Por Pablo Toblli |
¿Cuál es la identidad de una revista cultural en 2024 hiperglobalizado? Acaso por un secreto de la ciudad letrada que no entendemos del todo, las revistas siguen conservando su esencia milenaria. El formato revista ya sea en su soporte digital o de papel ocupa -y siempre ocupó- un lugar intermedio entre la cultura ilustrada del libro y el espíritu contracultural del fanzine, porque -vale aclarar- una revista no es un fanzine y tampoco un libro. Y creo que la función de una revista regional es construir una antena capaz de aglutinar distintas aristas de una zona.
Si repasamos la historia de las revistas culturales más emblemáticas de Tucumán, notaremos que siempre han convivido entre formatos más extremos, de escritura puramente académica y otros con líneas editoriales más crudas o punks -por llamarles de una manera elíptica-, como los fanzines. Sin embargo, ningún fanzine ni revista académica tuvo la popularidad de revistas como Trompetas Completas o Dixi en la primera década de los 2000. ¿Por qué? Creo que la respuesta está en esa zona de diálogo, de polo cultural entre distintos actores y productos. Recordamos a Trompetas Completas circular por lectores de Filosofía y Letras, pero también en bares y tabernas; entre profesores universitarios, entre poetas, historietistas y músicos. ¿Será el formato revista el actor con menos ego de nuestro campo cultural?
En esa apertura, La Papa continúa el legado de ocupar esa plaza intermedia y celebratoria entre distintitas paletas: la cultura académica, la cultura de élite, la cultura popular, la subcultura. Términos que siguen operando en la acción cultural, a pesar del sueño globalizador. ¿Cómo podemos hacerlo? Primero, como un moderador capaz de hacer dialogar y reunir la producción del Noroeste, pero en una línea editorial que acerque textos críticos, sobre todo, que no alardeen desde chabacanerías, pero tampoco se regodeen en un pulso académico muy extenso. ¿No tuvimos nosotros como lectores de Dixi o Trompetas una sensación de formación fresca, un poco profunda, un poco etérea, un poco poética?
Queremos estar cerca de nuestros artistas, escuchar sus voces, detener y pensar a veces el ingente magma de la producción editorial. Recuperar la esencia y el lugar de la crítica especializada. Queremos ser dinámicos para un lector de diarios y lo suficientemente curiosos para el lector que busca artistas emergentes y revalorizaciones históricas del canon del NOA. Apostamos al localismo.
¿Lograremos ser tan elegantes?
Por el momento, pasaron muchas cosas en estos dos meses en la literatura de nuestra provincia. La Feria del Libro en Tafí del Valle; la 1° Feria del Libro en Tucumán, llevada a cabo en la Sociedad Rural, lo que simbolizó una oportunidad económica sin muchos precedentes para las editoriales independientes. Se han publicado importantes libros como Vivo en un cumple, de María José Bovi (Monoambiente); Relato cruento de un tiempo inolvidable, de Nicolás Sancho Miñano (Vleer); Obsidiana (Gerania), de Verónica Barbero; Falsas alarmas (La Papa), Sebastián Nofal; Las dos muertes de Oliverio Puebla (Puerta Roja), de Guillermo Montilla Santillán; 3-70 (Falta Envido), de Ezequiel Villarroel y Ciudad, 1951 (Tusquets), de María Lobo y Frater Dixi, de Susana Noé. Se cumplen los primeros 10 años de Muchacha indie (Almadegoma), de Pablo Espinoza, volumen que traerá algún suspiro nostálgico a más de un chico pop que vivió sus 20 en la década pasada. Se acerca el Festival Internacional de Literatura de Tucumán.
Los invitamos a capturar y revivir en nuestro número algo de todo lo ocurrido en este frenético bimestre.
Es Licenciado en Letras por la UNT. Publicó los libros de poemas Nace en lo próximo (Ediciones Magna, 2015), Lucero de ruinas (Ediciones Último Reino, 2017) y el libro de ensayo Una lectura del imaginario poético de Tucumán (2000-2020) (Fundación Artes Tucumán, 2022). Es editor de La Papa Revista y redactor en Indie Hoy. Nació en Tucumán, en 1987. Su e-mail es pablotoblli@gmail.com, por cualquier contacto.