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ISSN 2684-0626

 

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«está comprobado que una comunidad que apoya su literatura tira menos papeles en el piso»

Libros Tucumán es una librería especializada en literatura de Tucumán ubicada en Lola Mora 73, Yerba Buena – Tucumán.

 

 

 

 

 

Poemas de Alexander Rivadeneira

///

Castelli —escribe Castelli—, leé lo que escribís. Y no llorés.

Andrés Rivera

Me vi en el espejo y sentí que, hasta ese momento, no había vivido

me has hablado de una atalaya y del miedo

de la mudez y pensé en Castelli

también me hablaste de los Quilmes y su resistencia

de sus atalayas, de verdad atalayas, y el polvo levantándose a kilómetros

el brillo de los cascos anunciando al enemigo

soñé con brujas y me hablaron de la decepción en la pija de los mortales

que yo no soy un demonio

nunca he podido soñar

con una veta de rodocrosita escondida entre las montañas

solo con defenderme

si en la noche pude escribir sobre esto

es porque me alejé lo suficiente

es porque algo se agrietó

en medio del baño aspiré hondo

y solté el aire como si estuviera soltando algo más

leí a un griego suicida

lo he amado y he pensado

yo entiendo tu decisión

pero quisiera que nadie pensara así en la muerte

él se mató dos veces

yo también pienso en eso

quisiera que nadie llegara a esa conclusión

Hablo de vidas que se entregaron a la luz

dice el griego

Si un día alguien se asoma a nuestra tumba,

creerá que una vez estuvimos vivos.

escribe el griego

habla sobre una sombra que lo acompaña siempre

le he visto la silueta

Andrés, ¿vos qué escribirías?

¿escribirías mi nombre y al lado

putrefacto?

me imagino mi nombre en tu boca

húmedo y tibio

después de tajear el lado equivocado del mundo

¿podrías por favor decir mi nombre?

¿podrías por favor decirlo

como si estuvieras diciendo algo más?

diré mi nombre frente al espejo

me miraré los labios

y no pensaré en todas las demás cosas

que podría haber dicho

ahora podré dormir

///

1.

no quiero que me mientas

pero decime que me querés

2.

decime

tus problemas son tuyos

de nadie más

(nadie más tendría

que soportar el peso de mi pena)

3.

yo puedo soportar el peso

como la madera soportó

los clavos

mis amigos entenderían?

sé que he sido siempre apocalíptico pero

entenderían?

4.

nunca he podido contar en voz alta lo que me atraviesa

siempre me he ahogado conmigo mismo

sé que mis problemas

no son solo mis problemas

que han existido

y que existirán

(ese es el problema)

5.

detrás de una montaña

¿qué hay detrás de una montaña?

¿otra montaña?

¿el valle?

¿la luna?

6.

hay cadáveres

7.

soy las 30 monedas

y el canto del gallo

la misma sangre

nos recorre a todos

no sé si a esta altura es triste o me aburre

8.

¿qué pensará de nosotros

aquel fallecido?

alguien podría sostener una flor por la eternidad

y sería una condena

9.

todavía pienso en algunas personas

por las noches me acuerdo de todo lo que dije

y todo lo que dije mal

no hay remate

podría seguir indefinidamente

10.

o mejor decime

que me querés

///

La textura de los hilos rosas y verdes

una cadena montañosa

sobre el almohadoncito

en el que recuesto la cara

detrás

la ventana y el cielo y las plantas

me quedo pensando

en las marcas del hollín que quedan en los edificios incendiados

en Totoro

en el espíritu del río

en aquello que le da vida a las cosas

en la vida de las cosas inertes

mi cuerpo así

achacado

todavía espera diagnóstico

una señal que indique

no la dirección correcta

ni dónde iniciar el fuego

pero, al menos, dónde están las cenizas

llego a articular solamente

estoy vivo en este momento

y estoy dejando pasar cada segundo

estoy cada vez más cerca de mi muerte

estoy cada vez más cerca de un hecho irrecuperable

///

He descubierto que el viento divino en la rosa de guadalupe lo hacen con unos secadores de pelo.

Siempre imaginé que usaban ventiladores y me reía de las parodias que encontraba en yt. Incluso en la risa, dios me ha decepcionado.

///

Conozco

tu deseo de calamares

principalmente

de tentáculos

yo he jugado a ser

parte del mar

y me has pedido plesiosauros

un tifón

la presión del fondo de las Marianas

cuantas veces

he visto

lo que me has querido mostrar y más

no solo este deseo

no solo estas manos sobre mi cuerpo

y cuerpos ajenos

sino la fantasía

(ahora mismo, solo ilusión)

del amanecer

chocando

contra nuestras caras

principalmente

contra mi torso resquebrajado

contra tus labios resquebrajados

cuántas veces

hemos arrancado

los jirones del secreto

como hienas

llegando al fondo

de la médula

como hienas

sonriendo cómplices

y no contándole a nadie

en qué rincones de la sabana

hemos cazado

para llenar estos estómagos

no le hemos

cómplices

contado a nadie

que existe un baño escondido atrás del mundo

y que solo nosotros

conocemos

lo que han escrito

en sus paredes

Una respuesta a “Poemas de Alexander Rivadeneira”

  1. Luciana paliza dice:

    Te amo hijito de la tía!!! Mucho éxito en todo lo que te propongas!!!! Te amo mucho mucho!! Luz luz luz!!

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