Por Jimena Vera Psaró |
Una cárcel es una fortaleza rodeada de protocolos y horarios a cumplir. Y guardias. Y mucha gente con movimientos sincronizados y controlados.
Una cárcel en Pandemia, con las visitas suspendidas desde más de 9 meses, pulverización con sanitizante al ingreso, alcohol, planillas, controles y permisos, es también una fortaleza, pero aún así, permeable a la palabra.
Galerías, guardias, pasillos y escaleras y al fin la poesía. Y no hay nada más celebrado en una cita que es tener quien te espere y quien te busque.
La poesía no nace.
Está allí, al alcance
de toda boca
para ser doblada, repetida, citada
total y textualmente.
Joaquín Gianuzzi
Letras en Libertad es un programa de extensión de la Universidad Nacional de La Rioja, coordinado por la Dra. en Comunicación Leila Torres. En él participan docentes, graduados y estudiantes de la Universidad. Este es el segundo año en el que se desarrolla. “No es turismo antropológico” es una de las frases que su impulsora recalca a las personas invitadas a compartir el taller.
Un proyecto así requiere el compromiso con un espacio para establecer vínculos desde una perspectiva personal y política. Hay que dejar fuera todo prejuicio que condicione el modo en el que la sociedad esboza un Servicio Penitenciario: nadie es un prontuario, nadie es la noticia, nadie es la foto en redes sociales, no hay lugar para falsos altruismos. Es el ejercicio responsable con el tiempo que otra persona te concede, aún sabiendo que vos entras y salís y ellas quedan condenadas. Es cuidar cada palabra y los mundos que ellas abren y es sobre todo dejarse interpelar.
Si bien el Servicio Penitenciario tenía una Biblioteca física, en uso más que nada por aquellas personas que cursaban trayectos educativos, Letras en Libertad se propuso conformar una Biblioteca Móvil para que la circulación de los libros estuviera garantizada en los pabellones. Y así los libros y las recomendaciones iban de mano en mano, de celda en celda. La campaña para recopilar libros fue una de las primeras acciones y así el mesón de las clases se fue poblando como un gran banquete que invita a leer en cada encuentro con las últimas novedades.
cuando mi madre abre la boca
para tener una conversación durante la cena
mi padre mete la palabra silencio
entre sus labios y dice que
no hable nunca con la boca llena
así es como las mujeres de mi familia
aprendieron a vivir con la boca cerrada
Rupi Kaur
Mariposas contra las violencias
Mi primer contacto con esta experiencia fue un taller de escritura y origami que ayudaría a las internas a desarrollar la motricidad fina como un aporte a la escolaridad en contexto de encierro. Plegar papeles fue la excusa para escribirlos antes, dotarlos de sentidos, de anécdotas, de Pizarnik , de nombrarse.
La primera vez que fui recordamos a las hermanas Mirabal plegando mariposas y leyendo y escribiendo poesía en el Día Internacional por la no violencia contra las mujeres.
Ir con el cuaderno y las páginas vacías nos permite hacer lugar para la escucha y el intercambio, para acercar un libro y leer lo que nos propone cada persona. Es el tiempo y el espacio para que una interna pueda copiar en su cuaderno letras de Rupi Kaur que la conmovieron, cuando quizás media hora antes había dicho que no le gustaba leer poesía. Es esa pausa mientras plegamos mariposas en memoria de Patria, Minerva y María Teresa y encontrar los relatos de violencia en la literatura y una reflexión profunda con nombres propios.
“De alguna manera todas estamos aquí por amor”
La frase quedó resonando entre los cuadernos y los libros pero ejecutada en el presente ¿Qué nos hacía reunirnos de pronto en un mediodía de clima intenso alrededor de la palabra? Y creo que de alguna manera todas nos pusimos al abrigo de las páginas por igual, para entendernos, para sabernos en los personajes de Gelman, Camila Sosa Villada para crear nuestras propias ficciones fruto de una vida mal contada y con nombres diferentes para la violencia.
Poner en palabra desde las mínimas sensaciones hasta resignificar nuestro nombre desde la poesía, decir cómo quiero que cada letra sea pronunciada y lo que evoca.
