Entrevista a Laura Rafaela García
Por Mónica Cazón |
Conversamos la especialista en literatura infantil Dra. Laura Rafaela García de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.
-Laura, contános cómo surge tu interés en el tema infancias y juventudes.
-Empecé a trabajar en este tema para mi tesis de doctorado, pero siempre me atrajeron los libros para chicos. Me acuerdo que cuando era chica para los cumpleaños se acostumbraba a regalar libros, así que para los cumpleaños de mis hermanas o para el mío recibíamos versiones muy hermosas de los clásicos que formaban parte de la biblioteca común. También, una fuerte influencia fue mi mamá que siempre estaba rodeada de libros. Ella estaba especializada en el área de Lengua y entonces cuando encontraba algún cuento que le gustaba mucho en algún manual o en un libro lo compartía con nosotras.
Una vez que me recibí de profesora pude sumarme a los talleres de Mandrágora que Rossana Nofal coordinaba en ese momento en la Escuela Sarmiento. Entre el deseo por enseñar y las ganas de aprender siempre estaba mi interés por la lectura de los libros para chicos.
-¿La experiencia docente es un disparador que preocupa y ocupa?
-Particularmente, al estudiar con perspectiva histórica la literatura argentina para niñas/os y jóvenes fui descubriendo la importancia de atender a la formación literaria del docente o de los futuros docentes. Esa fue una preocupación de las escritoras del campo infantil argentino desde María Elena Walsh en adelante. Mi experiencia en terciarios y cursos de formación me llevó a preguntarme por las herramientas necesarias para acompañar a los docentes a formar nuevos lectores. Herramientas que están dadas o no desde las instituciones educativas. Ahí viene la responsabilidad que supone estar comprometida con la investigación en ciencias sociales y el hecho de buscar acompañar la formación docente generando auténticas experiencias con la literatura y otras manifestaciones del arte. Porque creo que solo desde la auténtica experiencia de lectura se puede invitar a otros a formarse como lectores de literatura.
-¿Cuáles son los objetivos y actividades de un taller literario para niños y adolescentes? Entiendo que Mandrágora es un prestigioso espacio.
-Yo estuve muchos años en Mandrágora y ahí aprendí mucho sobre literatura y lectores. Lo más original de Mandrágora es que acercó a los lectores que transitaron por años los talleres a la escritura y posicionó a los chicos como escritores.
Creo que el espacio del taller literario para niños y adolescentes tienen la posibilidad de ampliar la mirada de los lectores. Para eso es importante generar cierta complicidad a través de los textos y armar un repertorio común con el que es posible jugar dentro y fuera del taller. Otra cuestión central es la selección de los textos para eso hay que contar con una importante biblioteca, o tener una textoteca –como dice Laura Devetach- que se pueda compartir. El trabajo del adulto mediador requiere de tiempo para leer textos, para probar y conocer los intereses de los lectores con los que interactúa, y comprometerse con la variedad que ofrece la literatura en ese pasaje por diversas historias y personajes, por distintas tramas y las infinitas direcciones del lenguaje estético. Además, en el caso del taller para chicas y chicos no se pueden olvidar los juegos con el cuerpo porque es necesaria esa actividad creativa que se transforma en energía a través de saltos, bailes o actividades manuales que ponen la atención en algo nuevo que se propone en ese espacio.
Para mí la maestría del tallerista o del adulto mediador está en hilvanar esas cuestiones a partir de un texto o de una propuesta ficcional y, desde ahí, ir ampliando las posibilidades de los lectores. Es el esfuerzo cotidiano por construir algo con otros sobre el lenguaje estético.
–Según Vygotsky el aprendizaje se produce cuando un niño se enfrenta a una tarea que está justo más allá de su nivel de competencia actual, pero que puede ser realizada con la ayuda de alguien más. S. Tobón (2008) concibe las competencias como procesos complejos en los cuales los individuos actúan de forma creativa ante problemas de su vida cotidiana, con el fin de darles solución. ¿Dónde crees que la literatura infantil-juvenil debe centrar su eje para lograr una niñez y adolescencia lectora?
