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ISSN 2684-0626

 

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«está comprobado que una comunidad que apoya su literatura tira menos papeles en el piso»

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Manifiesto artístico cuerpes disidentes (fragmento)

Por Fernanda Álvarez Chamale |

En agosto de 2020, en plena pandemia-cuarentena, Cuerpes Movimiento experimental, grupe de danza de Salta, conformado por Exe Ramos, Martín Soria y Nat Lorenzetti, me convocó para acompañar un proceso creativo escritural de puesta en palabras autoperceptivo, teórico-crítico que, entonces, no sabíamos que tomaría la forma estético-política de un manifiesto artístico urgente. En mis 15 años de acompañamiento de escrituras científicas, teórico-artísticas y literarias, tanto en el ámbito académico como no académico, ésta ha sido una de las experiencias que ha fortalecido con más generosidad y espesor optimista la convicción de que la acción de enunciar es un gesto transformador tanto para quien escribe como para quien lee, mucho más cuando en ese acto se juegan las entrañas junto con la voluntad de re-evolucionar los espacios culturales en los que participamos como hacedorxs, trabajadorxs o espectadorxs.

El texto convite aquí es un fragmento del “Manifiesto artístico cuerpes disidentes”, todavía en proceso de construcción, aunque ya en la etapa de lectura contemplativa. Después de todo, editar y reescribir no es, sino, volver al lugar donde todo empezó, pero con los ojos abiertos, tal vez, más abiertos.

***

Manifiesto artístico

cuerpes disidentes

Foto: Fernando Qüerio

Por Cuerpes

Exe Ramos, Martín Soria y Nat Lorenzetti

Estamos en el lado de los monstruos ¿y qué? Si ya no podemos insultar a los monstruos es porque nos damos cuenta de que somos uno de ellos… nos hemos convertido oficialmente en activistas. En nuestra lucha por la libertad de expresión llega un momento que el sistema de género aparece no solo como opresivo, sino como estúpido.

Cuando nos demos cuenta de lo ridículo que es, habremos empezado a desmantelarlo.

Kate Bornstein

Vamos a asumir la tarea de des-territorializar algunos dichos y usos acerca de la danza, los cuales van y vienen en los discursos cotidianos de la práctica, algunos de ellos parecen ser muy elocuentes al ser escuchados, algunos, incluso, parecen “contemporáneos”, porque así lo requiere la moda y los medios de pensar la actividad dentro del mercado.

Ellos dicen “espectáculo de danza”, nosotres decimos ritualizar les cuerpes, dialogar con los ancestros en el campo de las energías innombrables.

Ellos dicen “lo hago por amor a la danza”, nosotres decimos, la deriva experimental me saca de sí, veo a mis fantasmas que reclaman la presencia presente… un canto de amor.

Ellos dicen “cuerpo íntegro, compacto, dúctil, disponible”, nosotres decimos cuerpe pensante, dudose, inacabade. Cuerpe en pedazos, con cicatrices, cuerpe con grito silencioso.

Ellos dicen el bailarín es aquel que puede virtuosamente desarrollar 8 pirouttes sobre una pierna; nosotres decimos sí, también, pero el virtuosismo es al mismo tiempo la quietud, ya que nos alejamos de aquella máquina de producción de la imagen del bailarín, para creer y crear otras formas de hacer(se) danza.

Ellos dicen industrias culturales, producto de mercado; nosotres decimos mi cuerpe no es alienable y no se repite en la cadena de producción. Vamos a recuperar lo que nos han robado: la autonomía. Nuestra promesa: arte para todes.

En esta posición ética SOMOS les NO BAILARINES, escapando, todo el tiempo, de la doxa hegemónica.

NOSOTRES llevamos adelante el oficio de la danza como ejercicio cotidiano, labor especializada que involucra un regocijo de sí. Comprometemos la carne en su totalidad para encarnar lo que con gran acierto pensábamos en los primeros años de vida a viva voz: lo que siempre quise ser… SOY.

Desde esta voz, surge CUERPES:

movimiento experimental,

lances de auto creación,

creación colectiva y fuerza dinámica;

sistema autodidacta, autogestivo y cooperativo.

Nuestro colectivo se instala en un sistema de creación inter/independiente para los procesos creativos. Esta particularidad tiene que ver con ciertas distinciones que poseen las producciones fuera de las lógicas del espectáculo, es decir, producciones que emergen por fuera de los circuitos de artes estandarizados.

En este contexto, en el 2017 nos convocamos y formamos como grupa independiente de danza en Salta Capital, lugar en el que vivimos y desarrollamos nuestra actividad. Tres personas que en un lugar y en un tiempo -socio -histórico- coinciden, deciden surgir, ser juntes y hacer. Creyendo y apostando a la difícil tarea de descentralizar la danza. Cuando decidimos aliarnos, sentimos que no había un espacio y la grupalidad fue la creación de uno. Era eso o el exilio. De esta manera, en grupo, profundizamos el deseo compartido y nos proyectamos con vincularidad próxima, es decir, con confianza y sinceridad, abriéndonos a otras formas de hacernos y pensarnos.

