Reseña de Matar a Kant, de Belén Cianferoni
Por Fernanda Álvarez Chamale |
Matar a Kant de Belén Cianferoni (Santiago del Estero, 1987) es un libro simplemente precioso: ¡vaya oxímoron! Me explico: se trata de un textuario-poético selvático y citadino al mismo tiempo, salvajemente moderno, hermoso no sólo porque como objeto lleva una ingeniosa ilustración en la tapa y la edición cuidada de una cartografía afluyente página a página contra la razón textual y la razón en sí misma, sino porque en el trazo de esta escritura lectoras como yo, por ejemplo, que amamos a Chantal Maillard igual que Belén, nos encontramos con uno de esos tesoros que ya no soñábamos hallar, no al menos en este siglo ni en esta tierra. Ya sé que los tesoros son cosas muy personales, pero este libro consigue hacer de la experiencia de la lectura un lugar de encuentro de algo que parecía que buscábamos sin saber, de algo que de cualquier manera nos encontraría no sólo porque está ahí, disruptivo e imperioso cual nubarrón de febrero o vómito de resaca, sino porque te lleva de las orejas a los lugares que frecuentamos clandestinamente en sueños o en mundos paralelos y te deja ahí, parada -yo lectora desnuda- mirando lo que no quieres ver, matando lenta y necesariamente tu inútil trillado caballo de troya.
Sí, Belén lo mata, mata a Kant y a Platón, otra vez, sutil y seductoramente, con la inteligencia que le ha provisto su cuerpa testeadora del mundo, aquel dispositivo sensorio enredado en lo que ella insiste en llamar su enfermedad. Y es que Matar a Kant es también un modo de llamar a las cosas que parecen implacables e innombrables con el peso y la intensidad de la realidad que las palabras no siempre consiguen transmitir ni mucho menos transmutar. Belén le quita la moral a la razón, pone en evidencia las múltiples imposturas del pensamiento auto-percibido como verdadero, cierto o sublime. Para experimentar, comienza por ella misma: se desencaja, se descabeza, llora, deja de enojarse, se ríe de ella misma con una risa a veces sarcástica y otras irónica. Hace oídas sordas al qué dirán del pueblerino mundo globalizado que la rodea y, en cambio, dice, no deja de decir, de senti-decir, de decir-pensar, de pensar-sentir, a veces con el pecho abierto de la pena por el desencanto de los amoríos permitidos; otras, con la dulzura de la sabia-bruja que la habita a fuerza de tropezones con sus propios malabares. En ocasiones, también, con el ímpetu de la intelectual, deshoja las mil lecturas que sensible e inteligentemente acumula de lectora insaciable, entonces nos habla de Piaget, de Vigotzky, de Chomsky, de Foucault, Nietzsche, Lacan y de Kant (de nuevo) como si le hablara a una tribu que no entendió nada o casi nada (y es que sí, a la luz de este libro empezamos a comprender que no entendimos casi nada).
Pero lo que resulta fascinantemente conmovedor de este libro es que alguien quiera matar la razón como lo hace esta autora, desde un hueco enunciativo en que se asume sobreviviente, frágil, enferma, desbordada, insuficiente, anclada en un ahora y aquí tan frágiles como ella:
“Esto soy,
este pequeño genoma caprichoso
que decidió habitar
un pequeño gran mundo.
Este pequeño capricho de la ciencia
que burla la gravedad
cada vez que mueve un pie.
Este sello malcriado
que recae sobre una tira
de papel en el lugar específico
y con la tinta justa.
Esta excepción que justifica las reglas.
Eso soy.”
Con todo esto que se nombra, Belén hace de su escritura un lugar habitable no sólo para ella sino, sin dudas, para cualquier lector o lectora que, en su paso por este viaje de desnudez inesperada, quiera anidarse a sí mismo mordiendo su propia anclada identidad moderna occidental.
27 de mayo de 2020, en Cuarentena, Salta, Argentina
María Belén Cianferoni (1987) editó los siguientes títulos: Damage Therapy (2013). San Salvador de Jujuy: Intravenosa Ediciones; Vudú (2017). Buenos Aires: Peces de ciudad Ediciones; y Matar a Kant (2020). San Miguel de Tucumán: Gerania Editora.
A este último pueden encargarlo a gerania.ed@gmail.com
Mi nombre es Fernanda Álvarez Chamale, nací en Salta en enero de 1980. Me gusta leer, investigar y escribir. En los rizomas que esas actividades facilitan, me encanta la docencia, el diálogo senti-pensante crítico, la palabra como militancia y el intercambio colectivo que transforma los días y, con ellos, las ganas, las oportunidades de aprender e integrarse al mundo caótico de afuera y de adentro y el ensayo de eso que amamos llamar empoderamiento.
Me desempeño como docente e investigadora en la Universidad Nacional de Salta y en la Escuela Provincial de Bellas Artes de la ciudad de Salta. Soy Profesora, Licenciada y Doctora en Letras; también Especialista en Ciencias Sociales (demasiados títulos para apenas conocer mi lengua). En el ámbito académico mis temas de interés se vinculan con la Lingüística y la Sociología de la Lectura y la Escritura.
Fuera del área académica de mi especialidad, brindé talleres literarios para adultos mayores durante cuatro años en la sede de la Universidad Católica de Salta, a través del convenio Universidad para el PAMI. También el taller de lectura y escritura creativa experimental OllaBrava y una Clínica de poesía desde el 2015 hasta el 2018 junto con Fernanda Salas y Florencia Arias.
De mis pocas y queridas obras de poemas publicadas, puedo mencionar: Contingencias (2015, Intravenosa, Editorial de Jujuy); Biomas (2016, Larvas Marcianas, Editorial de Santiago del Estero); Piedras Descalzas (2017, Cuaderno de Elefantes, Editorial de Tartagal, Salta); Nataciones urbanas (2018, Killa, Editorial de Salta). Algunos de mis poemas se encuentran publicados también en las siguientes antologías: Antología Eva decidió seguir hablando (Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2009), Antología Sumergible (Sumergible, Jujuy, 2013), Marcia Larvaria. Antología marciana de poesía Vol. I (Larvas Marciana, Santiago del Estero, 2015), Odiotodo (Fanzine, Killa, Salta, 2016) y Columna Norte (27 Pulqui y Almadegoma 2016), entre otros. En el 2015 gané la copa Ginebra, como primer premio del Primer Slam de Poesía oral organizado por PolleraPantalón en la ciudad de Salta. Los principales y más frecuentes sitios de publicación de mis textos son mi cuenta personal de facebook y el Blog NadaDora http://doranadaporfin.blogspot.com.ar/
E-mail: fermariachamale@gmail.com