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ISSN 2684-0626

 

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«está comprobado que una comunidad que apoya su literatura tira menos papeles en el piso»

Libros Tucumán es una librería especializada en literatura de Tucumán ubicada en Lola Mora 73, Yerba Buena – Tucumán.

 

 

 

 

 

Porque de ella se trata, y nosotras, hoy hablamos de SILVIA GÓMEZ

Por Mónica Cazón |

 La mujer que Silvia empodera. La mujer que esperan que seas. La mujer perfecta que siempre sonríe, y asegura que todo está bien. La mujer que se muestra radiante mientras limpia el polvo. La que decidió dejarlo todo por amor, incluida a ella misma. Silvia Gómez destaca a las mujeres, y lo hace convencida, a veces con una inmensa tristeza. A veces con impotencia y bronca, resignada en otras ocasiones. La poesía de Gómez habla de la vida, la muerte, la injusticia, la rebeldía de la mujer muda, la que fue silenciada, asfixiada, pisoteada por décadas.  De esa mujer que se siente vieja e inútil, irrespetada, mala madre, de la amante y de la esposa. La mujer que quiere gritar, y lo hace contenida. 

Todas y cada una de nosotras hemos sido o somos esa mujer de la que habla Silvia Gómez.

Poeta marcada por la historia del avasallamiento de los derechos de la mujer, militante desde siempre a través de su vida y las letras. El rasgo característico de su producción es el feminismo, sus poemas toman un giro, evolucionan y desembocan en la mirada de las ellas, desde diversos ángulos. La fuerza de su lenguaje poético y su capacidad de subversión nos arrastran como remolinos de viento, esos que habita en sus poemas, empujándonos; Todo el firmamento/ hasta ahora conocido/ se ha modificado/y ya no entenderías/ ni las razones ni los preceptos/ que rigen este infinito/Como una revolución que estalla /en la cabeza y en el cuerpo, /de pronto/sin buscarla/ he cambiado de ropa, de amores, de libros/ para nombrar lo prohibido/ modificando la percepción del tiempo/ y el lugar que habito.

Su extrema sensibilidad y el uso de poderosas imágenes dotan a su poesía de una marcada tensión emocional y verbal: Se aproxima una lluvia tan fuerte / que llevará los sueños al infinito / y vos ahí, como invisible / pensando salvarte en la soledad de tu techo tibio/ sin los gritos del gentío, / ni los pañuelos/ ni las ollas ni las banderas / estático, cómplice de tanto viento/mirando mudo mientras las pibas corren / y se preparan como quien pueda / sudando, en medio del vendaval/


El conjunto de los poemas de Silvia Gómez, manifiestan una preocupación por el lenguaje y la perfección estética. Su voz poética surge como interrogante que se abre ante la imposibilidad de explicar el mundo, de explicarse, ante la dificultad de encontrar la palabra precisa. Se escucha un lenguaje claro pero perturbador, debemos añadir también el tema del silencio y el de la otredad que van evolucionando de manera paulatina. La poesía de Gómez está permanentemente ante la búsqueda incansable de sí misma, y de la otra. La que habita en todas: Soy aquella/que vende su soledad en los puertos/ dejando caer al piso/pesados anillos de bodas/para deshacerse de los hombres/que solo la miran huir/Soy la que cree/ que las lágrimas pesan tanto/que no requieren del sol/ni del verano, ni de las lilas/ ni de las penas para caer.

Alejada de cualquier formalidad métrica, la poeta tucumana despliega ante nosotros temas como la infancia, la injusticia, el desencanto, la vida, la lucha, pilares fundamentales sobre los que sustenta su poesía.

Gómez necesita responder y responderse infinitas preguntas. Acompañémosla en ese viaje.

MINIBIO DE SILVIA GÓMEZ

Feminista. Licenciada en Ciencias Sociales y Humanidades con formación en Género y Derechos humanos. Trabaja actualmente en el Sistema Provincial de salud de la Provincia de Tucumán. Integra la Comisión directiva de la biblioteca Popular La Randa de Yerba Buena en la que dirige un taller de Escritura creativa.

