Los poemas aquí reunidos pertenecen al libro La Mujer Suelta (Santiago Ciudad, 2022).
Me pregunto si la comunicación
es algo que nos llega tarde.
¿Qué es tarde? dice Lilian.
Un cuerpo oprimido.
Me duelen los omóplatos
y no puedo tocarlos.
¿Crees en lo que puedes cambiar?
DAÑO
Mientras lavo mis dientes
pienso en cómo lucir
el rostro que heredé.
No quiere ser decente.
Estoy en ese limbo
de parecerme
a cualquier mujer
con su jugo
y un dulce en la boca
una masa densa
en la que alguien
puede hundirse.
Te hablo frente a frente
es mi placer
lo que has señalado
ha sufrido un daño.
REACCIÓN
Acomodo el miedo a la pérdida
como una fruta más
que la inercia actúe
o el hambre corte en trozos
mí estímulo por el azúcar.
La cáscara se oxida rápido
daña a los ojos
me asusta la materia
que se pudre.
¿Acaso no pensamos
que todo ha nacido así?
Habito los defectos
de mi piel alérgica
y siento su hospitalidad.
Cierro los ojos
el cuerpo reacciona
¿existe la ausencia?
ROSTRO PERDIDO
Dejo entrar en mis sueños
una lengua flaca
que no sabe decir
cuál es el color de la sangre
en los pájaros
ni cómo era el pasado.
Trato de unir los afectos
pero incluso el mundo
de un hogar
está disperso.
Dejo que la tormenta suceda.
Un pájaro rebota contra el vidrio
en el peso de su golpe
una verdad se desata.
Lengua, guiame
las fallas
tienen rostro
de hombre perdido.
LA SOMBRA
Él dice que su deseo se estanca.
En las noches largas
mi sensualidad se mueve
más rápido que mi cuerpo.
Donde yo caigo
una mujer baila
y la sombra es apenas
una boca entreabierta
que respira su olor
de animal amansado.
Fotografía: Marín Taddei
Nació en 1986, en Santiago del Estero. Trabaja en el Juzgado de Género. Publicó en edición de autor Luz Natural (2017), Sombra Roja y Sisayay -poemas ilustrados juntos al artista Pablo Cano (2021) -, y su poemario Migraciones ed. En Danza (2018). Recientemente premiada en el Concurso de Poesía Clementina Rosa Quenel por su libro La Mujer Suelta (2022). Integrante de Piedra Madre Editora.