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ISSN 2684-0626

 

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Atlas Tucumán: una flâneur que trazó su propio mapa de la ciudad

Entrevista a Magalyn Brizuela sobre su muestra Atlas Tucumán

Por Leopoldo Silva |

En la muestra Atlas Tucumán, de Magalyn Brizuela, hay alguien que recorre Tucumán. Una caminante que lejos de deambular sin rumbo parece saber a hacia qué punto se dirige, pero que en el camino, en ese transitar por las veredas, busca tesoros en las estructuras más antiguas de la ciudad.

Una flâneur con celular en mano que se detiene una tarde de otoño en una esquina, que posa la mirada y encuadra justo donde se cruzan la luz del atardecer y las líneas horizontales de una antigua casa del Bajo convergen en una ventana azul imperial. Entonces toma la foto y sigue caminando. A los días la acción se repite, pero ya no es una antigua casa, sino una cúpula de Barrio Norte que se le aparece como si la mirase por primera vez. Eso hizo Magalyn Brizuela, les tomó retratos a nuestras estructuras durante muchos años.

Y, aunque sin darse cuenta, fue construyendo con su celular su propio archivo de la ciudad. Uno que ocho años después de comenzar decidió ordenar y que ahora nos lo muestra montado en una sala.

Atlas Tucumán está compuesta por más de trecientas fotografías y se inauguró el mes pasado en la casa cultural Tamañoficio. La exposición nos revela esa ciudad que siempre parece estar yéndose, pero que continúa dando bocanadas y se mantiene a flote en sus edificios antiguos, en los vestigios, en los vitrales, en las líneas y colores de las cúpulas y techos. Así, el Tucumán que fue, es y será nos muestra un costado más simétrico, más bello.

La muestra se abre como una posibilidad de narrar la ciudad, una que elige el cruce entre arte y la arquitectura como recorte para guardar en la memoria. Un mapa que también invita a aquellos caminantes de la ciudad a mirarla nuevamente y buscar, seguir buscando lo que Tucumán nos muestra a su paso.

En esta entrevista hablamos sobre la muestra y sobre caminar por Tucumán:

¿Desde hace cuánto sacás fotos de la ciudad? ¿Cuándo se te ocurrió que todas esas fotos hechas con tu celular eran parte de algo que después se transformó en la muestra?

Realmente no podría hablarte de una fecha exacta porque sacar fotos es un hábito recurrente que tengo desde que tuve mi primera camarita digital. La foto más vieja que encontré y ubiqué en la muestra es más o menos de 2016, pero es bastante probable que tenga otras y se hayan perdido en las profundidades de discos duros o internet.

La muestra es parte de un proceso más largo que era finalizar mi carrera universitaria. 

Las fotos y su diagrama en tanto una suerte de archivo o mapa es algo que vengo pensando hace un tiempo ya pero no encontraba la forma que más me cierre para llevarlo a cabo. Eventualmente se fueron conjugando varios factores que me llevaron a trazarme un camino que más o menos me agradaba para que se lleve a cabo: cursé una materia sobre arquitectura en la facultad, conocí el Atlas Mnemosyne de Aby Warburg en clase de historia del arte, hice un curso sobre patrimonio de Tucumán y charlé con la psicóloga (jaja), también con amigos y así se fue definiendo el surgimiento de este Atlas.

—¿Qué buscas cuando salís a caminar por la ciudad? ¿Tenés rutinas establecidas o recorridos?

Camino mucho, siempre que puedo; prefiero moverme de un lugar a otro. Camino también para distenderme, el movimiento me ayuda a enfocarme en lo que deseo con más lucidez: tanto si quiero trabajar mis ideas desde adentro como si estoy en el plan de encontrar cosas en lo que veo en el camino, o sea empezar por afuera.

Mi rutina de caminata larga es una que me gusta decirle el tour de plazas: ya sea que empiece por Barrio norte o Barrio sur (yo estoy justo al medio). La idea es pasar por todas, la Alberdi, la Urquiza, la Independencia, la Yrigoyen, la San Martín y la Belgrano, tratando de variar las calles por las que paso de un punto a otro. El orden depende de mi ánimo y energía. Siempre me pareció mucho más lindo Barrio sur, tanto por lo pintoresco del barrio como por la gente, así que si tengo mucha energía arranco por Barrio Norte hasta llegar a la plaza San Martín y si no estoy con tantas ganas me voy directamente hacia el sur por si no llego a cumplir con el tour completo. 

¿Qué tiene Tucumán para ofrecerle al flâneur casual? ¿Tenés calles y recorridos favoritos?