Actividades

Tallerista, expositora y capacitadora en ciclos de charlas y debates sobre la violencia de género, la prostitución y trata de mujeres , feminismo, sexualidades .Organizadora de las II jornadas abolicionistas sobre Prostitución y trata de mujeres, niñas y niños en la Facultad de Ciencias Naturales -UNT-(2010).Integrante de la Campaña nacional contra la violencia a las mujeres (regional Tucumán)Integrante de la campaña Abolicionista “Ni una mujer más víctima de redes de prostitución”. Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.
Integrante de la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán.

 Actividades Literarias

Organizadora y Expositora en lll Octubre Literario y Cultural de la facultad de Filosofía y Letras de la UNT.

Ha participado en publicaciones digitales, mesas de lecturas, festivales de literatura y en revistas especializadas en tema género y poesía.

Publicaciones

“Transformaciones Urgentes”.(Ediciones Parque Chas. 2012).

“Esas que soy” (Ediciones de Octubre.2014)

 Ha compuesto temas musicales junto a la canta-autora cordobesa Eloina Coronel. Los 

temas (balances, Pájaros, Instrucciones y Despójate a la danza) forman parte de la 

producción discográfica “Chamuyo Colectivo”.

Antologías

  • Escritura compartida (Centro Nacional de Escritores. Córdoba 2012),
  • Antología Contra la Violencia de Género, concurso Micaela Bastidas (Inadi-Buenos Aires. 2013),
  • Poesía Bajo el Farol (Ediciones Del parque. Tucumán. 2013),
  • Revelaciones (Editorial  Dunken. Buenos Aires.  2013)  
  • Antología Mujeres poetas internacional “Grito de mujer” (Rep. Dominicana-2014)
  • Antología Rutas (Ed Punto de encuentro) Buenos Aires.2015
  • Antología Federal de Poesía, Región Noroeste” (Consejo Federal de Inversiones. Buenos Aires 2017)
  • Antología Manchón y cuenta nueva. Relatos de aborto en Tucumán ( Gato Gordo Ediciones. Tucumán 2017).     

POEMAS

CIUDAD JUÁREZ                                                                                                                                                                                

He vuelto a caminar esta maquila

y siento se hace larga la trinchera

donde posaré mi cuerpo consternado

cuando de gris se vista mi ropaje

y de arrugas se incrusten ya mis venas.

Boca abajo, atravesando la noche

contemplo un rio que resuena a lo lejos,

los mares de cadáveres que cuelgan de los postes

me susurran los vientos,

me calan los huesos.

Envejezco. 

Cada minuto envejezco en este sitio,

busco la almohada que prometieron mis muertos

los alambres de púas me atraviesan

como esas manos que atravesaron mi cuerpo.

Busco el silencio de una caverna oscura

¡porque es triste morirse bajo el cielo!

sin tumbas que acurruquen mis sentidos

sin manos que acaricien el desierto.

ESAS QUE SOY

Soy aquella

que vende su soledad en los puertos

dejando caer al piso

pesados anillos de bodas 

para deshacerse de los hombres

que solo la miran huir.

Soy la que cree

que las lágrimas pesan tanto

que no requieren del sol

ni del verano, ni de las lilas

ni de las penas para caer.

Soy la que siente crecer

vainas de hierba entre las piernas

y yace en las alfombras

en las camas

en las cobijas

en los armarios

murmurando bajo los sueños

develando así otros intentos.

Soy la que entiende

simplemente que el tiempo

se ha mudado ya de casas

de relojes

de metáforas

de agujas

y cada noche se fuga

del paraíso.

Otra vez.

INSUMISAS

¿Quién de nosotras se anima a destapar la aurora?
¿a desmitificar la historia?
¿a derrotar el imposible alfabeto escrito?

¿a reírse de las muertes y las vidas?
¿a desacralizar los sexos , los cuerpos y deseos?
¿a explotar por el aire las reliquias?

Habrá que abrir todas las puertas esta vez, 

así acertamos

a descubrir de la vida otros misterios

y podamos escribir lo que nos mueva
lo que nos plazca, 

lo que nos duela
lo que tiña de rojo nuestras pasiones,
sin  quedarnos errantes al costado de las puertas
mudas, marionetas 

bajo la larga letanía de los dioses

que descansan como estatuas 

en sus iglesias.

