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ISSN 2684-0626

 

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«está comprobado que una comunidad que apoya su literatura tira menos papeles en el piso»

Libros Tucumán es una librería especializada en literatura de Tucumán ubicada en Lola Mora 73, Yerba Buena – Tucumán.

 

 

 

 

 

Haciendo

Muestra de poesía tucumana inédita

Por Gabriel Gómez Saavedra |

A los poetas incluidos en esta selección para “La papa en la literatura tucumana” sólo los aglutina una característica: la de no haber publicado un libro personal de poesía, hasta la fecha; ese hito desde donde podemos hacer base e interpelar hacia atrás, con más o menor tensión, el devenir de nuestra escritura. Ricardo H. Herrera escribió, exponiendo su propia experiencia con respecto al tiempo anterior de ser editado: “En aquel tiempo la poesía me pertenecía de manera absoluta, en cierto modo era sólo mía, no tanto porque me tuviera sin cuidado que muchas otras personas transitaran un camino parecido al mío, sino porque la noción de desgaste le era totalmente ajena”. Ahora, cuando se refiere al tiempo posterior al de ser editado, Herrera dice: “Pero lo cierto es que no bien salimos del anonimato, en cuanto se publica una página, ese Edén queda atrás y se penetra en la historia. Al paso que se va fortaleciendo la conciencia literaria del poeta, se debilita la inocencia del origen”. Bien, algunos de los ocho poetas de esta selección están con un proyecto editorial personal en proceso y los otros fueron incluidos en distintas antologías —algunas con proyección nacional e internacional—. El uso del gerundio con el que se bautizó a la muestra, indica que su contenido es materia móvil (qué poesía no lo es), más allá del presente que le tocó en suerte. Porque todos los poetas están, actualmente, en estado vital de producción. 

Por el lado del estilo, prima la heterogeneidad; no necesariamente determinada por las diferencias generacionales, por ejemplo, el autor más joven (nacido en el año 2000) se roza con líneas más clásicas y alejadas de “su” siglo, como el neoromanticismo.

Yendo a la noción o, mejor dicho, a las nociones de territorialidad literaria, nos encontramos con poetas nacidos en la provincia, con residencia en otra y viceversa, y con poetas nacidos en San Miguel de Tucumán, con residencia en localidades del interior y viceversa —sabemos del papel determinante en la visibilización de las producciones literarias que hegemonizan las capitales en este país, tan acostumbrado al unitarismo cultural—. Ni siquiera la palabra “Tucumán” o sus derivadas aparecen mencionadas. La provincia, si se insinúa, surge como una construcción ontológica y personal para cada poeta. 

Abordar una compilación siempre resulta odioso (en lo personal, prefiero el término “muestra” al de “antología”), por el brillo de las ausencias. Pero en un leve recorte de la realidad poética de nuestra provincia, como éste, no hay pretensión ni posibilidad de imposición subjetiva, ni de didactismo, ni de asentar un punto de referencia para esta segunda década del siglo.

Lo mejor será olvidar este preludio e intentar sumergirse en los poemas más allá de cualquier criterio de ordenación. Porque todo criterio de ordenación de un material poético, es un límite; y un poema, si logra ser considerado como valioso por el lector, es una suspensión espacio-temporal que degrada cualquier borde. Estos poemas ya fueron disparados hacia tal fin, sin saber si terminarán en esquirlas incrustadas en una pared muda o en semillas caídas en tierra fértil.

***

Mary Lobo

Nació en 1959, en Los Gutiérrez. Reside en San Miguel de Tucumán

II

Mensajera de vida y muerte

de abundancia 

y escases.

Destino irremediable de rastreadora 

de viajes

por caminos de viento 

por el centro mismo 

de la obediencia.

***

Eran los bombos 

la lejanía avanzando.

La virgen al hombro, 

la cruz

y otras cruces más pesadas

el sol

un cortejo interminable

plegaria y sudor

por mi culpa

por mi grandísima culpa.

Llegar al altar 

para expiar 

yo detrás 

al borde del pecado

en la garganta una procesión

un rezo

que nunca aprendí

y confundí 

con murmullos 

de hojas a merced del viento.

