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ISSN 2684-0626

 

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«está comprobado que una comunidad que apoya su literatura tira menos papeles en el piso»

Libros Tucumán es una librería especializada en literatura de Tucumán ubicada en Lola Mora 73, Yerba Buena – Tucumán.

 

 

 

 

 

Elogio del disparate

Por Verónica Juliano |

Hay textos que marcan un antes y un después en el camino de todo lector. Textos cuyo poder transformador modela no sólo nuestra manera de leer sino también nuestra forma de mirar el mundo y de vincularnos con los otros y con todo lo que nos rodea. Textos que nos interpelan a reposicionarnos y, consecuentemente, al movernos, nuestra perspectiva deviene en otra, en alteridad viviente. Poder hacer propio el sentido de la otredad es, sin duda, uno de los argumentos irrebatibles a la hora de postular la importancia social de la lectura. Su dimensión, sus alcances, su condición necesaria.

En mi vida lectora, uno de esos textos ha sido el estudio que Bajtín realiza sobre la cultura popular. Quizás suene demasiado específico, pero hay principios de su teoría literaria que se conectan directamente con la vida. Allí radica su máxima virtud. Entre ellos, el dialogismo: no puede pensarse la palabra por fuera del intercambio social (aun cuando se trate de un hablante solitario). La palabra está habitada por las múltiples voces que la preceden, que la coexisten y que la suceden.

Otro de los pilares de su pensamiento es el lugar central que tiene la risa en la vida de los pueblos. Con su potencia desacralizadora, no sólo en tiempos festivos, la risa es igualadora: invierte los roles prefijados y desarma las jerarquías en la sociedad. Con este gesto, la risa devela lo injusto: demuestra que nada es inmutable, que todo es susceptible de cambio y que la revolución es posible. La risa engendra la utopía: por eso los gobiernos autoritarios viven temerosos de su amenaza y anulan el derecho a la felicidad compartida. 

Los detractores del poder social de la risa insisten en que reírse es cosa de niños, de tontos o de locos. También abogan por la inutilidad del juego. Es sabido que el juego instaura un tiempo dentro del tiempo, con reglas propias, que erosiona el statu quo y abre la puerta –necesaria– para la transgresión. Nos insta a desobedecer. El psicoanálisis ha escrito diversos tratados sobre la broma y el chiste. Y también la literatura que, desde tiempos muy antiguos, comprendió todo lo aquí expresado.

En Acentos para una balada y otros poemas (2003) de Julio Ardiles Gray hay una pequeña sección llamada “Disparates”. Resulta muy sugerente su inclusión ya que en el poemario se alternan algunas formas poéticas canónicas como las baladas, los sonetos y los haikus con poemas escritos en francés y una carta a un joven aspirante a poeta (similar a las bellísimas cartas de Rilke). En este contexto, la presencia de estos versos disparatados constituye una fuga, un desvío. Rimas humorísticas que parodian las cancioncillas infantiles, a veces carentes de sentido.


Con sombrero o sin sombrero
yo te aguardo, yo te espero
hasta el treinta de febrero.

Los disparates habitan el territorio incierto del absurdo, de la ironía; propician la risa que, enmascarada de inocente, cuestiona lo preestablecido; desarman el (mal) llamado sentido común momificado en forma de certeza. En la lista de “Refranes inútiles” puede leerse: Todos los caminos conducen a donde el diablo perdió el poncho. Asistimos al derrumbe de la incuestionable sabiduría popular.

Los disparates se insubordinan a la razón porque su única lógica posible es la del desacato. Ardiles Gray quiso desacralizar la lírica adentro de ella misma. Como un juego o como un gesto irreverente, el monterizo comprendió –como también lo había entendido Leopoldo Marechal– que es signo de buena salud para la poesía que sea, a veces, tan solemne como un pedo de inglés.

*Imagen: Acentos para una balada y otros poemas, Ediciones del rectorado, 2003.

2 respuestas a “Elogio del disparate”

  1. Nora Lia jabif dice:

    Es muy hermoso lo que has escrito. Cierto. La risa exorciza.

    • Vero dice:

      Gracias Norita! La risa nos revoluciona en cuerpo y alma. Un abrazo

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