MUTACIONES 

Ha cambiado la casa

los muebles, las plantas, los hijos.

Todo el firmamento hasta ahora conocido

se ha modificado

y ya no entenderías

ni las razones ni los preceptos

que rigen este infinito.

Como una revolución que estalla

en la cabeza y en el cuerpo, 

de pronto

sin buscarla

he cambiado de ropa, de amores, de libros

para nombrar lo prohibido

modificando la percepción del tiempo

y el lugar que habito.

Estamos  

tan lejanos y distintos

que ya no entenderías

que cuando digo amor

me refiero a esa  maqueta

destruida algún  día

y desde otro deseo

reconvertir las ruinas

en otra etapa

con otra danza

en otra vida. 

DOS MUNDOS, UN MUNDO

No, no sé cómo se hace una historia en instagram 

Ni sé cómo twitear, ni navegar por esas páginas prohibidas del face

no sé si el emoticón es un meme o el meme, una broma

pero deambulo por estas galaxias hasta convertirme en parte 

de la aldea global.

No, no sé a quién sigo ni me sigue,

veo fotos de gente ignota a las que percibo alegres, tempestuosas

y me alegra esa alegría, 

y pongo likes a mansalva. 

Pero cuando las pantallas se llevan ausencias

y redescubrimos la calle y sus lapachos floridos 

entendemos que se acabó el tiempo del duelo

y el paso se transforma en baile

y el baile, libertad 

convirtiéndonos en otras, con otres, con todes. 

Entonces la mirada se viste de calles,

se llena de flores y explota de fuegos

que calientan de veras. 

Y entre el mundo real y virtual hay una vida que se amalgama 

porque los abrazos se convierten calor 

y las risas, imágenes que nos fijan la retina 

en ese instante feliz.

Porque después de todo, este mundo de mierda

puede convertirse un rato

(ese que dura un instante o un mega)

en risa, abrazo, deseo,

que, como conjuros solemos nombrarlos 

para apaciguar tanto cuerpo

para encender tanto ardor.

GENEALOGÍAS 

Cada alumbramiento en la familia sacudió una fibra intima

conmoviéndonos el cuerpo como un haz luminoso, 

revoloteando en las cabezas, en las vísceras, en el alma 

provocando sensaciones que oscilaron entre la confusión

a la algarabía absoluta. 

Esto aconteció con mi abuela,  mi madre,  hermanas y tías

que rieron jubilosas ante cada nacimiento 

transmitiendo a la nueva niña del linaje 

una fortaleza que rodeó de aureolas violetas

toda su existencia. 

Así exactamente sucedió cuando nací. 

INDIFERENTES

Se aproxima una tormenta

y vos ahí en medio de la plaza,

inventando no sé qué excusa,

esperando tieso que las nubes pasen,

henchidas ellas

de agua/vapores o huracanes.

La tibieza del piso recién lavado 

te engaña serenidad

como la radio, que suena imperceptible y embustera

anunciando soles y revoluciones de alegrías.

Y no pensás 

que lo que se aproxima arrasará con todes,

y está tan cerca que es posible palparla

 u olerla en la primera brisa de febrero

que se avecina inminente.

 Y ves gente alrededor corriendo a guarecerse

buscando trapos, instrumentos, rejillas o paraguas para resistirla

o enfrentarla, como quien sepa.

Se aproxima una lluvia tan fuerte que llevará los sueños al infinito

y vos ahí, como invisible

pensando salvarte en la soledad de tu techo tibio

sin los gritos del gentío, ni los pañuelos, ni las ollas ni las banderas

 estático, cómplice de tanto viento

mirando mudo mientras las pibas corren

y se preparan como quien pueda

sudando, en medio del vendaval

mutándole la esperanza a la agonía

creyendo infinitamente

que va a caer/ que va a caer/que va a caer

hasta que arda.  

ALGÚN DÍA 

Que no duela,

que no duela la espalda, los huesos, la mano

Que no duela ningún músculo del cuerpo aunque sea pequeño 

Que no se nos vaya la energía en  cuidado de localizar donde se encuentra el punto exacto donde se ha inflamado el nervio, la vena, el pedazo de piel que hierve abultado.

