Sobre Por extraño que parezca, de Pablo Schembri (Llama Blanca Editorial, 2023)
Por Felipe Quiroga |
“Esta es una historia real” (“This is a true story”). Con esa aclaración, que es también una advertencia, comienza la película Fargo, dirigida por los hermanos Coen. El texto sobreimpreso en la pantalla añade la fecha y el lugar de los hechos en los que se basó el guion. Sin embargo, tal como los directores confirmaron después, esto no es cierto. A excepción de algunos pequeños detalles, no hubo ningún incidente verídico que haya inspirado la trama y los Coen explicaron que simplemente querían hacer una película de crímenes “basada en hechos reales” sin que esos “hechos reales” fueran verdaderos. ¿De qué manera nos influye saber que estamos ante una obra artística que refleja la realidad? ¿Por qué suele resultar atractivo el elemento de realidad dentro de la ficción y cómo opera una en la otra? Son algunas de las preguntas que también dispara la lectura de Por extraño que parezca, libro del cineasta tucumano Pablo Schembri, que, tal como lo hizo antes con su falso documental Zombies en el cañaveral (2019), disloca los límites entre lo verdadero y lo ficticio.
En esta antología atípica se pone en marcha un interesante juego literario. Se trata de una serie de monografías o informes breves acerca de distintos sucesos raros, como la existencia de una asociación de mentirosos (”El club de los mitómanos”), la historia de un mago que revelaba el secreto de los trucos de ilusionismo (“El fantástico Melián”) o la narración sobre una desconocida (y fallida) primera fundación de la Universidad Nacional de Tucumán (“El diablo de Kepler”), entre otros. Schembri ha trabajado minuciosamente la forma de los textos para presentarlos como algo verídico: construye un andamiaje al servicio de la ficción en el que enmascara cada uno de sus artificios con marcas de objetividad y reduce cada pieza a la exposición de un argumento. Los hechos, incluso los más delirantes, son relatados con prosa de enciclopedia. Las fechas, los datos y el estilo austero e impersonal de la narración contribuyen a reforzar la verosimilitud.
Tal como Fabián Soberón señala en el prólogo, Por extraño que parezca se enmarca en la tradición de “libros demenciales” que juegan con “teorías disparatadas y citas impostadas” y que “ponen en vilo el sentido común”, como sucede en obras de Borges, Italo Calvino y Juan Rodolfo Wilcock, entre otros autores. Hay, además, algunos relatos en los que Schembri añade una inquietante capa metaliteraria, como sucede en “La realidad según Víctor Quinteros” (que trata sobre un joven que crea un intrincado sistema de perfiles de redes sociales falsos e interconectados) o en “El irrepetible ‘Sandro’ Camaño” (sobre un fabulador cuya máxima es que “solo una mentira puede cubrir otra mentira”). Es imposible no ver en estos personajes un reflejo de las intenciones del autor de hacer que la ficción infecte la realidad y viceversa.
Hay otra maniobra destacable en la escritura de Schembri que consiste en utilizar elementos de lo fantástico (brujas, fantasmas, vampiros, demonios, muertos vivos) dentro de un relato ficticio que se presenta a su vez como un texto sobre un hecho verídico. ¿Por qué alejarse del realismo en un texto que se vende como algo real? Es parte del riesgo que Schembri asume con ánimo lúdico. Se trata de un recurso más complejo de lo que aparenta y es, sin dudas, una muestra más del interés del autor por trabajar con los géneros literarios populares. Es, en esencia, lo que hizo en Zombies en el cañaveral, que escribió y dirigió, y donde supo combinar con muy buenos resultados el terror con reflexiones sobre la censura y la historia del cine argentino. De hecho, en otro ocurrente guiño autorreferencial, Por extraño que parezca incluye el texto “La noche del ébano”, en el que se describe un falso film documental que investiga la posible presencia de vampiros durante los festejos del 370° aniversario de la fundación de San Miguel de Tucumán.
Para anclar sus textos en la realidad, Schembri recurre en varias oportunidades a Tucumán como una constante. La provincia (o, mejor dicho, una versión ficticia-real de la provincia) es el escenario de muchos de los sucesos relatados en este libro, en el que una y otra vez lo apócrifo busca encarnarse para desplazar lo real y ocupar su lugar. Por extraño que parezca es, en definitiva, un libro sobre el poder transformador de la ficción.
Nació en 1985 en San Miguel de Tucumán. Es licenciado en Comunicación Social y máster en Periodismo. Con sus relatos participó en las antologías Umbrales y crepúsculos (2015), 5×5 (2016), Les inquilines (2021) y La casa de los enanos (2021), entre otras. Es autor del libro de cuentos El ruido que hacen los loros (2022) y de la novela Chikito (2023).