-Más allá de las competencias, la literatura que elige a niñas/os y jóvenes sin subestimarlos centra el eje en lo creativo. Una vez que estamos posicionados ahí es que podemos entender lo creativo como ese poder que tenemos todos, que tiene diferentes manifestaciones (el lenguaje, las distintas formas artísticas, la música hasta la comida) y que depende con frecuencia de factores sociales y culturales. Por eso, es fundamental nutrir la imaginación desde la infancia y propiciar ambientes estimulantes.
-Sabemos que en nuestro país nos encontramos con sectores vulnerables de marcado analfabetismo ¿Se deben adecuar las lecturas, o los modos de implementarlas?
Es un tema delicado…me parece que no hay una regla general, que es necesario poder atender a los casos y ahí la tarea se multiplica… Por eso, es importante proporcionar herramientas al adulto mediador porque la responsabilidad vuelve a él, y no se le puede exigir algo que no se le proporciona en la formación. Conocer una variedad de textos con distintas extensiones y recursos para ponerlos a funcionar de acuerdo con las circunstancias es distinto a adaptar las lecturas. Por eso el tiempo dedicado a la formación es importante en todas las instancias porque es un momento de descubrir textos, autores, historias que después pondremos en juego de manera creativa y de acuerdo a las características de la situación.
-¿Cuáles son sus libros de consulta dentro de la literatura infantil juvenil?
-¡Qué buena pregunta! En primer lugar, los ensayos críticos de Graciela Montes El corral de la infancia, La frontera indómita, Buscar indicios. Construir sentidos, La gran ocasión…y sus textos ficcionales, ¡claro! En segundo lugar, un texto que siempre me ayuda a pensar la dimensión creativa del lenguaje es Gramática de la fantasía de Gianni Rodari y hace poco descubrí en un taller a Bruno Munari otro italiano imprescindible para reflexionar sobre el trabajo con la imaginación. Después, sigo mucho las lecturas de Michèle Petit por la mirada actual y atenta a lo subjetivo en relación con el arte. Estoy leyendo su último libro Somos animales poéticos…de ahí mis lecturas críticas tienen que ver con la obra de Josefina Ludmer y las publicaciones en línea de colegas y especialistas.
-Sin dejar de mencionar a los clásicos como Hermanos Grimm (Jacob y Wilhem); Clives Staples Lewis, Cabal, Chris Van Alsburg, Walsh, Bornemann, Roald Dahl, Garland, Beatrix Potter, Ana María Shua, María Cristina Ramos, Adela Bach, Pescetti, Anthony Browne, Liliana Bodoc, Andruetto, Tonke Dragt, en fin, imposible nombrar a todos, ¿cuáles nuevas lecturas recomienda para niños en edad escolar y para adolescentes? ¿Podría seleccionar tres autores por etapa y por qué?
-Me gusta hacer estas recomendaciones cuando alguien me pide para reglar libros, el tema es que yo no me oriento mucho por las edades y entonces pregunto por los intereses de los lectores y sugiero armar una bolsa con tres que sean distintos y divertidos…Además, en todos los casos creo que hay que acompañar ese momento de lectura…ese es el secreto sobre todo al principio. Después los lectores deciden. Y aun así, no podremos garantizar que se convertirán en lectores de una vez y para siempre pero al menos les aseguramos esa experiencia cercana con la literatura que debería ser una prioridad en la infancia.
Para los más chicos Camaléon de Dúo Karma que viene con código QR para escuchar la canción además de leer la historia es una linda propuesta. Después, Sale la luna de Cecilia Pisos y un clásico es la colección Los Morochitos con algunos textos más poéticos y otros más narrativos.