Que no nos duela nada

Ni la mano, ni la rodilla ni la espalda, ni cualquier órgano deteriorado de los años y los lamentos 

Que no duela la tortura de vivir calvarios y desigualdades

Que no duela el desamor que nos quiebra el corazón y las arterias

Que no duela la sangre que fluye imperceptible y roja globulina acorazada.

Que el agua se lleve todos los males, que se pierdan en los ríos, en las canaletas, en los techos, en el piso

Que no nos duela el corazón, porque eso quizás provoque que nos duela el cuerpo, y nos llague cual herida que no cicatriza ni con agua ni alcaloides ni sertralinas, ni iodo, ni alcohol.

Que no nos duela la ausencia, porque después de todo, compañera

volveremos a encontrarnos algún día.

LEGADO

Hay una muchacha que deambula en la cocina

e intenta desentrañar el miedo

en lo más recóndito del fuego,

que calienta la olla

que hierve el puchero

que mece la cuchara cual mano

acariciando infancias.

Hay una muchacha escondida en un rincón, callada

que no se puede librar del tiempo

que esparce sobre el tomate

que desnuda las cebollas

que despiden lágrimas, sobre el sartén.

Hay una muchacha que lentamente

se llena la boca de sal

entonces canta

esa canción con la que su madre la acunaba

mientras guisaba la salsa

con el mismo sabor

en la misma cocina

donde ella ahora

solamente, canta. 

PARTIR

Se escuchan los trenes a lo lejos.

Y mientras el obraje parte a sus labores

la calle se llena de ruidos y olores por descubrir.

Yo no fui a la estación entonces,

no espere partir ni verte a lo lejos

entre una ciudad vacía que ensancha sus veredas

de lapachos floridos.

En este invierno que dura poco aquí

 la gente corre, grita, se pelea o se ama

mientras el tren parte

y el invierno despereza sus brazos 

para morir lentamente.

Yo no sé dónde ni cuándo nos espera el poniente

pero hay una primavera que se aproxima

y casi ni importa

que la estación no sepa tu nombre 

porque la sensación que surca el ambiente esta mañana

es casi nueva,

como un grito que estalla 

en la calle repleta de voces 

hasta ahora silenciadas.

Y aunque les manden callar

ellas disparan sus bocas al sol

como una muchedumbre embravecida y hambrienta 

que nunca quedara sola

como vos y yo 

que estamos tan lejos

del tren y la estación

esperando esa primavera

que algún día llegará.

AUSENCIAS Y DESARRAIGOS 

nunca supe si mi padre fue feliz

si sus pasos despejaron el hollín de los ingenios

cuando la tierra sudaba tabaco y caña de azúcar.

Nunca supe si dijo plegarias

si cantó canciones

si vivió destierros.

Nunca supe si lloró una ausencia

si esperó la muerte

si enterró algún hijo.

y ahora, cuando los pájaros sobrevuelan estos días del otoño

me pregunto ¿qué pensará mi padre?

mientras mira la vida sentado en la plaza

de un pueblo que huele a acequias

y a trenes vacíos.

SOLEDADES

¿Cómo se sintió mi madre

cuando sus hijas huyeron como 

mariposas

para no arder bajo el pabilo de las velas?

Fue entonces que puso sobre la mesa

pequeños trozos de manteles,

copas sin filo,

alcuzas de papel que brillaban a la 

sombra

y así pudo quitarse la sal de las mejillas

para secar

esa humedad que día a día le llovía la 

cara           

hasta inundarla.

VARGAS

Hay un pozo profundo en la mitad de la noche.

Fantasmas cubiertos de escombros crecen solapados en partículas grises,

voces y herrumbres sórdidas hormiguean en serpentinos cantos.

Escucho una palabra, luego otra que se desliza fugaz hacia la esfera de un lenguaje mudo.

La noche callada comienza a decir cosas que no entiendo y me atrapa con su sombra en un instante, donde  pasado y presente revolotean al mismo tiempo.

Es hora de callar, comprendo.

Mi voz enmudece junto al pozo 

que no para de sangrar ausencias. 

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