Final de mito* Por María del Carmen Pilán | Y se encontraron en una esquina cualquiera. Una lluvia de estrellas misteriosas iluminaba la noche. -Ariadna, ¿eres tú? – preguntó con una voz guardada desde siglos. Ella lo reconoció al instante. Tiro del hilito que tenía guardado en el bolsillo, lo atrajo hacia sí y se lo llevó definitivamente. ¿El minotauro? Había sido sólo un pretexto. *2º Premio de Poesía Concurso