Para los lectores que ya disfrutan de los juegos de palabras y las historias una autora muy importante en la actualidad es Laura Wittner. Uno de mis favoritos es Veo Veo. Conjeturas de un conejo y, una vez que los lectores conocen los cuentos clásicos se pueden divertir con ¿Y comieron perdices? de la misma autora. Una novela linda para lectores que ya están acostumbrados a textos más extensos es Nadar perrito de Florencia Gattari. Un libro con microrrelatos de otra escritora contemporánea que me gusta mucho es Brevario de Silvina Rocha y para los lectores que buscan cuentos están los de la colección Libros del Malabarista con títulos de Montes, Roldán, Schujer, Ema Wolf, etc.
Otro mundo irresistible que se presenta para los nuevos lectores es el de los libros con imágenes o libros álbum, y ahí pueden confluir distintos sectores del público porque en muchos casos las propuestas estéticas son diversas pero esa diversidad se puede atender desde las propias experiencias de lectura de cada sujeto. Pienso en la producción de autores integrales como Isol, Itsvan, Juan Lima, María Wernicke, Pablo Bernasconi, Gabriela Burin, Mariana Ruiz Johnson y podría seguir…Después están las duplas imperdibles Alberto Pez y Roberto Cubillas, Andruetto e Istvan, Nicolás Schuff y Maguma…para nombrar autores solo del campo nacional.
-Dentro de la materia optativa Literatura Infantil y Juvenil que dicta, ¿existe un corpus de literatura infantil juvenil del NOA que abarque los diferentes géneros? ¿Microficción, cuento, poesía, haikus, novela, historietas, etc?
-La materia está pensada más en relación con el campo infantil nacional porque muchos estudiantes llegan a cursarla pensando en un fenómeno particular y ligado a la escuela. Y mi propósito es vincularla con la literatura argentina y no reproducir una posición marginal para el campo sino mostrar la dimensión estética y no didáctica de esta zona de la literatura. Muchas veces resulta un descubrimiento para quienes la cursan y creo que los textos se presentan como hallazgos para revisar la relación entre literatura e infancias. Pero no llegué a incluir en el corpus autores del NOA. Estoy haciendo una reconstrucción del campo de la literatura infantil en Tucumán durante los primeros años de la recuperación democrática y ese proyecto me está llevando a pensar en la relación de los escritores y mediadores tucumanos con las infancias. Pero, ¡es algo en lo que estoy trabajando!
-Fortalecer a mediadores y a las familias de generaciones inmersas en la tecnología es una de las principales tareas para formar niños y jóvenes lectores. ¿Se dictan talleres para mediadores y familias? ¿Existe un interés genuino por parte de la sociedad sobre la lij?
-Creo que un rasgo histórico de esta zona de la literatura es que forma parte del interés del espacio privado de la familia y del espacio público como escuelas, bibliotecas, librerías… porque la formación de lectores es algo que sigue teniendo una valoración positiva a pesar de los cambios de la era digital. Me parece que aquí en Tucumán no hay espacios así. Pienso que para eso se requiere una apertura de los adultos para leer literatura por fuera de las posiciones celebratorias o románticas en torno a la infancia. Hay que correrse de los propios modos de leer para explorar lo que la literatura que va en dirección contrahegemónica tiene para decirle a las nuevas generaciones de lectores. Creo que no hay algo así para un público amplio… que abarque a los adultos… ¿podríamos armar algo así, no Mónica? ¡Ja! Desde lo académico sí lo pienso y propongo talleres y otros espacios para interpelar los modos de leer de docentes y futuros docentes en formación -ese sector del público me interesa mucho-, que se animan a explorar espontáneamente esta zona de la literatura.
-¿Qué opinás de la tecnología como herramienta dentro de la lectura y escritura, y de la IA?
-Es todo un desafío y son cambios a los que también hay que adaptarse. Hay una línea emergente de ficción digital que está pensando en la lectura literaria en las pantallas. Para mí el punto es reconocer los textos que proponen una experimentación estética, ir armando un itinerario propio. A partir de esa experiencia responder qué es literatura para cada una, a partir de textos y autores porque es ahí donde se ponen en acción los criterios estéticos. Se trata de una búsqueda y la literatura siempre presenta indicios para que avancemos en ese camino.
