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ISSN 2684-0626

 

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Cuando lo ultralocal se funde con el cosmos

Por Verónica Juliano |

Puedes vibrar
en once dimensiones
cigarra oscura.


Arturo Álvarez Sosa

Intensos debates teóricos se suscitan en torno a la pertenencia de las literaturas. A la afirmación de una identidad posible que se tensa entre lo local y lo global; entre la tradición y sus desvíos. Borges, por ejemplo, decía que nuestro patrimonio es el universo mismo: en nuestra fatal condición de argentinos podemos ensayar, sin temor, todos los temas. Podemos pensar nuestra tradición como algo abierto, ensanchado, y no como una determinación que coarta la libertad –acaso, un bien supremo–.  

En idéntica sintonía, el poeta Arturo Álvarez Sosa hace su apuesta. Y la redobla. Su poemario titulado Multiverso (1999), editado por el Grupo Editor Latinoamericano, además de jugar con la polisemia de la palabra (el título puede pensarse en términos de una multiplicidad de versos), se construye –en clave de astrofísica– como universos poéticos en expansión.

Resulta interesante cómo a partir de la organización del poemario, que alterna poemas extensos con otros brevísimos, se sugiere el movimiento de una materia viva que se expande y se contrae. La poesía palpita junto al cosmos: mora en él y es habitada por él, en perfecta consustanciación. Todo es vibrante e intenso: desde las partículas mínimas, elementales, hasta los sistemas más complejos de organización cósmica.

Pero, ¿quién tañe las cuerdas que hacen estremecer al multiverso? ¿Quién alumbra al mundo que acontece en la penumbra? Acaso sea el cuerpo único que forman los amantes entrelazados en el extravío de la pequeña muerte. Acaso, la pulsión erótica y la tanática sean la condición excluyente para la existencia de aquello que concebimos como Todo: la suma de los orígenes y de los finales. Acaso, concluyo, ésa sea la única patria posible para los poetas: el territorio del amor, o mejor aún, el de la lengua que inventan para expresarlo.

Cómo sabes
que vives
si no mueres.

*Imagen: Multiverso de Arturo Álvarez Sosa, Nuevohacer, 1999.

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