Entrevista a Natalia Acosta
Por Fabricio Jiménez Osorio |
¿Con qué nos vamos a encontrar leyendo “Modos de habitar tormentas”?
Se van a encontrar con poesía que parte de la intimidad para hablar un poco del mundo y de las relaciones. Se produce cierta narrativa de instantes, pequeños sucesos, seres que se relacionan de un modo predominantemente sensual, erótico, modos del deseo y de un placer no siempre concretado, a veces quebrado, invadido.
Me gustaría que lleguen esas sensaciones de querer hogar en un lugar convulsionado, la búsqueda de rendijas para respirar, a la vez ser parte de un magma moviente. Me gustaría que al abrir el libro abran la puerta a un hábitat que es más bien un hervidero. Del que soy (somos, pienso) parte.
¿Escribiste estos poemas pensando en una idea de libro, o cada uno de ellos pertenece a diferentes momentos de tu vida?
El libro reúne poemas de diferentes momentos de mi vida. Pero cuando vi que había escrito unos cuantos, y que podían ser parte de una propuesta, los trabajé en ese sentido. Comencé a darles forma pensando ya en que son parte de un mismo ecosistema. Ahí algunos cambiaron bastante, y de ahí surgieron otros que hablan de cosas que sentía que necesitaba que estuvieran también incluidas.
¿En qué puntos considerás que tus poemas y tus canciones se encuentran, y en qué otros se desencuentran?
Todavía busco comprender la diferencia -si la hay- entre mis poesías y mis canciones. Siento a mis canciones como pequeñas monstruosidades que laten a la par, en la habitación de al lado de las poesías. Se forman con deseo de decir y contar, y ahí las palabras van como cayendo renglón a renglón casi sin dificultad. En cuanto a mis poemas, su construcción es más ardua, y son tratados con más severidad. Pienso mucho en la instancia de la lectura en voz alta, cómo se leerá esta y otra poesía. Desde ahí los pienso mucho.
Precisamente si me volqué a la canción es porque buscaba intensamente la performatividad para mis palabras, que no queden encerradas en un libro, que otras voces se las apropien, que puedan circular, y ser interpretadas una y otra vez, desde mi voz y si llegaban a ser cantadas por otras voces, qué maravilla. Entonces la experiencia con el lenguaje poético estaba ahí transitando muy cobijada también en la música, es un lugar de resguardo para las palabras.
Pero lo llamativo es que nunca dejé a la par de escribir poesías. Y nunca dejé de leerlas, de comprar libros de poemas, de volver a leerlos una y otra vez, pero esto más bien en mi intimidad, pero reconozco, con pocos momentos compartidos con otres.
Creo que la experiencia de trabajar en un libro de poemas como un pequeño hábitat me sedujo para intentar una publicación de poemas.
¿Qué fue lo más hermoso que te pasó durante el proceso de edición del libro?
La misión de trabajar la idea completa de este libro, demorando el roce entre las regiones que conforman este ecosistema. Pensarlo como proyecto compartido, notarle esas dimensiones tan palpitantes: donde tanto el diseñador le da forma material, donde la autora del prólogo le da sentidos de lectura, donde la artista de tapa lo dispara a mundos posibles. Y aún falta mencionar otras labores, de hechura previa y posterior circulación, esto me maravilla con el libro.
¿Planean presentarlo?
Sí, planeamos presentarlo. Esto será una nueva experiencia en la editorial Dichosa, ya que nuestra manera de presentar libros siempre fue directamente ponerlos en la mesa de un evento-fiesta para que los lean y los adquieran. Ahora vamos a detenernos un poquito más en la obra y su acontecimiento. Tenemos varios lugares pensados para presentarlo, pronto más info, estén atentxs.
Dos poemas de Modos de habitar tormentas, de Natalia Acosta:
Poema vivo
para dedicarte un poema vivo
un gesto que no nos comprometa ni nos preocupe
voy a mi rincón
me aíslo en mi mantita
unos minutos
pongo mis ojos en blanco
y sucede
mientras fauces arriba en el sillón o en tu patio
fumas
dibujando un cielo gris a punto de soltar la tormenta
Esplendorosa
la mañana puede ser hermosa para alguien
para mí es una herida abierta
un pedazo de carne semi viva
una lonja de animal
yaciendo al sol esplendorosa
como esa vez que volvíamos a casa
las lenguas afuera
después de bailar como hierba a la orilla del río
al compás de la brisa
nuestros cuerpos tibios debajo de las pieles
tambaleándonos por la platabanda
después de vomitar una al lado de la otra sobre el césped tembloroso
y extirparnos noche y soledad
a espaldas del horizonte afiebrado y chorreante
***
Natalia Acosta nació en Tucumán. Es música, escritora, docente y editora. Como música, compone canciones con el nombre artístico de Natalia A. Su obra musical está en Spotify (Natalia A.).
Es integrante de la editorial tucumana Dichosa Cooperativa Ltda. Es profesora de Filosofía y de Lengua. Dicta un taller llamado Proyecto Editorial en la Escuela de Bellas Artes de la UNT, institución donde también desempeña el rol de Coordinadora Académica del Profesorado de Artes Visuales. Participó en otros proyectos culturales tales como: revista El Fabulario (co-editora), eventos Dorkbot Tucumán (equipo de gestión).
Entre sus publicaciones destacan obras de narrativa breve y textos poéticos oraculares, publicados en la editorial Dichosa, en la web y en otros medios locales. Oráculo Planetario (2010), Rotundo (2011), Continuo (2012), A aquel Diciembre no vuelvo más (2013). Participó con su relato Condescendencia en la Revista virtual MUTA, N°2. (2015), y con su cuento Umbral formó parte de la antología Pesadillas políticas (Gato Gordo Ediciones, 2019). Escribe también ensayos sobre artes contemporáneas, arte y tecnología y literaturas del yo.
Fabricio Jiménez Osorio nació en 1989, en Santiago del Estero. Publicó los libros Bifurcaciones falaces (Culiquitaca, 2014), Un limbo ideal (Gato Gordo Ediciones, 2015), Boogiepop Phantom (Charqui, 2016), Música porque sí / Los amigos del futuro (Edición de autor, 2018), Querida Ilusión (La Cascotioada, 2019) y Ahora (Edición de autor, 2022). Escribió para Toukouman Literatura, Los Inquilinos, La Cascotiada, Campotraviesa, Muta, Escritores en Marcha, Perfectxs desconocidxs, entre otras. Dirige, desde el 2015, la editorial de narrativa breve Gato Gordo Ediciones.