En un sistema carcelario, el taller en contexto de encierro destaca la singularidad entre la portación de uniforme. Indaga para escribir, plegar, dibujar otras formas de acercarse a la vida siendo protagonistas y los disparadores de las palabras son infinitos: lo son tanto el vacío, un recorte de revista, un papel plegado, un libro álbum, como las canciones de Gustavo Cerati y La Mona Jiménez.
Me pondré el uniforme de piel humana
no esperaba tanto resplandor
El fin de amar
sentirse más vivo
El fin del mal
sentirse igual vivo
Gustavo Cerati
“Hay música en las palabras”
El taller fue mutando de forma presencial a una mixtura con lo virtual por las restricciones que la Pandemia por COVID-19 y sus fases demarcaban en esta región. También amplió su convocatoria más allá del pabellón de mujeres y pasó a ser mixto. En tres encuentros, plantearon llevar la poesía desde la música de Gustavo Cerati para encontrar significaciones e imágenes que las letras de sus canciones evocaban. “Es increíble el significado que cobran las palabras de acuerdo a las experiencias y vivencias de quien las lee y las escucha. La poesía y la melodía de Cerati nos hizo pensar, cantar, escribir y dibujar sentimientos muy profundos. Estamos felices”, escribieron los docentes tras su desarrollo. Este taller valió la curiosidad y la invitación del vecino país de Chile al Encuentro Internacional Mirando hacia la Libertad, donde se expuso esta experiencia.
Luna
Yo solo te pido este favor
Sé que cada noche tú la ves
Cántale por mí esta canción
Dile que no soy feliz
Y que en ella siempre pienso
Mona Jiménez
“Taller de cancionero del deseo”
Los encuentros más recientes estuvieron inspirados en el cancionero popular de La Mona Jiménez: el análisis de sus letras y de su ritmo, jugar a qué pasaría si la misma letra suena como un tango o una chacarera, componer estribillos, fueron parte de las actividades del taller. La lectura en voz alta, la interpretación, la improvisación y “Terry” un tema pedido a uno de los profesores, un músico cordobés que estaba con su guitarra a más de 400 kilómetros pero en la misma sintonía y aula del meet.
No hay lugar donde el poder de la literatura se haga más evidente,
donde el sentido de un texto estalle y haga estallar muros,
estructuras mentales y emocionales; como dentro de una cárcel.
Luciana De Mello (tallerista en el Penal de Devoto)
Cuando decimos que hay que ponerle el cuerpo y el alma a estos espacios, estamos llamando a una decisión política. Es sabernos titulares del derecho humano de leer y escribir y reconocer ese derecho en todas las personas, no cercenarlo. Es tener el privilegio de poder haber asistido a una universidad pública y gratuita y hacer algo con eso, es leer los contextos y adecuar estrategias para mejorarlos. Es la responsabilidad de entrar y salir de una vida ajena con un libro en la mano. Se abre, se comparte. Y estalla.
Jimena Vera Psaró es Licenciada en Comunicación Social. Nació en La Rioja, Argentina, en abril de 1979. Cursó estudios de arte, diseño gráfico y periodismo. Inició Anima Mulita, su estudio de diseño y comunicación, sostiene el trabajo cooperativo desde Amalaya!. Escribió para la revista latinoamericana Cronopio, Esquiva Periodismo Cultural y revista El Faro del CFI. Como escritora recibió el 3er premio en el II Concurso Literario Febrero Chayero 2012, participó en varias antologías, entre ellas «Invitados a escribir», «Travesuras», Volumen Homenaje por los 400 años de la publicación de la segunda parte de El Quijote, realizado por el Instituto de Literatura Española en 2015. Obtuvo el 1er Premio por La Rioja en el Concurso Regional de Microrrelatos Norte Cultura (2014), 1er premio en la Feria del Libro La Rioja (2014) con el cuento: “En lo efímero” y obtuvo Mención de Honor y Publicación en 2016/ Mención de honor en el 50º Concurso Internacional Palabras al mundo del Instituto Cultural Latinoamericano con el cuento «Nadar en el desierto», grabado también en la Audioteca Federal representando a La RIoja. Sus textos poéticos forman parte del libro “La Rioja y yo” en las ediciones de 4° y 5° de los años 2016, 2017 y 2018. Figura entre poetas riojanos en la Antología Federal de Poesía del NOA publicada por el CFI en 2017 y fue jurado en 2019 del Premio Bienal Federal del Programa de Cultura del CFI (Novela corta).
Excelente!! Que gran proyecto!