***

Entre cuadros antiguos

observa 

ojos que miran 

más allá de la muerte

mujeres vestidas de gris 

cuyos nombres ya nadie recuerda.

Por su sangre

surcan sonidos de campanas 

cuando en el espejo

encuentra rasgos de todas ellas

 en su frente.

Por la ventana ve 

un pájaro muerto 

con el pico abierto entre las ramas 

pero está vivo.

***

En el hueco de un charco 

crece la burbuja 

y un croar 

multiplicándose.

Después de la tormenta

la calle quedó tan húmeda 

que no sé si encontrará 

las huellas para volver.

Nicolás Soria

Nació en 1964, en San Miguel de Tucumán. Reside en Acheral.

La ventana

La ventana que abro

recorta el polvo

y el silencio de la calle,

caminos solitarios entre cañaverales

o de rosada claridad

sin que el sol brille

como el silencio, que hace poco

fue en la poesía

un pan para mi alma.

***

Los viajeros

que viajan por su sangre

como si pescasen peces

en el mar de sus sombras

quieren comunicar

rasgos técnicos lingüísticos,

no sé si de su sangre

o de los peces

que se le pudrieron

en la memoria.

***

A Cristina Galindo

La materia gris

que te edifica

hace que seas eterna.

Nunca tu vida, mi amor,

será vacía.

Es tu sonrisa 

no el sol

de esta tarde

lo que ilumina.

***

A través de la ventana

A través de la ventana,

la vereda

es un enchastre de hojas

en el agua que quedó

de la tormenta de anoche.

Yo quedé sin niebla ni sueño

sin todo el tiempo

de mi tiempo.

Virginia Weiss

Nació en 1983, en San Miguel de Tucumán. Reside en la misma ciudad.

Hoy

levanto mis hombros acongojados

para ver el jardín

de las posibilidades.

Quizás baste un minuto

para comprender o 

para jugar,

antes que el tiempo

caiga

pesado

al llano.

***

Me entibian los rayos

de un sueño

de selva.

Cierro la puerta.

Me concentro en el temblor

de la tierra húmeda,

en la corriente eléctrica

de la cueva,

en los polvos

al viento.

¡Pobre fiera

sin presa entre sus dientes!

***

Los ruidos llenan 

de hambre.

Observo

mi vientre inflamado

de harinas calmadoras.

Siento

pesas en mi estómago.

Un vaso de agua

no es

suficiente.

Tomo

una bocanada de aire

para aguantar,

esperando

al clima callado

la boca

que suelte.

***

Pataleando

El tintineo en la cabeza

indica que pronto,

todo mal acabará.

Mientras

me queda refugiarme

en la Fe

a todas las creencias;

en los sueños

que patalean acumulados

para no morir.

Alejandra Naranjo

Nació en 1984, en Santa María (Catamarca). Reside en San Miguel de Tucumán.

Linaje 

tengo un atraso de vida 

inflándome el vientre 

en la oscuridad de mi sombra 

me encontré 

cambiando la luz de otros 

mientras la mía,

se apaga en el deseo

la extrañeza 

de una mujer sin dudas 

sierva de su propia saliva 

soy el reflejo de todas esas otras 

después 

de un naufragio

***

En la orilla 

ahora que ya cabalgué todas las imágenes, 

que ya planché las marcas

meciéndome en esta barca 

dejándome secar al sol…

encontré a mi alma abrigándose en la orilla  

quedándose entre los juncos.

Esperamos para zarpar 

***

Hoy no es ayer 

Un enjambre de abejas navega el océano Atlántico. Las focas toman baños de lluvia, aquietadas en las orillas, dormidas. Los astronautas patrullan el Perito Moreno. Al otro lado, los cocodrilos pescan resfriados en el desierto. En la Cordillera de Los Andes se inundan de polvo los volcanes, y un terremoto le cerró el paso a canguros y avestruces.

Pero aquí, las tazas con sus manchas de té devoran el espacio y la silla de enfrente no se ha movido en un año, la heladera siempre quedó entreabierta, la cama no se deshizo (ni una sola vez) del lado derecho y la puerta del baño no golpea más de impaciencia. El frío no es un problema, para eso está la alfombra de los pies, y el aliento a mate lo sigo guardando para un domingo después.

