inés Ricabado por captar y transmitir esencias