Dramaturgia colectiva sobre «La forma del agua», de Gino Ostuni (Bolivia)
Por Cecilia Vega |
“Sé porque intentamos mantener vivos a los muertos: intentamos mantenerlos vivos para que se queden con nosotros”, escribe Joan Didion en El año del pensamiento mágico, libro sobre la muerte de su esposo y el proceso del duelo. “Memoria Azul” es una obra que transita por los recovecos de la memoria buscando recuerdos que iluminen una noche lluviosa en un intento de mantener vivos a los muertos.
La obra fue mutando desde que la directora, Lucia Dzienczarski, la estrenó como trabajo final de unas materias de la carrera de teatro de la facultad, basándose en “La forma del agua”, de Gino Ostuni pero alejándose del texto original para conservar las ideas principales: la memoria, el paso del tiempo y los recuerdos. Se estrenó por primera vez en el 2019 y volvió a estrenarse este año cambiando de función en función. A mí me toco verla en la sala La colorida; al ingresar nos encontramos en un ambiente oscuro, intimo, con los asientos ubicados muy cerca del escenario donde transcurría la acción llevada a cabo por lxs actores: Luciana Torres, José Patricio Padilla y Franco Ruhe.
En la oscuridad escuchamos el agua que envuelve el escenario donde los actores junto con una sábana blanca, único elemento donde se apoyan los sucesos, interpretan a niños que, encerrados por la lluvia, solo pueden jugar y esperar. Luciana Torres interpreta a la madre; su acción se concentra casi en su totalidad en los márgenes, rodeando a los niños, entrando y saliendo del centro del escenario. A medida que avanza la obra, gracias a los diálogos de los personajes, los juegos y peleas, vamos reconstruyendo recuerdos de un suceso trágico, pero la memoria es laberíntica y tramposa: la obra mantiene un ritmo cíclico, volviendo cada tanto a las mismas preguntas en un intento de detener el tiempo, retener el pasado para no olvidar, pero, a pesar de nuestros esfuerzos, “los detalles siempre se pierden”, repiten los personajes.
Joan Didion se resiste a dejar el tiempo pasar porque mientras más tiempo pasa menos vívidos están los recuerdos de su esposo; los niños en memoria azul se debaten si salir hacia la lluvia o continuar intentando recordar. La obra nos enfrenta al miedo del deterioro de la memoria, a lo inevitable del paso del tiempo. Joan Didion finaliza su libro sentenciando que debemos renunciar a los muertos, dejar que se conviertan en la fotografía encima de la mesa: la madre de memoria azul despide a sus hijos y les permite, finalmente, jugar en la lluvia. Al salir, la obra nos deja con un interrogante: ¿cómo cristalizar el dolor en recuerdos que mantengan vivos en nuestra memoria a quienes ya no están?
Lucía Dzienczarski es artista escénica tucumana (1994). A veces se desempeña como actriz, directora, gestora cultural o todo eso junto. Formada en la UNT como Prof. en Juegos Teatrales (2016) y Licenciada en Teatro (2020); becada por el prog. Movilidad Académica de Grado en Artes, UFSC (Brasil, 2018). Realizó performances en Tucumán y Florianópolis (Brasil) referidas a temáticas de DDHH, entre otras. Como actriz participó en diferentes obras teatrales, resultando seleccionadas en festivales locales e internacionales. Como gestora cultural, participa en equipos de gestión de forma ininterrumpida desde el año 2014. Interesada en proyectos colectivos, desde la perspectiva de género y político territorial. Actualmente se encuentra realizando una Maestría en Teatro (UNICEN), tomando clases con María José Medina (Actuaciones Taller) y ensayando otros proyectos escénicos.
Ficha técnica de Memoria azul
Actúan: Luciana Torres, Jose Patricio Padilla y Franco Ruhe
Diseño de vestuario: Germán G.
Diseño de luminotecnia: Jorge Pérez Lucena
Fotografía: Gabriel Lemme – Estudio en Llamas
Asistencia técnica y de dirección: Solana M. Alonso
Dirección: Lucía Dz González
Nació en San Miguel de Tucumán el 24 de junio de 1994. Es Licenciada en Artes Plásticas por la Facultad de Artes de la UNT y forma parte del grupo de investigación en artes independiente Linde Contemporánea. También realizó talleres de poesía y participó de las últimas ediciones del FILT (Festival Internacional de Literatura de Tucumán).
Increíble. Volví a emocionar y enterder algunos paisajes