Por Cecilia Vega |
El tema que más dio vueltas en mi cabeza durante este encierro fue la calle. La cuarentena y el miedo parecían habernos quitado la calle como lugar de encuentro y manifestación tanto política como artística. Si consideramos lo público como estar expuesto a la alteridad y pensamos la tarea de lxs artistas en la esfera pública como visibilizar lo invisibilizado pidiendo una respuesta del otrx[i] ¿Cómo afecta a todo esto la reclusión y el distanciamiento social?
Saliéndose del estereotipo del artista que se aísla en su taller a trabajar solo, Contagiamos imágenes es una propuesta de la grupa federal y transfeminista Cama redonda que invita desde sus redes[ii] a artistas de todo el país a realizar intervenciones en el espacio público durante las salidas permitidas. Estas intervenciones nacen de un trabajo comunitario horizontal, en el que si bien lxs artistas están aisladxs en sus casas comparten imágenes, frases y técnicas para crear las obras. «Hay un contagio de sororidad, entusiasmo y deseo que nos mueve a pensar en otres y eso hace dejar muy de lado los egos o autorías», me dice una de las artistas tucumanas que forma parte de la propuesta.
Esta grupa pone en cuestión todas las ideas que tenemos sobre el arte: la del genio creativo, la autonomía del arte y la autoría (ideas que fueron formadas por un mundo del arte machista y hegemónico). Contrariamente, esta grupa prefiere poner énfasis en las prácticas y la obra de arte pasa a ser lo que sucede en lxs espectadores, al ser interpeladxs por estos stickers en sus salidas a la farmacia o al super.
Contagiamos imágenes nace de un deseo y un interrogante ¿Cómo trabajar lo público estando alejadxs de la comunidad? A partir de ello, arman estrategias para volver a la calle pero no como un llamado a romper la cuarentena, sino como una búsqueda de recuperar la cercanía cuidándonos, repensando este aislamiento que nos invita al individualismo y buscando acercar al otrx problemáticas que surgieron y se agravaron durante este tiempo: los femicidios, la educación en la virtualidad, la precariedad del trabajo artístico, el estado crítico de los sectores históricamente desfavorecidos, entre otros. Para lograrlo lxs artistas realizan una «curaduría expandida», sacan al arte de los lugares convencionales hacia la calle y usan el espacio de manera crítica para convertirlo en público, con imágenes que invitan a lxs peatones a salir del ensimismamiento y pensar en otrxs; también hacen uso de la virtualidad viralizando estas imágenes en las redes sociales, acercándonos el espacio exterior a nuestras casas y a la vez construyéndolo.
Somos conscientes de que vivimos en una
sociedad que se rige por las imágenes, condición que se acentúa con las redes
sociales y la situación que atravesamos, pero las imágenes y el arte no son solamente
un reflejo de la realidad. «El arte es constitutivo de la ideología, no su
mera ilustración. Es una de las prácticas sociales por medio de las cuales se
construyen, reproducen e incluso redefinen visiones particulares del mundo»
(Pollock, 1988, p.75). Por esto, la importancia de esta grupa y su manera de
concebir al arte contraria a la tradicional, contraponiendo lo colectivo a lo
individual, llevando estas imágenes a las calles para recordarnos que el
espacio público todavía existe y es un territorio de disputas de sentido.
[i] Rosalyn Deuts Público, Conferencia en el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), 19 de noviembre de 2007.
[ii] Instagram: https://www.instagram.com/contagiamosimagenes/ Facebook:https://www.facebook.com/contagiamosimagenes
Nació en San Miguel de Tucumán el 24 de junio de 1994. Es Licenciada en Artes Plásticas por la Facultad de Artes de la UNT y forma parte del grupo de investigación en artes independiente Linde Contemporánea. También realizó talleres de poesía y participó de las últimas ediciones del FILT (Festival Internacional de Literatura de Tucumán).