Palabras de presentación -Gabriel Gómez Saavedra- Leo a Paula Cardozo y llegan con facilidad estas líneas que Borges escribió en “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”: “Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de hombres”. Y es que las personas son conscientes de que en ellas habita una multiplicidad de seres extraños, que no las alejan de sí mismas, sino que —y esto es lo monstruoso— las acercan
poesías
Poemas de Octavio Cadenas
Palabras de presentación -Gabriel Gómez Saavedra- Salirse del objeto del poema, tomar la distancia necesaria para observar la manipulación que ejercen sobre él las fuerzas naturales de la poesía, es lo que transmite Octavio Cadenas en estos versos que aquí se comparten. Ese alejamiento, sin embargo, no implica un dislocamiento real, sino una acción que profundiza la identificación entre testigo y objeto. Si bien el autor elije el rol del
Poemas de Juan Lix Klett
Palabras de presentación -Gabriel Gómez Saavedra- Juan Lix Klett crea para sus poemas un pájaro despojado de anclaje material, que trepa la poesía como si fuese el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Arriba, se mira en el reflejo de la manzana y no se reconoce, y la serpiente le convida el sabor de la culpa y de la soledad. Y así, con un tono clásico y desangelado,
Poemas de Alexander Rivadeneira
/// Castelli —escribe Castelli—, leé lo que escribís. Y no llorés. Andrés Rivera Me vi en el espejo y sentí que, hasta ese momento, no había vivido me has hablado de una atalaya y del miedo de la mudez y pensé en Castelli también me hablaste de los Quilmes y su resistencia de sus atalayas, de verdad atalayas, y el polvo levantándose a kilómetros el brillo de los cascos anunciando
Poemas de Gabriela Álvarez
Los poemas aquí reunidos pertenecen al libro La Mujer Suelta (Santiago Ciudad, 2022). Me pregunto si la comunicación es algo que nos llega tarde. ¿Qué es tarde? dice Lilian. Un cuerpo oprimido. Me duelen los omóplatos y no puedo tocarlos. ¿Crees en lo que puedes cambiar? DAÑO Mientras lavo mis dientes pienso en cómo lucir el rostro que heredé. No quiere ser decente. Estoy en ese limbo de parecerme a
Una lectura para “La puerta”, de Néstor Rodolfo Silva
Por Gabriel Gómez Saavedra | ¿Qué grado de vulnerabilidad atraviesa un espíritu, para necesitar al infinito como tabla de rescate? Néstor Rodolfo Silva (1922-2013) escribió “La puerta” (Ciudad hacia la noche, Ediciones del Consejo Difusión Cultura, 1963), un poema que desnuda ese estado, pero sin recurrir a un tono desesperado, sino a un lenguaje que parece un rezo frente a lo irreversible; un rezo en solitario y sin dios receptor:
Una lectura para “Marzo”, de Guillermo Orce Remis
Por Gabriel Gómez Saavedra | Quizá por brevedad y por solidez, entre tantos poemas que intenté memorizar a modo de perros de compañía, éste es uno que todavía no agota su loop y vuelve sin dificultad cuando lo evoco. Llegó hace unos veinte años como un obsequio inesperado, tras un expurgo de la biblioteca de la Peña El Cardón. El bibliotecario de ese entonces me permitió elegir entre varios títulos
Poemas de Gustavo Luján
Por Gabriel Gómez Saavedra | Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser. Alfredo Le Pera Totalmente ajenos al ejercicio de fijar la materia entre alfileres y darle una nueva dimensión a partir del análisis del ojo lírico, estos poemas de Gustavo Luján. Hay en ellos una intención de deshilarse imperceptiblemente a medida que se avanza de verso a verso, porque
Poemas de Lily Jalile
Por Gabriel Gómez Saavedra | Los poemas de Lily Jalile se perciben como un remolino de espíritu deductivo, que debe su fuerza interna a todo lo que pudo absorber del universo que lo rodea. Lo que se indica o canta en ellos, por más íntimo que se presente, siempre parte del todo al que pertenece, y ese todo nunca deja de gravitar sobre él: “Es día de gloria, de estrago
Poemas de Ohuanta Salazar
Por Gabriel Gómez Saavedra | No se puede tener recuerdos sin haber sido niña o niño, y alimentado los sentidos y el monte del espíritu para la decodificación del mundo que llega con la adultez. Mundo que nunca termina de gotear el cúmulo de significaciones con que se aclaran los ojos. Ohuanta Salazar desgrana una voz vitalista que parte y sueña desde su niñez, y la introduce a un mapa