Instrucciones de cómo apagar la luz (y no quedar en soledad)
Por Cecilia Vega |
Para cerrar esta serie de apuntes sobre la exposición Territorio(s) posible(s) en Fulana Galería, me toca referirme al tercer y último episodio dedicado al artista Diego Gelatti. El episodio se tituló Instrucciones de como apagar la luz (y no quedar en soledad) y consistía en dos piezas enfrentadas en una habitación de la galería. La obra de Diego suele reflexionar sobre nuestra relación con las diferentes tecnologías, y en esta ocasión presentó una pintura de una serie que viene trabajando, junto con un proyector de opacos intervenido de tal manera que proyecta el reflector que tiene adentro.
La curaduría de este episodio, que estuvo a cargo de Rocío Rivadeneira, y de la muestra en general, se inclinó a condensar las ideas en pocas obras; eligiendo dos piezas que contraponen luz y oscuridad: una pintura casi totalmente negra frente a un objeto que proyecta luz sobre una pared. El texto escrito por la curadora nos guía: “se debe partir de la premisa que la oscuridad devela”[i], si nos acercamos a la pintura negra vemos puntos de color, rápidamente reconocemos que representan las luces de los dispositivos que nos acompañan todos los días. Diego decide pintar, pero negando eso que la pintura representó durante mucho tiempo: una ventana que se abre hacia un espacio ilusorio; en cambio, en esta pintura negra no existe línea de horizonte que nos ubique y nos ayude a determinar nuestra relación con el entorno; la oscuridad nos desorienta y aplana. Cuando apagamos la luz flotamos con nuestros dispositivos tecnológicos en un espacio que parece no tener límites.
El miedo a la soledad recientemente mutó en recelo hacía la tecnología y desconfianza en su capacidad de mediar y crear vínculos, existe la idea de que la tecnología nos ensimisma y aleja de lxs demás, sin embargo, el último año en gran medida, nos demostró casi lo contrario. Nuestros dispositivos tecnológicos nos revelan la contradicción que existe entre nuestro deseo de estar solxs y nuestro terror a la soledad. “La contradicción solo sirve para entender”, escribe Rocío, el montaje y la selección de piezas de la muestra crea una relación dialéctica entre luz y oscuridad, enfrentando la oscuridad de la pintura a la luz proyectada por el episcopio, así Diego nos presenta la verdadera soledad y la total oscuridad como una imposibilidad.
Toda la obra de Diego me llevó a percibir la tecnología de manera diferente, no solamente como aparatos externos a través de los cuales comunicarme con lxs demás, sino a reflexionar sobre el rastro humano que existe en todos los dispositivos que creamos y como estos a su vez nos forman y definen a nosotrxs.
[i] Se debe partir de la premisa que la oscuridad devela, la contradicción sólo sirve para entender. /Precaución con la llave de la luz, /se debe esperar aproximadamente 1 min y 30 seg a poder percibir la oscuridad. /Encuentre los objetos develados. / Evite fotografiarlos. / Permanezca ahí hasta que entienda que la soledad es solo una circunstancia.
Nació en San Miguel de Tucumán el 24 de junio de 1994. Es Licenciada en Artes Plásticas por la Facultad de Artes de la UNT y forma parte del grupo de investigación en artes independiente Linde Contemporánea. También realizó talleres de poesía y participó de las últimas ediciones del FILT (Festival Internacional de Literatura de Tucumán).