Sobre poemas de Gastón Amarú Biza
Por María Paz Fourmantin |
Cuántas veces leemos y escuchamos que en este mundo estamos hiper comunicados. El aislamiento y distanciamiento preventivo llevó al auge de las plataformas que permiten leer, hablar, comunicarnos con otres. En uno de tantos mensajes llegó este blog y lo leí de corrido. ¿Con quién canalizar mis preguntas, mi lectura, cuando se termina todo ahí? Los poemas los escribe Gastón, un pibe privado de su libertad, pero una psicóloga que junta sus cartas con poemas es quien creó el blog y desde allí llegan estos versos a nosotres.
Esta nota es una invitación a empezar y terminar en la lectura. Mirar desde la ventana virtual esas realidades que creemos conocer pero poco entendemos.
¿Qué pueden decir?
Nada pueden decir
si no lo vivieron
no vivieron esos ruidos continuos que aturden el alma
candados baratos
humo por todos lados
peleas, discusiones, amenazas que trastornan a uno.
Resuenan los poetas César González[1] y Walter Juárez[2], que desde los márgenes también dicen. Retratan la sociedad sin tamices, caminando el transcurso de su vida en el desencanto que no podemos ya dejar de mirar. Todo parece detenido ahora, aunque todo siga su curso repetitivo. Pensamos y filosofamos juntes en lo, que nos rodea, cada rincón de la realidad.
Lluvia
¿Viste cuando llueve?
Dicen algunos que es cuando llora «Dios»
Yo creo más en lo natural de este planeta.
En esta celda tan oscura
llorar es lo más cerca que estoy de la lluvia…
II
Trato de ver la realidad. A veces sueño. Trato de quedar dormido prácticamente todo el día. Es en ese preciso momento en el que me escapo de la realidad. Esta realidad que me supera y me desgana. A veces me pregunto si existe ese ser que maneja el universo, si me está viendo y permite pasar este mal momento.
Sólo queda un vacío y un silencio…
El blog esta teñido de silencios y espacios negros, con el ritmo intranquilo y a la vez paciente de la espera. Esa que hoy tiene en vilo a todes, en una fachada de igualdad donde se hacen patentes los privilegios de siempre. Mientras tanto, la muerte asola con más frecuencia acá y allá, asemejándonos en los discursos angustiados.
El descansar es algo que en mi celda cuesta bastante.
Los pibes dependiendo de antidepresivos para no perder la cordura.
La ropa apesta a olor a tumba.
El ruido eterno del caño del baño
las ojeras que delatan mi sufrimiento.
«Todo pasará», me dicen
pero lo veo tan lejano…
Esto es el infierno
Solo me queda por experimentar el cielo…
Gastón tampoco puede hablar con nosotres. Sin embargo, sabe que sus palabras están empezando a circular y nos pregunta, consulta… como si dialogara con quien lo lee a tiempo, en este destiempo de pandemia. Sus escritos son eco de anhelos perdidos de aquellas voces silenciadas o no escuchadas. Las ganas de contar y enseñar sus historias inseparables del contexto.
La vida del pobre es tan dura
pibes que limpian vidrios parados en los semáforos como estatuas.
La gente frena con sus autos de alta gama.
Hay quienes duermen en la calle, en la interperie
van ellos repartiendo estampitas de santos para la gente
así hacen un par de moneditas.
Yo solo no puedo cambiar esto y lo sé.
Es muy triste…
Solo es cultura urbana…
Pero por sobre todo, hay un optimismo persistente… su pasado hoy le da lugar a reescribir nuevas páginas en su historia personal, repitiendo el amor como deseo, concretable hoy o en otres que vengan después.
Pienso igual que vale la pena intentar seguir luchando (…)
(…) Aunque cueste.
(…) a ese niño tan dulce
de ojos que me hacen acordar al mar
Sólo por él, parca no me vas a ganar.
A destiempo del lector, desde un confinamiento antes del confinamiento, lo leemos en casa. Quienes podemos, quienes algo más tenemos. Nos trastoca leer el pensamiento y los sentimientos. Nos hace ver pequeños, ausentes, casi desubicados mientras en la otra pestaña vemos las calles ya rebalsadas de gente que viene y va.
Mientras el poeta repite y repite la pregunta del tiempo [¿Cuándo llegará?…hasta cuándo] nos seguiremos viendo en las palabras del autor[3].
[1] http://www.laizquierdadiario.com/Cesar-Gonzalez-y-el-precio-por-ser-libre-de-verdad
[2] https://www.eltucumano.com/noticia/actualidad/237527/walter-juarez-el-poeta-changarin
[3] https://bizagaston.wixsite.com/gastonamarubiza/blog
Fotografía 1: Martín Taddei
Profesora en Letras de la UNT. Enseña en el nivel secundario donde se mantiene fresca y en la cátedra de Latín donde irremediablemente admite el paso del tiempo. Por su inquebrantable fe en la literatura, este año empezó a dictar un Taller Literario en la escuela. Publicó unos poemas en la antología del concurso Leopoldo Lugones, que quizás la ayuden a mostrar lo que escribe hace tiempo. Mientras tanto lleva a sus alumnes a cuanto concurso haya. Tiene una pila de libros en su mesa de luz, porque últimamente huye a las montañas cada vez que hay sol.
Me encantó!
Maravilla y esperanza que en semejante momento pueda expresar y ser leído. Lo aplaudo de pie.
Muy bueno… hay versos que hacen tangible su dolor y que emocionan como «En esta celda tan oscura llorar es lo más cerca que estoy de la lluvia»
Gastón tiene una sensibilidad aguda y una transparencia inusual que inspiran ternura y esperanza…..
Excelente poder leerlo! Gracias para quienes trabajan tanto por el otro ❤️
Nada pueden decir si no lo vivieron…. creo que sabato dijo que parecia que cuando el artista sufria, quizas por la necesidad de escaparse, generaba sus mejores creaciones… . Gracias por compartir
Es la realidad de muchos changos, es la gran desigualdad q los castiga, ellos tienen la esperanza y sueñan con cambiar pero al salir vuelven a su realidad esa q no cambia esa q no le da tregua, esa dura y cruel realidad. «Creer q el que quiere puede» es lo más mentiroso q se dice… No señores son muchos lo que quieren y son muy pocos los q pueden.