-Hablanos sobre tu nuevo libro Literatura para las infancias en conjunto con Carina Sione, Carla Indri, y Marta Zamero.
-Es un libro que responde a un sector del público que está muy asediado por el propósito alfabetizador de los primeros años de la escolarización y nosotras le damos espacio a la literatura desde investigaciones situadas, desde la especificidad de lo literario que vamos construyendo a lo largo de los primeros capítulos del libro. En mi caso, mi capítulo busca contribuir a reflexionar sobre la literatura para las infancias desde la investigación y la crítica literaria actual, vigente en el campo. Esta zona del saber está creciendo y eso es importante para la formación docente. Pero siempre falta más, y en esa dirección este trabajo propone revisar las categorías teóricas y críticas en juego para abordar la literatura en las aulas. Es un libro de descarga gratuita que se encuentra alojado en la Editorial de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (EUAR). El acceso gratuito a este tipo de publicaciones actualizadas y situadas para pensar la práctica de lectura literaria en educación inicial y primaria es una apuesta por llegar a una mayor cantidad de docentes y otros mediadores.
-¿Próximos proyectos?
-Muchos…estoy acompañando nuevos proyectos de investigación de los que aprendo por los desafíos que suponen. Proyectos de tesis sobre literatura juvenil y bookstagramers, sobre el género de terror y los jóvenes lectores, sobre libro álbum y cuestiones de género…son proyectos atractivos e interesantes que me entusiasman. En lo personal, estoy avanzando con esta investigación sobre la institucionalización de la relación entre infancias y literatura en la UNT y sus vínculos con el campo nacional durante la recuperación democrática. Además, mi proyecto de carrera como investigadora avanza en distintas direcciones que buscan aportar a esta zona de la literatura…Al mismo tiempo, sigo apostando por las nano-intervenciones con la literatura desde las aulas de la facultad, desde los espacios de formación docente que gestamos con colegas y desde Tapiz que es una red de investigación de literatura para niñas, niños y jóvenes en la que trabajamos con colegas de cátedras afines de otras universidades públicas.
Laura Rafaela García es Doctora en Letras por la UNT e Investigadora del CONICET. Es jefa de trabajos prácticos en la materia electiva Introducción a la Investigación Literaria de la carrera de Letras y desde 2019 dicta la materia optativa Literatura Infantil y Juvenil en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Se desempeñó como tallerista para niñas, niños y jóvenes del Grupo Creativo Mandrágora y trabajó como docente en el nivel secundario y terciario. Es autora de Los itinerarios de la memoria en la literatura infantil argentina. Narrativas del pasado para contar la violencia política entre 1970 y 1990. Este libro fue premiado por la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA), e integra la lista de “Los Destacados ALIJA-IBBY 2020-2021”. Sus investigaciones actuales abordan temas como “La institucionalización de la literatura infantil y juvenil en la UNT en los primeros años de la recuperación democrática (1985-1987)”. Entre sus principales intereses profesionales se encuentra aportar a la revisión de los modos de leer la LIJ y contribuir a la formación literaria de los docentes como mediadores entre los libros y los nuevos lectores.
Imagen de portada: Laura Rafaela García, por Martín Taddei
Mónica Cazón (Tucumán). Escritora, Lic. en Ciencias de la Educación y Especialista en Literatura Infantil/Juvenil. Se desempeña en la UNT en Educación No Formal. Docente en PLAT. Coordina la Asociación Literaria Lagmanovich. Fundó el CIDELIJ Tuc (Centro de Investigación, Estudio y Lectura de la Literatura infantil/juvenil -Ente Cultural-UNT- y el Laboratorio de lectura crítica e investigación “MicroLee”. Gestora cultural. Colabora en La Gaceta Literaria y otros. Lleva editos 12 libros de diferentes géneros.