***

Humus de Gaia 

Tragaré un poco de poesía 

para que salgan alas amarillas.

Una dosis máxima,

nada 

de medias vidas.

Voy a inhalar las líneas 

de algunos versos 

que hablen de 

amor

pasiones 

y vida 

Que de éste suicidio 

crezcan rosas chinas,

afloren nardos en mi torso

y de mis cabellos 

broten helechos. 

Me quedaré

con los brazos abiertos 

para que se enreden las madreselvas 

con los troncos del jazmín del cielo 

enraizándose en mis piernas. 

Este jardín de perfumadas tripas 

dará refugio a los pájaros

y sombra a los sapos

mientras duermo

en el barro 

de todos mis abrazos.

Emilia Gutiérrez

Nació en 1986, en San Miguel de Tucumán. Reside en la misma ciudad.

Una carta

Cada vez que te amo

el rostro que tuviste

se une al que tendrás

cuando ya no exista

conjugación posible

donde tu palabra

me incluya

y sólo sea una cosa

inclinada y triste

en el historial

de tu memoria.

***

Un deseo

Una vez vi

una manta caer

abrigando al aire.

Deseo

que mis palabras 

así te hablen.

***

Visita al jardín

Ojalá tengamos

cada vez menos

de lo que tenemos,

—te dije despacio—

hasta que no haya

ninguna otra opción

más que encontramos.

***

Dos palabras

Leí que donaron un corazón

al hombre que vive

al final de aquella avenida

y vos y yo, mi vida

sin podernos asir

el cartílago de una mano

en esta noche de luces 

renegadas

e infinitas.

Victoria L. Vera

Nació en 1989, en San Miguel de Tucumán. Reside en Buta Ranquil (Neuquén).

Él 

abre picadas 

en las líneas de mis manos,

matorral húmedo 

donde cabecean las aves

y engordan las orugas.

Corre por ellas como un niño.

Como un niño se detiene

cayendo.

En su caída

ascienden los tallos

los rayos

la lluvia.

***

Chica del mesozoico

Sin caso reescribo poemas viejos.

Sin caso guardo mis ropas gastadas.

Se marcaron los codos en mi remera roja

y perdí el sentido de tantas palabras como pelos.

¿He crecido?

¿El paso de los años conmuta proporcional y ordenadamente

la experiencia?

Retrocedo de vez en cuando.

Me fui.

Siempre quise irme,

mirar de lejos.

Al pie de un volcán, 

sobre suelo mesozoico,

vivo.

Retrocedo en todas las aristas posibles del tiempo.

Aquí hubo mar.

Hubo seres del mar, hubo olas,

tsunamis, cataclismos, 

sonoros coletazos.

Se fueron también.

El vacío recuerda y tiene formas.

***

Hora de volver

Hora de volver, piensa la pájara.

La lombriz relampaguea en su pico.

Qué pasaría

se pregunta

si se está un rato más sobre ese álamo

si regresara más tarde

o mañana

o después 

o después.

¿Morirán de hambre los pichones?

¿Se derrumbará el hornero?

***

Él encuentra una semilla.

Él ve una semilla.

Dice:

“Parece el ojo de un pájaro”

Y hace el pájaro para el ojo.

Miguel García

Nació en 1998, en San Miguel de Tucumán. Reside en Lastenia.

Borrachos

I

Uno llora mientras 

se pisa las trenzas

para acariciar el suelo.

La noche 

se hace eco

más si mira

buscando nido una esperanza 

que no se deje

borrar.

II

Otro de ellos

se pone una mano en el pecho

y una en el bolsillo;

no tiene bastón.

La voz así 

como un imitador

de su posición corporal.

Ríe —a veces 

no sabiendo— su ridículo.

Los testigos 

hacemos como en la cancha,

aunque sepamos que es llanto

la carcajada.

***

Los truenos te callan

Afuera el fuego

acorrala mi ganado

cual destello de penumbras.

Miro hacia arriba, al cielo

perdiendo el tiempo.