Tucumán es bien caótico por donde lo mirés, pero creo que eso es parte de su encanto y hay que aprender a quererlo así. Es complejo, es un palimpsesto enorme donde los edificios tienen un montón de reescrituras de estilos. Es una tarea difícil puesto que no contamos con veredas muy agraciadas pero creo que lo más lindo y lo que más sorprende a la gente que no tiene la costumbre es cuando mirás para arriba: me pasa que a veces subo alguna foto a mi Instagram y me preguntan dónde es tal o cual cosa, y es en calles hiper transitadas como la peatonal de la muñecas o cerca del bajo, pero creo que es justamente esa vorágine y el paso acelerado los que te llevan a que no mirés hacia arriba, simplemente hacia donde el cuerpo te indica para no tropezar con una baldosa floja. A cualquier persona que tenga ganas y un rato libre le recomendaría pasear por el centro una mañana de domingo, o también a la siesta, cuando empieza a caer el sol y las luces acentúan los detalles en la arquitectura.

Cuando era más chica me gustaba mucho caminar por Las Heras, desde la Crisóstomo en adelante. Hoy en día creo que no tengo una calle favorita. Me gustan las veredas anchas porque puedo ver mejor todo, te da otro punto de vista menos apretado. Me parece que hoy lo que más me gusta es lo que me resulta novedoso, esas calles que siento que no miré con suficiente atención todavía. El otro día pasé por Las Piedras al 100 y encontré casas con detalles que me parecieron muy hermosos, pero lo bello estaba en la novedad.

Viendo Atlas Tucumán parece que muchas de las fotos habían sido hechas en días feriados a la mañana. Como si a esa hora, como si la calma dejará ver algo que en otro momento no. En ninguna foto aparecen personas.

En realidad, las fotos están hechas en cualquier día de la semana sólo que a mí me gusta esperar a que justo no pase nadie por el frente (si ves en mi celular tengo como diez fotos de un mismo edificio y en nueve salen autos o personas transitando). Creo que lo que me interesa es tener un registro de algo que en otro momento ya no va a estar. También eso me lleva a reflexionar sobre la belleza y lo mutante de su sentido en mi parecer. Hay sí una intención en que no salgan personas en las fotos si lo pienso un poco más porque mis caminatas son una actividad muy personal, en general no logro observar y abstraerme cuando voy con alguien más (también pienso que debe ser molesto estar parando cada media cuadra para que yo me ponga a sacar fotos jaja), entonces creo que lo que se ve es un poco lo que me pasa en estos momentos: estamos la ciudad y yo, nadie más.

¿Cómo fue el trabajo con el archivo? Son más de trescientas fotos. ¿Qué mapa trazaste para llevarlo al montaje o qué líneas seguiste para armar el Atlas?

Fue bastante complejo, pero también la parte más divertida a la hora de montar. Inicialmente tracé grupos como paneles en los que se iban a agrupar las imágenes según cualidades estilísticas o morfológicas (por ejemplo Art Decó, detalles geométricos, ventanas, puertas, etc.) guiándome del Atlas Mnemosyne de Aby Warburg que es un historiador que me llamó mucho la atención; pero la verdad es que a la hora de verlo en el espacio no convencía, también porque inicialmente había pensado en incorporar mapas, croquis y otras formas de pensar el espacio y la arquitectura pero un poco me excedió la ambición de ese proyecto así que me limité a trabajar con lo que tenía a mano. 

Lo que surgió fue una suerte de collage enorme en donde es bastante difícil de entender los grupos si no sos un poco observador o estás familiarizado con la arquitectura, porque un poco así veo yo a Tucumán. Era medio acartonado fragmentarlo en grupos organizados por temas cuando Tucumán no es así, sino todo lo contrario: un monstruito caótico que se reproduce constantemente y genera híbridos sobre híbridos hasta que uno no puede terminar de discernir si una casa tiene realmente un estilo que no sea uno propiamente tucumano: el que escapa a la clasificación.

—Trajiste baldosas para la inauguración.

Las baldosas fueron una sugerencia que surgió de mi amigo Ale Fanlo, la persona que maneja Tamañoficio que fue el lugar elegido (y sin duda el más idóneo) para hacer la muestra. En algún momento le comenté que me había robado un par que estaban flojas en los trayectos y surgió la idea de mostrarlas en una vitrina como si fueran fósiles en un museo de Biología. De eso surgió una especie de Lado B de la muestra porque ya no se trataba de mirar hacia arriba sino hacia abajo, que es algo que también hago bastante, y que me parece es el punto de vista común del peatón promedio que busca no tropezar. También incorporé un video con este mismo sentido: unos 4 minutos de tomas que tenía de mis pies caminando por distintos lugares.


Instagram de Magalyn Brizuela: https://www.instagram.com/maguibri/

Registro fotográfico: Jimena Montenegro (https://www.instagram.com/imaginariofoto/?hl=es)

Una respuesta a “Atlas Tucumán: una flâneur que trazó su propio mapa de la ciudad”

  1. Raul Manuel Ramirez dice:

    Fantástico, realmente una visión de la ciudad en detalle, y una calidad para describir su trabajo.

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