La autogestión es la fuerza inacabada que mantiene vivas las ganas de querer materializar nuestra danza, danza emergente de las urbes de Salta que crece como ciudad.

“La Aldea” empieza a ser el infierno prometido que la mujer de piedra miró en esos pequeños segundos cuando llevó la mirada hacia atrás, sintiendo la peste asomar tras sus espaldas, peste que corre en nuestros días.

Miss Mujer de piedra, viene a ser lo que nosotres desde el margen podemos nombrar como bailarines alienados, es decir bailarines de piedra que han dispuesto su ser en manos del sistema capitalista, de esta manera la peste es el sistema neo-global liberal que vende a los cuerpos, ofreciéndolos como productos de arte en la cadena fordista del arte, un producto duro.

Sin embargo, en el siglo XXI “la minoría” se revela ante el engaño, hace del Arte procesos para construir su propia vida. Estamos hablando de los sin tierra, de los que se resisten a la industrialización de la cultura, es decir, NOSOTRES, LES RARES que, según el sistema capitalista consumista, no contribuyen en la economía del mercado.

Queremos defender la profesión de la danza como un oficio de riesgo, que engendra identidades subversivas-no-acabadas, las cuales antes que sostener, destierran el patrimonio cultural oficial para transformarlo, disentirlo y diversificarlo. Así, damos lugar a la aparición de lo insostenible, lo in-visible, el no-patrimonio o el patrimonio cuir disidente a través del cual se gestan campos de conocimientos específicos sobre las experiencias del cuerpe en acción y en con-tacto con su entorno concreto en campos de fuerzas a partir de lo que podríamos llamar el acontecimiento.

¿La danza piensa? ¿Somos acaso les bailarines generadores de un conocimiento propio?

Somos cuerpes presentes en el presente. Excitades por lo que nos está pasando, ya sea en la piel, en los huesos, en el centro del pecho o por eso que vemos y nos moviliza por dentro.

Trabajamos en y con la auto provocación para que nos sucedan cosas.

Nada tenemos para demostrar o verificar. Todo está por experimentarse. Resistimos a la norma de lo entendido como “correcto”, ideamos teatros y espacios disidentes en los que sea posible producir/mostrar otros hechos performativos.

Emergemos Cuerpes con mirada propia, nos movemos desde lo singular a lo grupal.

Sentimos los órganos, el dolor, la sangre que pulsa nuestras venas. El aire entra por la nariz, pulmones, recorre todo el cuerpo. El movimiento sigue, es lo que está pasando.

Somos alianza con otres seres que logran sus ficciones políticas, cuerpes es una posición política, que le da aliento a los discursos que escapan a la norma.

Tres cuerpes que hacemos un gran cuerpe, que está hecho de muchas partes. Con historias de vida, experiencias y prácticas artísticas diferentes, manufacturamos movimientos, sonidos, imaginarios desde nuestras particularidades y nos volvemos imagen sensible, imagen expresiva, sensitiva. Vives estamos en escena, con toda nuestra historia a favor de llevar adelante la propuesta que estemos encarnando, con ensayos para poder abrirnos y dejarnos mirar mientras explotades de estímulos perceptivos movemos la materia y la emoción, los pensamientos y el aire, siempre en busca de acariciar y adentrarnos en quien mira, en quién se anima a estar vulnerable con nosotres.

Cuirizamos la práctica como una política personal y grupal de cuestionar y desmenuzar temáticas como las disidencias, las danzas y en todo caso, también aplicarlo a nuestra forma de ver y crear/nes.

Danza contemporánea; Nueva danza; Danza-Teatro; Teatro/Performance.

¿Son las etiquetas o clasificaciones realmente necesarias al momento de hacer? ¿Importan? ¿Para qué?

Bailar desde un espacio que avala y permite estas preguntas y una manera de ejecutar que toma y crea desde esas áreas buscando esfumar los límites. Preguntarnos acerca de los cuerpos que danzan, que son puestos en escena, los estereotipos. Creemos en una cuerpa que vive y no en un cuerpo formalmente correcto. Incluimos en nuestra reflexión nuestro contexto, nuestras posibilidades como hacedores independientes, entrenamos y nos organizamos con esta perspectiva.

Les bailarines producimos conocimiento de distintas maneras: en el trabajo propiamente dicho, en los procesos creativos, en las dramaturgias, en el convivio artístico o reflexionando sobre los procesos con otras personas, colegas, espacios de conocimientos y saberes, universidades de arte, entre otras maneras.

PROCEDIMIENTO         es             trans-formación

S o m o s a r q u i t e c t e s  d e  u n a  b i o p o l í t i c a  p r o p i a

Trabajamos en grupa para hacer crecer eso que tanto imaginamos y convertirlo en realidad. Querer bailar, el deseo, ideas propias que se ponen en diálogo para construir algo en común. […]

Foto: Fernando Qüerio

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