Observo al fantasma

expandir sus malezas.

Harapos emergen en el día

cual cataratas,

trueno y silencio.

Recorro la capital asustado.

Mi fuego calla ante ellos;

ellos expanden mi silencio.

Se extinguen las colinas de

abundantes azules.

“Pero tú siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti, pensando en ti

como ahora pienso.”*

* Los versos entre comillas son un fragmento de la canción “Palabras para Julia”, de José. A. Goytisolo y Paco Ibáñez.

***

Chomba celeste

La verdad 

tengo tantas ganas de salir a la calle 

con la chomba celeste

esa desgastada

pero no lo hago

nunca lo hice

porque 

¿cómo ir vestido así

si tengo ropa en buenas condiciones?

O está arrugada 

vieja

sucia 

o gastada

Me gusta usarla para salir

pero sólo la uso

para estar en casa

con las ojotas

o con los cortos

Solamente

es una remera

¡pero cómo me gusta 

patear la puerta con el codo!

quiero llevarla puesta

para salir a la calle

porque es un día para salir a la calle

porque discutí por estupideces en mi casa

Ideal para la chomba celeste

y tirar 

abrir la heladera y desparramar todo

porque me calientan

Es el momento

de la chomba celeste

Pero no 

tampoco hoy

si esa chomba celeste

sigue tirando agua 

en el vaso gordo

Ezequiel Balasone

Nació en 2000, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Reside en San Miguel de Tucumán.

Certeza

Un camino

Una montaña

Una estrella.

El mismo sendero

Un lago que corre

A los pies del destino

Y yo no puedo

Encontrar 

En el tiempo

El hueco

Para cruzarlo.

***

Poema 7

Qué aterrador compartir mis sueños

Con personas que no veo

Con personas que siento

Pero personas que no toco.

Qué aterrador que invadan

Mis sueños los fantasmas

Y yo los deje

Para no soñar

Tan solo.

***

Poema 8

Soy como la lluvia que golpea de lejos

Voy cayendo y desvaneciendo la tierra.

Voy goteando despacio por tus brazos

Y humedezco tu cabello al ritmo de tus pasos.

Alborotando el barro y sirviéndome en los árboles

Hasta que la luna te inunde el camino

Y puedas respirar, con el viento fresco

Que corre por tu espalda.

Soy, de repente, las estrellas que sientas en tus manos

Cuando intentas acariciarme después

De la tormenta.

***

Poema 9

Preparé mi regreso como si todo fuese mentira

Me sentía inútil

Sin parpadear

Sin lograr detener el tiempo o volverlo atrás.

Quisiera que alguien

Me despierte

Y me obligue a quedarme como si escuchara

Mi querer.

Como si alguna vez

Algún sueño

Se hace eterno y me dejara ser feliz por un rato más.

***

Imagen: «Ella quiere hablar de su pasado» (2019), de Emilia Gutiérrez. Técnica: collage manual. Instagram de la artista: @cerezanegracollage.

14 respuestas a “Haciendo”

  1. Nicolás dice:

    Estos poemas ya fueron disparados hacia tal fin, sin saber si terminarán en esquirlas incrustadas en una pared muda o en semillas caídas en tierra fértil.

    Me encantó, Gabriel. Muchas gracias!

  2. Arturo dice:

    Muy buena selección

  3. Susana Noe dice:

    Muy buena selección

  4. Excelente. Siempre será poesía.

  5. Gabriel dice:

    Gracias Marx. Siempre!

  6. Alejandra Naranjo dice:

    Lxs extraño!
    Gracias Gabi, por avivar la llama poética que algunxs escondimxs para sobrevivir a este tiempo, ahora vamos a la muerte misma de la noche a la mañana pero con Espiritu lleno, ahí nos reavivaremos en cada verso.

  7. Marcelo Drachenberg dice:

    Excelente, Gaby. Abrazo

  8. […] su número del 29 de septiembre de 2019 La papa editó la primer muestra de poesía Haciendo (https://lapapa.online/haciendo/), una selección de poemas de ocho autores nacidos y/o residentes en nuestra provincia que, hasta […]

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