Sobre la 1° Feria del Libro de Tafí del Valle
Por Guillermo Montilla Santillán |
Y entonces, como una almenara encendida, surgió esa feria del libro en Amaicha.
Hubo algo ahí que echó a andar y ya no se detuvo. ¿Una respuesta a la hostilidad del momento histórico que atravesamos los argentinos? ¿Quién sabe? Me gusta pensar que sí. Como sea, encendió el deseo –esa fuerza incontestable– de hacer lo propio que, a veces, es lo que demanda la historia.
Fue así que, un grupo de románticos incurables, casi todos sin experiencia previa, pusimos en marcha un proyecto colectivo que aunara a editoriales, escritores, músicos, narradores, bailarines, poetas, copleras, artesanos y pequeños emprendedores gastronómicos de la región, en una verdadera fiesta cultural: la primera feria del libro de Tafí del Valle.
Dos meses de arduas gestiones germinaron el proyecto, con un apoyo incondicional de la Municipalidad, de gran parte sector hotelero y de la comunidad toda. Era movilizador ver el entusiasmo general por el evento y el apoyo formal a su realización. Había ganas y viento a favor.
El 1 de junio –en contra de todo pronóstico– un sol radiante amaneció sobre la peatonal Los Faroles y la carpa esperaba el arribo de las editoriales. El valle andaba entre la expectativa y el entusiasmo. Algo se respiraba en el aire, algo quería encarnarse en un verso, en una copla, en una historia.
La convocatoria fue increíble. Presentaciones, charlas, talleres, música, libros y encuentro, mucho y bello encuentro.
Fueron dos días solares, a puro Inti, de una feria que ya no era nuestra. Era de todos. Discurrió la luna tucumana de Atahualpa –a pura caja y guitarra– en las voces de Ivana Monasterio y Lucas Ávila. Anduvo desenredando emociones la poesía irresistible de la eterna Inés Aráoz. Hablaron los mitos en la voz de Griselda Barale y, entrada la siesta, nos tomamos de las manos alrededor de un fuego imaginario –¡Vaya instante!– para que Ángela Romano nos hiciera parte del antiguo ritual de la especie: el canto colectivo.
Nada queda y queda todo. La alegría de un pueblo, por ejemplo, que ya trabaja para su segunda edición el año entrante.
Pero hay más, mucho más. Porque aquella almenara encendida en Amaicha, repito, ha echado a andar algo, algo lindo. Algo necesario. Algo que enseña de manera tajante, la riqueza, la trascendencia y la vitalidad de nuestras editoriales, de nuestros autores, de nuestros hacedores y su relevancia en el gran juego de tronos de la cultura.
Organizadores de la 1 Feria del libro de Tafí del Valle:
Sol Chirino
Gonzalo Brandan
Naty Díaz
Pablo Donzelli
Actor, director, dramaturgo y escritor. Nació en Tucumán y vive actualmente en Tafí del Valle. Es fundador de la Compañía Teatral Silfos. Sus obras han sido publicadas por el Instituto Nacional del Teatro, Argentores, Ediciones Corregidor y Puerta Roja Ediciones.