Sobre Polimorfismos, de René Carlos y Gonzalo R. Roncedo
Por Gabriel Gómez Saavedra |
¿Debe el contenido de la obra definir la forma que lo contendrá o se debe enfrentar el surfeo de la creación teniendo, como blanco de su flecha, a la forma?
En “Polimorfismos” los autores parecieran haber optado por el segundo camino; el de la forma como objeto de búsqueda por sobre el contenido. Camino duro y tramposo, ya que el continente a veces excede o asfixia al contenido, condenándolo a mutilaciones o a la inclusión de lastres. Pero en esta obra los autores logran salir airosos. Hablan desde registros de difícil asociación entre sí y entregan un libro que sumerge al lector en una tormenta de variables permanentes; en una selva para machetes afilados donde, después de cada corte, puede encontrarse ante a un intenso jaguar o frente a la levedad de una mariposa. Porque “Polimorfismos” es un libro que ha sido labrado sin consideración de un lector posible; sin el direccionamiento de la conveniencia de inclusiones en guetos o academias. Sin, ni siquiera, un Virgilio que le sostenga la brújula. Los autores toman sus velas para alumbrarse entre las sombras sinuosas y las galerías de la poesía de verso mayor y menor, del microrrelato, de la épica, etc., y encierran, cual entomólogos desquiciados, los insectos del amor, la ucronía, la ironía, el intertexto, el telurismo, las luciérnagas y los debates sobre informática; todo por igual.
Quizás “Polimorfismos” vive en la extrañeza que causó el endecasílabo itálico cuando fue introducido a la península ibérica y expandido por Garcilaso de la Vega y Boscán. Quizás es un libro macedoniano; seducido por negar la forma única para erigirse y, si bien como mencioné anteriormente, pareciera no haber tenido en cuenta un lector hacia el cual direccionarse, convierte a sus lectores en macedonianos, porque debemos abordar su superficie como salteadores. Quizá sea el libro que el vendedor de biblias le vende al Borges convertido en personaje por Borges en su cuento “El libro de arena”, ya que se deshace a cada página, despertando múltiples dimensiones a partir de cada uno de sus textos; permitiendo tomarlo y retomarlo u olvidarlo, cuando se nos plazca.
Macedoniano o no, de arena o no, libro del caos o no libro, “Polimorfismos”, para el lector, será la nave sin timón que lleva impreso en el casco ese fragmento de Carl Sagan que los autores eligieron como uno de los epígrafes: “Empezamos como errantes, y errantes somos aún. Estuvimos demasiado tiempo en las orillas del océano cósmico”; una nave que inevitable se romperá frente a las piedras de la costa para volver a armarse como una pluma de fuego del Fénix.
*Imagen: Polimorfismos, de René Carlos y Gonzalo R. Roncedo. Culiquitaca Ediciones, 2016.
Concepción, prov. de Tucumán, 1980. Publicó la plaqueta Huecos (Ediciones Del Té, 2010), y los libros Escorial (Editorial Huesos de Jibia, 2013), Siesta (Ediciones Último Reino, 2018) y Era (Falta Envido Ediciones, 2021). Entre otras distinciones, ganó el Premio Municipal de Literatura San Miguel de Tucumán – Género Poesía (Región N.O.A.) y fue seleccionado por el Fondo Nacional de las Artes como becario del programa Pertenencia: puesta en valor de la diversidad cultural argentina.
Bella crítica. Un abrazo poético.