Por Pablo Donzelli |
Alguien dice que hasta 1960 encontró que se publicaron aproximadamente 180 novelas tucumanas. ¿Dónde están?
¿Qué pasa en Las Talitas, en Famaillá o en las coplas de Amaicha? De a poco, lo iremos descubriendo.
En estos días dos sendos festivales están sucediendo en San Miguel de Tucumán: El Festival de la Palabra en el Centro Cultural de la UNT y el V Festival Internacional de Literatura Tucumán en el MUNT. Ambos tendrán su crónica la semana que viene.
Y estamos nosotros también: Verónica Juliano, Priscilla Hill, Mónica Cazón, Fabricio Jiménez Osorio, Gabriel Gómez Saavedra y los columnistas invitados de esta semana Facundo Iñiguez y Juan Ángel Cabaleiro nos invitan a pasear por nuestras propias letras.
Nos presentamos de dos maneras: Los viernes aparecemos en la página La papa en la literatura tucumana con siete artículos para empanzarse el fin de semana. Y en la página del Facebook un artículo por día como para robarle minutos al trabajo.
De tres maneras nos presentamos: la tercera es que, a medida que transcurra el tiempo, estaremos armando un importante archivo para que no pase lo de las novelas hasta 1960.
1974, Santiago del Estero. Fundó y dirigió la revista Trompetas Completas (2004- 2015). Publicó Hemisferio Izquierdo (1999), Los Perfectores (2003), La Sonrisa que Pintó Leonardo (2007), Jugo (2015) y El Diario de Pablo (2018). Participó en el libro de cuentos 5 x 5 (2016).
Seras un recolector del S XXI, como lo fue Carrizo, en el S XX
Hola. Pareciera que no sólo ha ocurrido con las novelas tucumanas. También ocurre con muchas de las producciones de aquella época en otras provincias, Pablo. Me alegra saber que alguien trae del olvido a aquellos autores y textos, mientras intenta que no vuelva a ocurrir.
Que buena idea esta web. Espero propere y trascienda.
Leer a nuestros comprovincianos es un gesto que fortalece nuestra identidad. Eso haciamos en Trompetas Completas, leíamos y publicabamos tucumanos.
Luego los diarios comprendieron era rentable «lo tucumano». La lógica de los grandes medios deccomunicación fue en parte responsable de ese olvido.
La literatura tucumana brilla por sí sola.